EEUU: condenados por denunciar mentiras de la cadena Fox

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Un tribunal de apelaciones de La Florida acordó -a propósito de una aserción de la cadena de noticias Fox- en forma unánime en febrero de 2003 que en Estados Unidos no hay sanción por torcer o falsificar las noticias.

En diciembre de 1996, la Fox empleó a Jane Akre y a su marido, Steve Wilson, como parte del equipo de «periodismo investigativo» de WTVT, en Tampa Bay, Florida. El equipo comenzó en 1997 a investigar una historia sobre la hormona del crecimiento de los bóvidos (BGH), una sustancia polémica fabricada por Monsanto Corporation. La pareja produjo una serie de cuatro capítulos revelando que había muchos riesgos para la salud relacionados con la BGH y además que las cadenas de supermercados de La Florida hicieron poco por evitar vender leche de vacas tratadas con la hormona, a pesar de asegurar a sus clientes lo contrario.

Según Akre y Wilson, la estación estuvo muy interesada inicialmente con la serie. Pero a la semana, los ejecutivos de Fox y sus abogados quisieron que los reporteros citaran declaraciones de los representantes de Monsanto que ambos realizadores sabían falsas, y hacerle otras modificaciones a la historia, en conflicto directo con los hechos. Los editores de Fox intentaron obligar a Akre y Wilson a continuar produciendo la información, pero torcida. Ambos fueron despedidos cuando rechazaron y amenazaron con denunciar las acciones de la Fox ante la Comisión Federal de Comunicaciones, FCC (Proyecto Censurado #12,1997).

Akre y Wilson demandaron a la estación Fox el 18 de agosto de 2000. Un jurado de Florida decidió por unanimidad que el ilícito fue encendido por Fox Television cuando la periodista rechazó difundir (en las palabras del jurado) «una historia falsa, torcida o distorsionada» sobre el uso extendido de BGH en las vacas lecheras. Llegaron más lejos, diciendo que mereció el amparo de la ley de protección al informante de Florida y le asignaron 425.000 dólares. [El «Whistle-blower Statute» protege a quien informa de cualquier violación legal]. Sin embargo, la corte decidió inexplicablemente que Steve Wilson, su socio en el caso, no resultó agraviado por las mismas acciones tomadas por la Fox contra su mujer.

Fox apeló el caso, y el 14 de febrero 2003 la segunda corte de distrito de apelaciones de la Florida volcó unánimemente todo lo concedido a Akre. La corte sostuvo que su amenaza de denunciar las acciones de la estación ante la FCC no mereció la protección del estatuto del informante [Whistle-blower Statute] de Florida porque la norma, en ese estado, establece que un empleador debe violar una «ley, una regla o una regulación adoptada». En una interpretación sumamente estrecha de las atribuciones de la FCC, la corte de apelaciones de Florida aseveró que la política de la Comisión contra la falsificación de noticias no se yergue al nivel de una «ley, de una regla, o de una regulación» sino que simplemente es una «política». Por lo tanto, no es relevante si una estación informa o no honestamente.

En su apelación, Fox afirmó que no existen reglas escritas contra la distorsión de noticias por los medios. Alegaron que bajo la primera enmienda, los locutores tienen derecho a mentir o a torcer deliberadamente los informes de noticias sobre asuntos públicos. Los abogados de la Fox no rebatieron la acusación de Akre sobre las presiones recibidas para difundir una historia falsa, sino que simplemente mantuvieron que mentir estaba en lo correcto. Después del veredicto de apelación, el director general de la WTVT Bob Linger comentó: «Es una reivindicación que nos tiene muy contentos en WTVT… Es un caso que hemos estado peleando por dos años; ella nunca tuvo una demanda legal».

Actualización de Liane Casten

Si necesitáramos más pruebas de que ahora vivimos en un mundo al revés, la saga de Jane Akre, junto con su marido, Steve Wilson, no podría ser más apropiada.

Akre y Wilson ganaron el primer round legal. El jurado le concedió a Akre US$ 425.000 en un juicio que consideró buenos sus argumentos contra el despido ilícito por la calidad de su trabajo de informante [Whistle-blowers]. Y durante el proceso, también ganaron el prestigioso premio ambiental «Goldman Environmental» por sus esfuerzos excepcionales. Sin embargo, la Fox dio la vuelta y apeló del veredicto. Esta vez, Fox ha ganado: el veredicto original fue volcado en la Corte de Apelación del Segundo Distrito de Florida. El tribunal dictaminó allí que no existe ninguna restricción para torcer la verdad. Técnicamente, no hubo violación con la distorsión de las noticias porque la política de la FCC sobre la distorsión de noticias no tiene el peso de una ley. Así, dijo la Corte, Akre y Wilson nunca calificaron como «Whistle-blowers».

Pero lo más aterrador fue que los cinco grandes grupos de los principales dueños de medios de comunicación introdujeron un recurso «Amici Curiae» en apoyo de su amigo, la Fox. [«Amicus Curiae» («Amigos del Tribunal») es una figura que permite presentaciones de terceros, ajenos a una disputa judicial, pero interesados en el resultado final del litigio].

Los «amigos» Belo Corporation, Cox Television, Inc., Gannett Co., Inc., Media General Operations, Inc. y Post-Newsweek Stations, Inc. ¡son los más importantes protagonistas del negocio! Declararon: «La estación arguyó que simplemente deseaba asegurarse de que una historia de noticias sobre una controversia científica con respecto a un producto comercial fuera presentada con imparcialidad y equilibrio y asegurarse de que se escuchara una defensa ante cualquier demanda potencial de difamación».

¿»Imparcialidad y equilibrio»? ¡Monsanto apenas demostró «imparcialidad y equilibrio» cuando amenazó con un pleito y exigió la eliminación de información importante y comprobable!

El Amici planteó: «Si esta corte mantiene la decisión, convertiría las acciones del personal que objeta la política editorial en batallas legales donde las cortes de cada estado interpretarían y aplicarían las políticas federales, suscitando significativas y delicadas cuestiones constitucionales y estatutarias». Después de todo, desde que se discutió el Amici, ahora 40 estados tienen leyes de Whistle-blower. ¿Qué sucedería si los empleados de esos 40 estados siguieran la misma línea de conducta?

El fallo implica que los derechos de la Primera Enmienda a la constitución pertenecen a los patrones -en este caso, los cinco poderosos grupos mediáticos-. Y, cuando convenga, protegerá lo que se mantiene oculto. No olvidemos, sin embargo, que las frecuencias de las ondas de radio y TV pertenecen a la gente. ¿No puede intervenir el interés público progresista mientras estos gigantes de los medios acumulan fortunas privadas utilizando frecuencias públicas de radio y TV? ¿Pueden las corporaciones tener el poder de manipular la información de los medios, siempre a expensas de la verdad? Al parecer sí.

Además, los cinco amigos se refirieron a las políticas de la FCC. Los cinco admitieron que están «vitalmente interesados en el resultado de esta apelación, que determinará hasta dónde pueden extenderse las leyes estadales del Whistle-blower como para incorporar las políticas federales que tocan cuestiones sensibles del criterio editorial».

Cualquier persona relacionada con los medios debería oír las campanas de alarma. La FCC de Bush, bajo la dirección de Michael Powell, ha demostrado en varias ocasiones que apoya una mayor concentración de la propiedad de los medios, que mentirosos como Rush Limbaugh y Ann Coulter son perfectamente aceptables, que referirse a la interpretación de la FCC del «criterio editorial» es tirar potencialmente por la borda cualquiera pretensión de transparencia editorial si la «transparencia» daña la imagen de una gran corporación. Estos son nuestros «Valientes Medios de Noticias», los medios corporativos que protegen a sus amigos y ahora a las mentiras, sin discutir si es necesario.

El siguiente round: la estación Fox introdujo entonces una serie de recursos en una corte de circuito de Tampa reclamando más de 1,7 millones de dólares por los honorarios y costos del juicio de Akre y de Wilson. Los recursos fueron presentados el 30 de marzo y el 16 de abril por el abogado de Fox, William McDaniels, que le cobra a su cliente entre 525 y 550 dólares por hora. Los fondos cubrirían los gastos judiciales en que incurrió Fox al defenderse a sí misma en el primer pleito. La petición podría atenderla el mismo magistrado del juicio original, Ralph Steinberg, un paso lógico del proceso. Sin embargo, el juez Steinberg está por retirarse, así que la audiencia podría ser vista por un nuevo magistrado, el juez Maye.

Akre y su marido viven en stress: «No se justifica que las cinco estaciones no nos apoyaran», dijo la reportera. «La atadura de las costas legales a los Whistle-blowers no tiene precedentes, es absurdo. El negocio de los radiodifusores triunfa en todo. Estas organizaciones de noticias deben asegurar que son dignas de la confianza pública mientras que utilizan nuestras frecuencias gratuitamente. La confianza pública aquí está alarmantemente ausente».

Está hecho. A esto han llegado nuestros medios corporativos, con propietarios, por ejemplo, como Rupert Murdoch. Así de bajo hemos caído.

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* La historia 11ª más censurada en Estados Unidos, según Project Censored 2005, Universidad Sonoma State, California.
Traducción de Ernesto Carmona. Este artículo fue publicado por Argenpress.

Fuentes

CMW Report, Primavera 2003

Liane Casten, La corte dictaminó que los medios pueden mentir legalmente

Organic Consumer Association, 7 de marzo 2004
Al Krebs, La Corte de Apelaciones de Florida ordena que Akre y Wilson paguen 1,7 millones de dólares en costas del juicio a Fox Televisión; Peligra la libertad de expresión de la pareja de periodistas protegida por el estatuto «Whistle-Blower».

Evaluador de la Facultad: Liz Burch, Ph.D.
Estudiante investigador: Sara Brunner.

Pueden escribirle a Jane Akre a: jakre@bellsouth.net

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