El Amazonas podría colapsar ante lo que no ha vivido en 65 millones de años

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Una investigación internacional alerta de que, para el 2050, entre el 10 y el 47% de la Amazonia podría degradarse y convertirse en un ecosistema diferente, provocando un desastre medioambiental regional y una catástrofe climática global.

“Durante 65 millones de años, los bosques amazónicos siguieron siendo relativamente resistentes a la variabilidad climática. Ahora, la región está cada vez más expuesta a un estrés sin precedentes debido al aumento de las temperaturas, las sequías extremas, la deforestación y los incendios, incluso en partes centrales y remotas del sistema”. Con este apocalíptico texto resume una veintena de investigadores las conclusiones de un estudio publicado en Nature y que ha desatado nuevas alarmas sobre el sistema Amazonas y las afecciones que enfrenta debido a la crisis climática y la deforestación.La Amazonía podría colapsar en 2050: ¿qué impacto tendrá en el Perú? - Infobae

El trabajo, para el que han unido fuerzas científicos de una decena de centros de investigación de Brasil, España, Estados Unidos, Alemania, Gran Bretaña y Holanda, estima que, para el año 2050, entre el 10% y el 47% de los bosques amazónicos estarán expuestos a “perturbaciones compuestas que pueden desencadenar transiciones ecosistémicas inesperadas y potencialmente exacerbar el cambio climático regional”.

El 38% del bioma forestal ha sido dañado por sequías extremas, incendios, tala y otros efectos críticos causados por el ser humano

La selva amazónica es un ecosistema clave en el sistema Tierra. Alberga el 10% de la biodiversidad del planeta, almacena el carbono equivalente a dos décadas de emisiones globales y contribuye, a través de un efecto de enfriamiento por evapotranspiración, a estabilizar el clima global. Además, aporta la mitad de las precipitaciones de la región. Sin embargo, como alerta el equipo investigador, se prevé que grandes partes del bosque amazónico experimenten eventos de mortalidad masiva debido a perturbaciones climáticas relacionadas con el uso de la tierra en las próximas décadas. Esto podría acelerar el cambio climático a través de las emisiones de carbono que se liberarían y la retroalimentación con el sistema climático.

Tres grados de degradación

Casi la mitad de la selva amazónica podría colapsar para 2050, advierte estudioEl grupo señala que las retroalimentaciones existentes desde hace mucho tiempo entre el bosque y las condiciones ambientales están siendo reemplazadas por nuevas retroalimentaciones que modifican la resiliencia de los ecosistemas, aumentando con ello el riesgo de una transición crítica. Centrándose en los factores que provocan el estrés hídrico, así como en los posibles umbrales críticos que podrían desencadenar “un colapso forestal local, regional o incluso en todo el bioma”, el equipo ha identificado tres trayectorias posibles para el ecosistema amazónico.

La primera es la deriva hacia un bosque degradado. Estimaciones de todo el Amazonas indican que aproximadamente el 30% de las áreas previamente deforestadas se encuentran en un estado de bosque secundario, señalan los autores del informe. Estas ya ocupan el 4% de toda la región amazónica. Otro 38% del bioma forestal ha sido dañado por sequías extremas, incendios, tala y otros efectos críticos causados por el hombre. “Estos bosques pueden volver a crecer naturalmente a través de la sucesión forestal, pero debido a la retroalimentación, la sucesión puede detenerse, manteniendo a los bosques persistentemente degradados”, señala el estudio.

“Mantener la resiliencia del bosque amazónico dependerá de una combinación de esfuerzos locales para poner fin a la deforestación y la degradación y ampliar la restauración, con esfuerzos globales para detener las emisiones”.

Hasta el 47 % de la Amazonia podría colapsar y desaparecer en 2050La segunda trayectoria sería una sabana de arena blanca, antiguos ecosistemas integrados en zonas interiores del bosque amazónico originados por procesos naturales o por antiguos incendios indígenas. “La evidencia satelital y de campo reveló que las sabanas de arena blanca se están expandiendo donde los bosques de llanuras aluviales fueron perturbados repetidamente por incendios”, indica el equipo investigador. Son ecosistemas que se transforman debido a que, tras un incendio, la capa superior del suelo de los bosques cambia de arcillosa a arenosa, favoreciendo su transformación en una sabana. Este proceso puede ser irreversible: “Es poco probable que el ecosistema se recupere y se convierta en bosque al cabo de siglos”, señala el estudio.

Por último, la deforestación y los incendios, expone la veintena de científicos, ha transformado entre el 5% y el 6% de la región sur de la Amazonia en “ecosistemas degradados de dosel abierto”, los cuales no se sabe aún si son estables o transitorios. Se trata de ecosistemas dominados por especies de árboles y palmeras tolerantes al fuego, junto con pastos exóticos invasores y plantas herbáceas.

Con el estudio, el equipo investigador alerta de que la posibilidad de que el sistema forestal amazónico alcance un punto de inflexión, provocando un colapso global, es muy real. La solución la dejan muy clara: “Mantener la resiliencia del bosque amazónico en el Antropoceno dependerá de una combinación de esfuerzos locales para poner fin a la deforestación y la degradación y ampliar la restauración, con esfuerzos globales para detener las emisiones de gases de efecto invernadero”.

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