Se nos fue Nieves, silenciosamente. Poeta, escritora, cronista, ensayista chilena-canadiense, colaboradora de surysur, tenía el don de la dulzura y la ternura que se desprende en cada uno de sus textos y pensamientos, transformando el dolor en nada más ni nada menos que puro amor, palabra que usa para firmar sus trabajos. Profesora de Filosofía, graduada en la Universidad de Chile, residía, junto a Miro, su esposo, en Ottawa, Canadá, desde el 1975, cuando logró abandonar el infierno pinochetista. Nieves estuvo 12 meses presa en uno de los campos de concentración durante la dictadura.
Falleció con su familia a su lado el 28 de marzo de 2023 a los 85 años. Esposa, mejor amiga y compañera intelectual de Miro (César) Fuenzalida durante 64 años. Madre de Ariel y Moira, abuela especial para Julián, Ashley y Noah, hija de los difuntos Piedad y René Pizarro del Río, hermana de René Pizarro del Río . Nieves (también conocida como Blue Snow) fue una destacada poeta y escritora, publicó seis libros y su poesía forma parte de numerosas antologías y revistas. Fue colaboradora habitual de decenas de revistas latinoamericanas en línea y moderadora de varios foros en línea. Nieves pasó su vida creando mundos hechos de palabras y llenando la vida de quienes la rodeaban con amor, alegría y belleza.
En uno de sus habituales artículos en surysur hablaba del papel de los intelectuales y recordaba que durante la Ilustración el papel público del intelectual era demostrar la capacidad de emitir juicios independientemente de las consecuencias concretas que tuvieran, cuyo prototipo intelectual estuvo encarnado en Francia en la extraordinaria figura de Voltaire.
“En la medida en que los intelectuales adoptan una posición “objetiva” que simplemente muestra todos los lados del problema sin emitir juicios o, peor aún, reducirse a meros instrumentos de manipulación, corren el riesgo de perder toda relevancia o ser reemplazados por los llamados “expertos”, que en los canales de televisión que denuncian, se burlan, vituperan y arremeten contra sus oponentes, generando más calor que luz. Necesitamos como siempre intelectuales y filósofos que inspiren discusiones, ideas críticas y escenarios alternativos en temas de naturaleza política, social y ética”, añadía.
Su esposo, Miro, supo comunicarle a sus amigos cercanos: “Mi compañera y amiga de toda la vida… falleció a finales de marzo…. cuando su corazón dejó de latir… pero hasta ese día continuó creando su mundo poético… escribiendo poemas y junto conmigo, nuestros artículos teóricos. Me es difícil… por no decir imposible… vivir sin ella. Aquí va uno de sus últimos poemas…
Me cansé de soñar palabras
y me dormí
en las sábanas blancas
de un diccionario.
Nieves
En su libro Hilachas de una vieja boina azul, van del naranja al azul las tardes, los amaneceres y las estaciones; nadie sale ileso, ni las botas, las cajas de zapatos, las alfombras o los
silencios. Todo muta, se transforma. Crea formas en este conjunto de fulgurazos con los que Nieves nos fusila el alma y los sentidos. Es una especie de manual contra la abulia, el tedio y la desolación con los que nos arrincona esta realidad cada da más elusiva y desalmada.
Todo muta, se transforma y, como diría Ginsberg es «energía creando formas» en este conjunto de fulgurazos con los que nos fusila el alma. Un manual que desarma y rearma una ternura que, a pesar del enfado de gendarmes y aguafiestas, se empina y lucha cuerpo a cuerpo contra los poderosos remanentes de esa suerte de humildad fingida sería disfrazada de vacuna que percude e infecta la luz y el aire de estos días. Historias sin historia que dicen mucho más de lo que normalmente es dable decir con las palabras.
Murió el 28 de marzo por problemas muy complicados de salud que se fueron agravando. Su último trabajo «Mi mapa terrenal», fue su despedida:
Mi mapa terrenal
Nací hace millones de años
en la angostura de una tierra llamada
Chile. Crecí amando a mis buenos Padres
y Hermano y la piel de diferentes colores,
solo humana para mí.
Ellos nos mostraron el camino, uno de muchos
del maravilloso arco iris de la vida, la huella de
lucha y paz. No importaba si fuera de abajo o de
arriba, blanco o amarillo, homosexual o heterosexual,
comunista o reaccionario…
Lo que importaba era que él o ella
no se dejaban aplastar por nada o nadie, solo importaba
esa energía que los hacía único o especial, una mujer u hombre
que amara la vida… Gracias Mamá y Papá por enseñarnos todo
esto a mi hermano y a mi!
Encontré, en la mañana de mis días, a un hombre llamado Amor
Estudie preguntas y respuesta en un mundo lleno de sombras.
Obtuve un título.
Hablé del todo y de la nada.
Tuve tres flores.
Una de ellas, la primera,
Orestes,
cesó de ser.
Nosotros no conocimos su sonrisa.
Llevé a la práctica mis ideas.
1973
Mi mundo y el mundo de los míos cambió.
No me estaba permitido hablar o pensar.
Todo de repente fue censurado, prohibido.
Siempre había sido libre
en el mundo de afuera
Y en mi universo interno.
Pasé ocho mil horas
en un campo
que no era de la clase de boy scout.
Ahí asesinaron a
Arturo,
en el patio dariano.
Caí en la blanca y solidaria
nieve canadiense.
Me adapté.
Escondí mis recuerdos dolorosos.
Limpié. Sacudí. Barrí
oficinas y casas.
Nunca olvidé a los míos ni a los otros.
Una vez más fui estudiante
Y profesora
en regiones nunca
antes exploradas.
Mi nueva casa fue
la Universidad de Carleton,
también una casa para Ariel.
Fui un carácter en varias obras de Teatro
en el Departamento de Español,
catorceavo piso de la Torre.
Ariel y Moira, mis flores,
han crecido
sin olvidar sus raíces,
floreciendo hacia el Universo,
descubriendo
el mágico
acto de amor.
Ellos hablan varias lenguas.
Ellos tienen
el derecho de elegir.
Con Miro,
caminando mente con mente.
he viajado a través
de regiones desconocidas.
De repente
fui atacada
por indeterminados virus
de cordeles eléctricos,
de torturas experimentadas.
Otra vez
mi mundo
se vino abajo.
Hoy día
lo encuentro otra vez
en el amor de los míos,
en los artículos que escribo junto
a mi Amado… ay…ay… en el Portal
Dariano; Arturo Barria Araneda;
que cree hace casi 17 años y en mi poesía…
No, no soy una prisionera
de mi historia.
Soy libre
en la tuya, Miro-Amor.
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