El ocaso del tiburón
Karla Espinoza.*
El tiburón martillo –y el resto de los escualos– propuestos durante la CoP15 de Cites celebrada en Doha, Qatar, no obtuvieron el respaldo suficiente y en consecuencia no gozarán de un control más estricto del comercio internacional de sus productos por medio del Apendice II de esta Convención.
El apoyo al tiburón martillo no llegó al 2/3 del total de votos, dándose un resultado final de 76 votos a favor, 53 en contra y 14 abstenciones por medio de votación secreta durante la Sesión Plenaria final.
Ganó el comercio
La gran presión ejercida por parte de los gobiernos de Japón y China sobre una minoría de paises firmantes de la Convención pudo detener la urgente necesidad de ejercer un control más eficaz sobre el comercio internacional de los tiburones.
A pesar de existir el sustento científico y técnico, el respaldo de la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el apoyo de la gran mayoría de los paises, 
los intereses comerciales y ecónomicos prevalecieron a la protección y conservación de los tiburones", manifestó Randall Arauz, director de Pretoma.
Costa Rica y un gran número de paises latinoamericanos convergen en seguir avanzando en la línea de la protección hacia los tiburones, como lo ocurrido en CITES. Esto significa que la región está adoptando un compromiso en materia de conservación marina, en el que hay que seguir trabajando para lograr avances futuros en Cites y otros foros regionales e internacionales.
Pretoma es una Asociación Civil costarricense declarada de utilidad pública, miembro activo de la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y la Sociedad Mundial Para la Protección Animal (WSPA).
* Periodista.
En www.elpregon.org
Addenda
Unos 73 millones de tiburones son pescados cada año en el mundo, y muchos son arrojados de nuevo al mar –donde inevitablemente morirán en poco tiempo– tras cortarles las aletas, 
vendidas a hasta 1por US$ 100 el kilo en el mercado de Hong Kong. Asia es el gran mercado del tiburón.
Una sola especie, el tiburón topo (Lamna nasus) recibió alguna protección al acordarse controlar su comercialización (lo que probablemente no tenga efecto sino en la UE). Muchos tipos de estos peces se consideran –como las ballenas, que cazan fruiciosamente flotas japonesas y de países europeos– en peligro de extinción.
Japón, tal como hizo con el atún rojo y los corales preciosos, hizo presión junto a sus aliados —sobre todo Indonesia, principal pescador de tiburones entre 2000 y 2007— y el Caribe, alegando el impacto económico para sus poblaciones o la dificultad, incluso "la imposibilidad", de efectuar controles pertinentes sobre los cargamentos de pescados o aletas.
(Fuente: http://noticias-ambientales-internacionales.blogspot.com).