El «apartheid» sionista en Palestina y el muro del odio y de la vergüenza internacional

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Palestina libre.*

Ocupación es un término común que puede ser fácilmente manipulado por las poderosas fuerzas ocupantes. Cuando el ocupado es retratado como violento y el ocupante es la víctima, la democracia y la justicia tienen que ser redefinidas. Si la comunidad internacional no puede detener el muro del apartheid israelí, y la destrucción de la gente y de sus medios de vida, entonces la humanidad está en peligro.

En junio de 2000 y mientras la comunidad internacional presionaba por promover la libertad e instalar las democracias por todo el Medio Oriente, el Estado sionista decide reforzar su ocupación rodeando Cisjordania y pueblos palestinos, con una barrera de separación ideada para estrangular a la población palestina y despojarlos de su medio de vida.

Comparado con las 155 km, 3.60 metros de altura del muro de Berlín que fue destruido en 1989, el muro de separación del Estado sionista, se extiende por más de 660 km y alcanza entre los casi 2 y 7.50 metros de altura. Está hecho de cemento armado en algunas áreas y un sistema de 40 metros de zanjas de casi 2 a 2.50 metros de profundidad. Alambres de púa, sistemas de seguridad electrónicos y rutas de patrullaje en otras áreas.

El muro que se engulle más del 42% de Cisjordania, en la mayoría de las áreas, no está sobre ni cerca de la línea verde de 1967 que divide a Palestina del Estado sionista, serpentea abriéndose paso hasta 16 kilómetros dentro de Cisjordania, y rodea enteramente ciudades como Tulkarem y Qalqiliah, atrapando todo a su paso y separando a los palestinos de sus familias, hogares, tierra, agua y medios de vida.

Numerosos poblados ya han sido confiscados, 200.000 personas separadas. 35.000 metros de redes de irrigación incautadas, 11.400 “dunum” [1.140 ha.] de tierras agrícolas confiscadas y 100.000 centenarios árboles de olivos destruidos impactando de esta manera la vida, la agricultura, la libertad de movimiento, el uso del agua y el ingreso.

Para cuando el muro esté terminado, los números se triplicarán. El distrito de Ramallah ha sido completamente separado de la cercana Jerusalén, ha sido amputado desde diferentes direcciones.

Han ocurrido usurpaciones masivas de tierra en las áreas más fértiles, y la expulsión de áreas alrededor de la ciudad de Ramallah. Más de 22 poblados han sido afectados y comunidades enteras han quedado aprisionadas. En la cercana Budrus, el muro se ha engullido la mayoría de sus tierras fértiles, separando a los campesinos de sus campos cultivables y dejando a más gente en situación de refugiados. Como si la ocupación no fuera suficiente sufrimiento para los palestinos, la población entera ahora vive en guetos, con libertad de movimiento restringido para aquellos que logran obtener pases, difíciles de obtener, de la fuerza ocupante.

Varios vecindarios han sido completamente aislados y los campesinos ahora necesitan permisos para ir a sus campos. La intimidación por parte de soldados israelíes y colonos, se está convirtiendo en una realidad cotidiana, una simple ida al colegio o al hospital se está convirtiendo en una aventura riesgosa o dura experiencia.

Inmediatamente después de la ocupación de Cisjordania y la franja de Gaza en 1967, el Estado sionista se apoderó de todos los recursos de agua y prohibió a los palestinos desarrollar la infraestructura acuífera necesaria. A la fecha, ni un solo permiso para agricultura o uso doméstico en áreas palestinas ha sido concedido, además de su agenda no declarada de seguir conquistando más tierra y forzar a la gente a convertirse en refugiados por 3ª vez, el muro de separación tiene el objetivo de aislar más pozos de agua natural cuyos dueños son palestinos.

Más de 31 pozos de agua natural que producen más de 3.8 metros cúbicos que abastecían a miles de palestinos para uso agrícola y doméstico, han sido confiscados, mientras el nivel de acumulación anual de agua de lluvia en la región es de 47.9% en los territorio ocupados, 29.7% en el Estado sionista, 22.5% en Jordania, El uso doméstico de agua del Estado sionista per cápita alcanza más del 52%, dejando 30% para Jordania y 18% para territorio ocupados. Las áreas más perjudicadas son Qalqiliah, Tulkarem y Jenin.

En 1948, Qalqiliah la segunda reserva de agua accesible más importante en la región después del río Jordán, perdió el 80% de su territorio a manos del Estado sionista y el 70% de sus residentes se convirtieron en refugiados. Hoy, con 34 pozos de agua natural, el distrito de Qalqiliah está perdiendo 50% del 20% restante de su tierra rica en agua, a manos del Estado sionista, quedando 36 pueblos confiscados y 90.000 residentes sin empleo.

Con la construcción del muro, la política israelí de demolición de hogares se ha intensificado. El muro devora todo en su camino, incluyendo campos de cultivo y plantaciones de olivos. Además de hogares habitados.

Desde la ocupación de Cisjordania y la franja de Gaza en 1967, el Estado sionista ha demolido más de 10.000 casas palestinas como castigo colectivo, y ahora el número está aumentando dramáticamente. Más hogares palestinos serán demolidos para dejar espacio al muro. Y se les requiere a los palestinos pagar el costo, las ganancias para el Estado sionista sin embargo son tremendas.

El Estado sionista ahora se adjudicó más tierra para agricultura, para la expansión de asentamientos y el control total de todos los recursos de agua. Una conexión directa al valle del Jordán, pasando a través de Cisjordania y aún más importante, el fin de un Estado palestino viable.

El 9 de julio 2004, el más Alto Tribunal de ONU, la Corte Internacional de Justicia en La Haya —a pesar de la intensa presión del Estado sionista, EEUU y la UE— emitió una condena terminante contra el muro declarando que el muro es ilegal. En la votación, por 14 votos a 1, la Corte determinó que El Estado sionista debe cesar inmediatamente su construcción en todas las áreas, desmantelar las partes ya construidas y derogar las leyes o reglamentos relativos al muro. Y además, que el Estado sionista debe resarcir a los palestinos por los daños causados por la construcción del muro.

* www.palestinalibre.org

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