
Posteriormente, cuando los investigadores de la Universidad de Washington llevaron a cabo un experimento recurriendo a fMRI para comprender qué parte del cerebro se estimulaba cuando se presta atención, descubrieron bastante accidentalmente, que el cerebro se mostraba sorprendemente ocupado cuando se encontraba en estado de descanso, o en lo que se conoce como Red Neuronal por Defecto [Default Mode Network – DMN]. De hecho, estaba entonces más metabólicamente activo. Tres cuartos de la energía total que utilizaba se usaban cuando estaba aparentemente ocioso o en DMN.
Este descubrimiento tiene un enorme significado, de acuerdo con Punnoose. “Al codificar, consolidar y procesar información, el cerebro se encuentra desperadamente necesitado de tiempo ocioso sin estimulación”, afirma. En su opinión, el tiempo ocioso ayuda a aclarar los pensamientos, aguzar las percepciones y calmar las emociones. Produce asimismo “pensamientos episódicos al azar” que son enormemente creativos.
La gente creativa de la India coincide en que algunas de sus mejores ideas han surgido cuando no estaban trabajando especialmente o buscando inspiración de modo activo. “Me puede haber pasado mientras daba un paseo por el parque o viendo una película”, afirma el exitoso autor Ravinder Singh. “Algún personaje de la película, en mi cabeza, podría haber reaccionado de modo diferente al descrito y eso me hará pensar. ¿Qué habría pasado si el político hubiera sido, en cambio, una estrella de Bollywood?”
El artista Riyas Komu cree que el experimento de los investigadores alemanes “lleva el espíritu justo del comportamiento y la libertad humanas”. “Creo que resulta notable que finalmente haya llegado el momento en el que la gente ha comprendido la mente humana”, declara. Cree que las rígidas rutinas y una estructura restrictiva de poder entorpecen la libertad de crear en una persona, que es un proceso intuitivo.
El experimento alemán se produce después de que el país pusiera a prueba las prestaciones de una Renta Básica Universal (RBU) concediendo a 120 personas 1.400 euros mensuales durante tres años “para monitorizar de qué modo cambian sus patrones de trabajo y su tiempo de ocio”. Varios países están jugando con el concepto de la RBU para ayudar a la gente a salir del apuro de la crisis económica desencadenada por la pandemia. La pregunta es: si se atienden tus problemas financieros y tienes más tiempo de ocio para hacer lo que quieres, ¿qué harás tú?
Hoy, sin embargo, lo contrario de la ociosidad —el estar excesivamente ocupado —se ha convertido en símbolo de estatus, de acuerdo con los investigadores de las universidades de Columbia y Harvard. “Creemos que el cambio del ocio-como-estatus al hiperactivo-como-estatus puede estar vinculado al desarrollo de las economías intensivas en conocimiento”, han escrito los investigadores en la Harvard Business Review. De manera que a la gente que posee “características de capital humano”, como la competencia y la ambición, se las ve más demandadas. Así pues, si les dices a los demás que estás ocupado y trabajas todo el tiempo, podrían considerarte como alguien que está más solicitado.
Hay quienes creen, sin embargo, que el experimento alemán no funcionaría en la India. “Podría beneficiar a los alemanes, porque aquí está todo — el trabajo y el placer— simplificado”, dice Cyrus Broacha, una celebridad televisiva. “Ellos no están acostumbrados a sentarse y meditar sin hacer nada. No poseen el gen de la ociosidad. Nosotros los indios, sin embargo, nos sentimos condicionados, tradicionalmente, a no hacer nada. Como antiguo videopinchadiscos [VJ], sin fechas de entrega u objetivos, llevo practicando la ociosidad desde hace años”. El confinamiento, bromea, le ha facilitado el juego. “Ahora mi cuarto de baño es mi oficina. Tengo muchísimo tiempo para acicalarme y centrarme en la salud y la belleza”.
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