EEUU-México: Muro en frontera es absurdo y costoso
Tercera Información
El plan de Estados Unidos para construir un muro en su frontera sur causó protestas en México y dividió a los estadounidenses cuando fue aprobado en una ley en el 2006, pero el tema quedó ensombrecido a raíz de la recesión económica del año pasado.
Con el muro casi terminado, “The Fence” (La Cerca), un documental estadounidense, señala que Washington ha gastado unos 3,000 millones de dólares en ese proyecto que no ha frenado la inmigración ilegal ni el tráfico de drogas, constituyendo una mancha para Estados Unidos luego que impulsó la destrucción del muro de Berlín.
Es probable que futuros gobiernos gasten unos 6,500 millones de dólares en darle mantenimiento durante los próximos 20 años, según la oficina de la Auditoría del Gobierno de Estados Unidos, sin embargo investigadores del Congreso calculan que podría ser más.
El documental fue transmitido por primera vez la semana pasada por el canal de cable HBO y los directores del filme esperan mostrar a los estadounidenses un muro que de pronto termina abruptamente, que en ciertos puntos del desierto puede ser rodeado o escalado fácilmente, y que simplemente no va a funcionar.
Con sólo algunos metros de altura en algunos puntos, el muro, que no cuenta con alambre de púas, puede ser sorteado con escaleras improvisadas. Los traficantes construyen rampas para pasar con sus vehículos por encima.
“Una de las realidades más confusas y poco conocidas del muro es que sólo abarca una tercera parte de la frontera de 3,200 kilómetros”, dijo Rory Kennedy, directora y narradora del filme, quien pasó semanas en el 2009 recorriendo la frontera desde California hasta Texas, mientras el cerco era construido.
Alrededor de 500 personas mueren anualmente al intentar cruzar la frontera, según expertos en inmigración estadounidenses y el Gobierno mexicano, cifra mayor a la registrada hace una década.
La seguridad fronteriza reforzada y la construcción del muro obligan a los inmigrantes a tomar rutas más peligrosas y remotas.
El muro, que en algunos segmentos cuenta con iluminación tipo estadio, cámaras y caminos que permiten el acceso de los agentes de la patrulla fronteriza, en gran medida fue una respuesta a los ataques del 11 de septiembre del 2001.
Con el muro, las autoridades pretenden frenar la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y evitar la entrada de terroristas desde México.
Además sigue siendo un estandarte para los republicanos deseosos de mostrar sus credenciales de “mano dura” de cara a los comicios intermedios en noviembre.
El senador republicano por Arizona John McCain, quien enfrenta su más dura batalla por la reelección en años, urgió al Gobierno en mayo a terminar de “completar el maldito muro!”
A pesar de semejantes llamados por un muro en toda la frontera, el terreno que va desde pantanos a desiertos lo hace casi imposible y resulta financieramente insostenible.
Además del muro, Estados Unidos usa helicópteros, aviones no piloteados y agentes en torres para vigilar el territorio desde las fronteras Tijuana-San Diego hasta Matamoros-Brownsville las 24 horas de cada día.
Agentes de la patrulla fronteriza dijeron que el muro y el vallado virtual han reducido en una cuarta parte el número de personas que intenta cruzar ilegalmente hacia Estados Unidos, pero expertos señalaron que el principal factor detrás de este fenómeno es la recesión económica y la caída en los empleos.
A pesar de una economía más floja, unos 300,000 inmigrantes ilegales entraron a Estados Unidos anualmente entre el 2007 y el 2009, según el Pew Hispanic Center.
Para Kennedy, hija del difunto senador estadounidense Robert Kennedy y sobrina del también senador Edward Kennedy, quien impulsó sin éxito una reforma inmigratoria en el 2005 y el 2007, el muro es una señal de la falta de capacidad de Washington para modificar el sistema de inmigración del país.
“No es una política que funcione”, dijo.