El corte
LN.
No conviene olvidar que la mujer como horizonte de los enigmas, es en sí misma un misterio equivocado, cada mujer concreta —esto es carnal— resulta, como todos los seres vivos, producto de la historia que la define. Con una diferencia: la historia de los individuos-mujeres suele ser más rica, y eso incluye sus contradicciones, que las de sus contemporáneos que parecen ocuparla. No debe extrañar, al fin y al cabo la vida es —dice el tango— una herida absurda.
La realizadora de este breve filme, Consuelo Castillo, tiene historias que contar, historias que de algún modo son comunes a su generación, crecida entre desarraigos, mentira, conformismo, penas inmensas, recuperaciones y rebeldías. Historias de vida que pudieron ser, sin duda, de una manera distinta si su país de origen no hubiera padecido la voracidad del drama de 1973. Aunque esta historia —o esta ficción— no se refiera a los días grises, colorados de púrpura oxidado (el inolvidable color final de la sangre) y terriblemente negros de ese tiempo.
Tampoco la directora es una desconocida: la historia del fin de un ciclo, La epopeya final de un ciclo, dramatización radioteatral de un sueño truncado a golpe de sangre y bala, fue dirigida por ella sobre un guión de su madre, la escritora Mónica Echeverría (la versión, realizada para Radio Tierra de Chile sobre el final de la Unidad Popular chilena, se encuentra aquí).
Y tampoco basta con decir que la ralizadora de El Corte es la hermana menor de Carmen Castillo, documentalista que supo poner orden estético e histórico, no sin compasión, incluso a sus propios dolores y tragedias de juventud.
La película, breve, abre otros universos, distintos, a la procura incesante de cerrar las grietas que suelen abrirse en las historias personales —que también incesantemente los factores de poder pretenden cubrir con la ceniza de huesos ajenos para ese otra vez incesante esfuerzo de conducir los rebaños al "mall" del consumo y la desmemoria
No gustarán estos poco más de 12 minutos a las conciencias pacificadas. No querrán, quién sabe, calificar o aceptar, comparando con sus propias vidas, el orden propuesto por las circunstancias de la protagonista. No aceptarán que el hielo del alma lo quiebre la fuente caliente del sexo (casi explícito). No querrán saber que entre el dolor de una muerte y la erección que la nada aparente satisface pueda parir la vida como a sí misma. Dirán que es pornografía.
El corte es sólo la piel sensible —la piel femenina, la sede del alma, el muro de las historias— que se renueva. No hay transgresión, hay formas de soledad, caminos que recorrer.
Ficha
Dirección: Consuelo Castillo
Guión: Consuelo Castillo y Cynthia Rimsky
Fotografía: Juan Carlos Bustamante
Montaje: Danielle Fillios
Música: Andreas Bodenhofer
Intérpretes: Daniela Jacques, Barbara Santander, Jorge Alis, Coca Rudolphy
Productora: Consuelo Castillo
Año de producción 2009
Duración: 12.39 minutos
El filme fue presentado en el Festival del cinema latino de Trieste, Italia www.cinelatinotrieste.org