El delito: ser joven y ser vasco
Enrique Miranda.
El ministro de Interior español está empeñado en detener a la flor y nata de la juventud vasca, para cortar de raíz cualquier conato de rebeldía. Sabido es que en cualquier sociedad, la juventud es el sector mas consecuente y atrevido para intentar llevar adelante sus ideas y si estas ideas están enfrentadas al poder vigente, automáticamente Rucalba lo considerada un peligro para el orden establecido.
Pero esto no es nuevo.
El Pueblo Vasco lleva más de 500 años peleando contra el sistema y el poder establecido por españoles y franceses. Como dice la jota, “Qué razón tenia el romano, 500 años a ostias y aún no somos castellanos”. Precisamente ha sido la juventud vasca quien soporta históricamente la parte más dura de la lucha por la soberanía y la dignidad de su pueblo.
Hace 500 años, 6.000 jóvenes navarros dejaron su vida en las campas de Noain luchando por la independencia de Navarra, de Euskalherría. Después de que los castellanos impusieron su orden en Navarra, la juventud se negó a ir al ejercito español, pelearon por la independencia en las Guerras Carlistas, y más tarde contra Franco, miles de hombres y mujeres vascas dejaron su vida en los campos y cunetas de Euskalherría, primero en la guerra y mas tarde contra la dictadura.
El nuevo régimen español no ha traído la democracia para nuestro pais. Y la juventud, como diría Indurain, “ha estado ahí”, no ha fallado ante el nuevo reto, buscando la solución al conflicto histórico que enfrenta nuestro pueblo con sus dos poderosos Estados vecinos.
Y por eso, porque la juventud sigue siendo la esperanza de este pueblo, sufre la acción represiva principal de ambos estados. Hoy como ayer surgen nuevos Torquemadas, nuevos inquisidores dispuestos a llevar a la hoguera a lo más granado de este pueblo.
Primero se acusó a la Juventud de practicar masivamente la Kale Borroka, según ellos organizados bajo los famosos “grupos Y”. Mas tarde los jóvenes pasaron a engrosar listas fantasmas de aspirantes a “practicar la lucha armada”. Luego, ahora, se detiene a la juventud comprometida, a la que trabaja por la cultura y la construcción de este país en sus barrios y pueblos con dos objetivos:
– Evitar que avance en la construcción nacional.
– Evitar que la juventud sea el motor del presente y el futuro de Euskalherría.
Rubalcaba, y los vascos colaboracionistas, dicen que pretenden evitar que la juventud sea el relevo de los cuadros de la izquierda abertzale. Se equivocan. La juventud no puede ser el relevo de nada porque ya es, como ha sido siempre, presente y futuro.
La sociedad vasca, los agentes sociales, las familias, los amigos y amigas contemplan orgullosas el quehacer diario de nuestra juventud.
Y sin duda, sabremos responder a los ataques de los nuevos inquisidores, con trabajo e iniciativa política, con convencimiento, en el día a día, comenzando por la manifestación de este Sábado 12 de diciembre a las cinco de la tarde en Autobuses de Iruña.