El imperio enfermo

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Estados como Nuevo México, California, Nevada, Louisiana, Arizona, Mississippi, Oklahoma, Alaska y Florida de la unión norteamericana tienen un triste privilegio: más del 30% de sus ciudadanos carecen de cobertura médica.

En otros 14 estados, por lo menos una de cada tres personas -no necesariamente ancianas- están fuera del sistema de salud pública; en Texas -que gobernó el actual presidente estadounidense-, un 43,4 po ciento de la población careció, durante los años 2002 y 2003, de los recursos necesarios para poder financiar la cotización del seguro médico.

Según un in forme de la organización Families USA, 81 millones 800 mil habitantes menores de 65 años, en particular de origen hispanoamericano y negros, fueron privados de este servicio, que en los años 2002 y 2003 -además de excluir a los segmentos más pobres de la población- marginó además a sectores de las capas medias. (familiesusa.org)

Para la señalada organización el 60 por ciento de los «latinos» -alrededor de 22 millones 400 mil personas- y el 43 por ciento de los negros -13 millones 700 mil almas- no tuvieron ningún tipo de seguro médico en algún momento durante esos años. El Partido Republicano en el gobierno (www.gopteamleader.com advierte que Families USA es una oranización vinculada al Partido Demócrata y que sus datos no deben tomarse en serio. Pero no ofrece estadísticas diferentes.

Para Ron Pollack, director ejecutivo de Families USA. el número de estadounidenses sin seguro de salud constituye un fenómeno social que se extiende, afectando a las capas medias y las familias trabajadoras.

La salud en campaña

El año 2003 el presidente Bush logró que el Congreso aprobara una reforma del Medicare -sistema de salud pública para jubilados- cuyo costo para los próximos 20 años bordeará US$ 2.000 millones, lo que temen algunos expertos disparará el déficit presupuestario y las tasas de interés.

La iniciativa, propuesta con claros fines electorales a favor de la reelección de Bush, fue aprobada con la oposición de no pocos legisladores. La senadora por Nueva York Hillary Clinton señaló que en los programas estatales de salud aumentan quienes carecen de seguro, que se destinan menos fondos para atender a millones de necesitados y que el gobierno contribuye al enriquecimiento de las compañías aseguradoras y empresas farmacéuticas.

El diario digital californio que se publica en castellano www.laopinion.com denunció que Medicare fue convertido en un plan de subsidios e intereses para ayudar a la reelección del presidente Bush.

Solidaridad desde el campo enemigo

En un discurso ante unos 200.000 cubanos, pronunciado en La Habana hace unos días, Fidel Castro manifestó que su país -pese a las brutales condiciones del bloqueo impuesto por EEUU- puede contribuir a salvar tres mil vidas de estadounidenses pobres, «una por cada víctima del atentado a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001».

Esas tres mil personas están invitada a viajar a Cuba con un familiar -si su gobierno los autoriza y permite- para recibir tratamiento médico absolutamente gratuito. «Demuéstrese al mundo que hay alternativa a la arrogancia, la guerra, el genocidio, el odio, el egoismo, la hipocresía y la mentira», dijo el comandante.

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