El consumo de tabaco sigue disminuyendo en el mundo
Las tasas de consumo de tabaco entre la población adulta en el mundo siguen bajando, aunque todavía hay 1.250 millones de fumadores y mucho trabajo por hacer ante la industria y por los adolescentes, indicó un informe divulgado este martes 16 por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ruediger Krech, director del Departamento de Promoción de la Salud de la OMS, dijo que “en los últimos años se han logrado buenos avances en el control del tabaco, pero no hay tiempo para la autocomplacencia”.
En el período del año 2000 al 2022 la población adulta que consumía tabaco se redujo de 33 a 20,9% (34,4% hombres, 7,4% mujeres), pero la OMS considera que aún queda mucho por hacer, ya que en la mayoría de los países los adolescentes de entre 13 y 15 años consumen tabaco o productos con nicotina. Krech advirtió sobre la activa interferencia de la industria productora sobre las medidas de salud que adoptan los gobiernos y otras instituciones: “Estoy asombrado de hasta dónde llegará la industria tabacalera para obtener ganancias a expensas de innumerables vidas”.
“Vemos que en el momento en que un gobierno cree que ha ganado la lucha contra el tabaco, la industria tabacalera aprovecha la oportunidad para manipular las políticas sanitarias y vender sus productos mortales”, dijo Krech en la presentación del informe sobre las tendencias en la prevalencia del consumo del tabaco.
El estudio, con datos hasta 2022, mostró que uno de cada cinco adultos consumía tabaco ese año, mientras que en 2000 la relación era de uno por cada tres.
De acuerdo con la OMS, 150 países están reduciendo con éxito el consumo de tabaco, con Brasil y Países Bajos a la vanguardia.
Las previsiones indican que si bien el mundo alcanzará una reducción relativa de 25% en el consumo de tabaco para 2025, no se logrará el objetivo global de una baja de 30% con respecto a la base de referencia de 2010.
Actualmente se calcula que solo 56 países llegarán a esa meta, cuatro menos de los que proyectaba el informe sobre el tema divulgado en 2021. La prevalencia de consumo de tabaco ha cambiado poco desde 2010 en algunos países, y hay seis naciones donde los fumadores van en aumento: Congo, Egipto, Indonesia, Jordania, Moldavia y Omán.
Asia Sudoriental es la región con el mayor porcentaje de población fumadora en el mundo, con 26,5%, seguida por Europa, donde 25,3% de los adultos fuma, y se estima que para 2030 tendrá la tasa más alta a nivel global, calculada en 23% para ese entonces.
Las tasas de consumo de tabaco entre las mujeres en Europa son más del doble del promedio mundial y se reducen mucho más lentamente que en las demás regiones. En América Latina y el Caribe la prevalencia más alta se registra en Chile, con 28,7% de adultos fumadores (30,8% hombres, 26,7% mujeres), seguido de Argentina con 23,8% (28,5% hombres, 19,1% mujeres) y Uruguay, con 20,5% (23,4% hombres, 17,5% mujeres).
Entre los países con cifras actualizadas para 2022, la menor proporción de consumidores estaba en Panamá (5,0%, con 8,0% hombres y 1,9% mujeres) y en Guyana (6,5%, de los cuales 10,7% hombres y 2,2% mujeres). Entre los países más poblados de la región, Brasil presenta una tasa de 12,2% (15,4% hombres, 8,9% mujeres), México de 14,9% (23% hombres y 6,9% mujeres), y Colombia de 8,2% (12% hombres y 4,4% mujeres).
La OMS insistió en que aún queda mucho por hacer, y exhortó a los países a acelerar los esfuerzos para controlar el tabaco y encarar a la industria tabacalera y sus estrategias, que socavan constantemente las políticas antitabaco. El informe señaló con alarma que las encuestas nacionales muestran sistemáticamente que en la mayoría de los países los adolescentes de entre 13 y 15 años consumen tabaco y productos con nicotina.
El Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo, se dedicará a proteger a los niños de la interferencia de la industria tabacalera, “para proteger a las generaciones futuras y garantizar que el consumo de tabaco siga disminuyendo”, indicó finalmente la OMS.
Está previsto que en febrero se reúna en Panamá la décima sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de la OMS para el Control del Tabaco, y se espera que allí la industria tabacalera ofrezca incentivos financieros y en especie para influir en las políticas sanitarias mundiales.