El Papa contra los líderes populares y los oscuros secretos de Baltasar Porras

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Néstor Francia.*

La oposición y la canalla mediática han saltado como muñeco con resortes ante la solicitud hecha por Chávez de que le sea aprobada una nueva Ley Habilitante, con el objetivo principal de atender con mayor celeridad la emergencia creada por las lluvias. Chávez se adelantó a las críticas que esta decisión pudiera generar entre sectores escuálidos, al señalar que “van a comenzar a tronar los voceros de la burguesía, seguro CNN va a decir: ¡Allá está Chávez otra vez!”.

No otra cosa ha ocurrido, pero esto será aprobado, por supuesto, ya que es absolutamente legal, y está dentro de las competencias parlamentarias. La pretensión opositora de deslegitimar la actual Asamblea Nacional, y prácticamente congelarla hasta el 5 de enero, carece de todo asidero jurídico o constitucional ¿Piensan tal vez que la Revolución va a desperdiciar todo el poder parlamentario absoluto que le queda por ahora para “portarse bien con la burguesía? ¡Que sigan soñando!

Precisamente, continuando con su labor revolucionaria, el parlamento aprobó en la sesión del pasado viernes el proyecto de Ley Orgánica de Planificación Pública y Popular, la Ley Orgánica de las Comunas y la Ley Orgánica de Contraloría Social. Estas normativas forman parte de las legislaciones del bloque de leyes del Poder Popular.  La quinta Ley del bloque será discutida hoy en la tarde. En segunda discusión fue sancionada la Ley Orgánica de Contraloría Social, y salvaron el voto Podemos, Bloque Humanista y Ecológico, y su nuevo socio contrarrevolucionario, Patria Para Todos.

Sin dudarlo, la Mesa de Unidad Democrática se mostró en contra de la aprobación, de los proyectos de leyes para consolidar la estructura del Poder Popular. Sus argumentos dejan al desnudo su verdadera catadura. Según Ismael García, en nombre de la MUD, “Estas acciones e instrumentos representan una grave amenaza para el futuro de la democracia y para la vigencia de la Constitución en Venezuela, ante lo cual la Mesa de la Unidad (…) se suma al repudio que han expresado los ciudadanos y las comunidades”

¿Cuál repudio de cuáles comunidades? García se inventa estas falacias, que usurpan la soberanía popular, para justificar su defensa del Estado burgués. Al referirse al Proyecto de Ley Orgánica del Poder Popular –la Ley marco que da fundamento a todas las demás–, García denunció que ésta introduce términos que no están contemplados en la Carta Magna, como contraloría social, economía comunal, instancias del poder popular, sistema económico comunal, socialismo y autogobierno comunal.

Es decir, coloca formalidades constitucionales, imprecisas además, por encima del supremo objetivo de transformar la sociedad transfiriendo poder, paulatinamente, a la gente. García apunta que el objeto de estas leyes es “la constitución de formas de autogobierno comunitarias y comunales, para el ejercicio directo del poder; desconociendo el artículo 16, 136 y 168 de la Constitución”, y aseguró que, con esto, los estados y municipios serían desplazados ¿Por quién, preguntamos nosotros? ¡Por el pueblo, pues! Como dicen por ahí: “maluco no es”.

La nueva conformación del Congreso de Estados Unidos supone un incremento de las amenazas contra nuestra Patria. Ahora, un grupo de congresistas republicanos lanzaron el viernes un nuevo llamado para incluir a Venezuela dentro de la lista de los países que auspician el terrorismo, luego de que el diario alemán Die Welt informará que Irán tiene una base de misiles balísticos de mediano alcance en territorio venezolano, como comentáramos en análisis anterior.

“¿Qué pruebas adicionales necesita esta administración de que el líder venezolano Hugo Chávez es una amenaza peligrosa para la libertad, estabilidad y seguridad de todo el hemisferio?”, expresó Connie Mack, representante por el Distrito 14 de la Florida en una carta dirigida a sus homólogos en el Congreso, como si las especulaciones de Die Welt fuesen prueba de algo: “Chávez le ha brindado ayuda y respaldo a organizaciones terroristas reconocidas internacionalmente como las FARC, está colaborando estrechamente con Irán en las industrias bancaria y de gasolina, sigue pisoteando los derechos y las libertades del pueblo venezolano, y ahora está permitiendo que Irán coloque misiles en territorio venezolano”.

Mack, quien propicia la resolución en el Congreso para incluir a Venezuela en la lista de países que auspician al terrorismo, criticó con un grupo de sus homólogos lo que calificaron de postura “demasiado blanda” por parte de la administración de Barack Obama ante la amenaza que Chávez representaría para el hemisferio. En una carta enviada el viernes a la secretaria de Estado, Hilary Clinton, los representantes instaron a Obama a que corrija ese “error”: “Las consecuencias de este tipo de colaboración serían devastadoras y es imperativo que tengamos un plan preparado para evitar que está asociación avance… Le hacemos un pedido para que el Departamento de Estado añada a Venezuela a la lista de estados que auspician el terrorismo y que emprenda una investigación de inmediato sobre la actividad iraní en Venezuela”.
Es absolutamente significativa la coincidencia con otras noticias que circularon igualmente este fin de semana. Un documento confidencial de la Embajada de Estados Unidos en Caracas redactado por el entonces Embajador William Brownfield en enero de 2005, que fue develado por Wikileaks y que nos reporta Eva Golinger, revela que el obispo católico Baltasar Porras solicitó ayuda del gobierno estadounidense para “contener” al presidente venezolano Hugo Chávez.

El cable, que fue enviado por la embajada al Consejo de Seguridad Nacional en Wáshington y a la sede del Comando Sur del Pentágono, fue publicado por Wikileaks ayer domingo. Titulado “Arzobispo venezolano insta al gobierno de Estados Unidos postura más crítica contra Chávez”, el Embajador Brownfield relata en el documento que durante una reunión que sostuvo el 6 de enero del 2005 con el arzobispo Porras, el líder religioso dijo que “el gobierno de Estados Unidos debería ser más explícito en sus críticas contra Hugo Chávez. Porras instó a la comunidad internacional más participación para contener las aspiraciones regionales de Chávez…”.

Es decir, Porras tiene exactamente la misma posición de Connie Mack, y auspicia desvergonzadamente la intervención gringa en Venezuela. Según el reporte, Porras, quien apoyó el golpe de Estado en abril 2002 contra el Presidente Chávez, ha continuado en sus esfuerzos para derrocar al gobierno venezolano utilizando a la iglesia católica como escudo, contó al Embajador Brownfield que consideraba al Presidente Chávez como un “problema de largo plazo”. Pero también “advirtió que en cuanto mayor sea la espera del gobierno de Estados Unidos para contener a Chávez”, más difícil sería lograrlo.

El obispo venezolano ofreció al gobierno de Estados Unidos los espacios y programas de la iglesia católica para realizar sus operaciones contra el gobierno de Venezuela: “Porras se ofreció a facilitar los esfuerzos del gobierno de Estados Unidos en Venezuela a nivel de la comunidad para demostrar que las entidades no-gubernamentales – la iglesia, el sector privado, etc. – pueden tener un impacto positivo sobre los pobres de Venezuela. Dio la bienvenida a las visitas del gobierno de Estados Unidos a la iglesia y en sus programas sociales en los barrios pobres".

Porras dijo que los europeos han sido igualmente débiles con Chávez, especialmente desde la salida del presidente del gobierno español José María Aznar. El arzobispo dijo que tanto América Latina como Europa necesitan un fuerte liderazgo del gobierno de Estados Unidos

Ahora bien ¿es esta una posición aislada de Porras, o se corresponde con una postura oficial de la Iglesia Católica contra las luchas de los pueblos por su liberación? La respuesta podemos encontrarla en declaraciones del máximo representante de la iglesia reaccionaria, el Papa Benedicto XVI. El pontífice “lamentó” ayer que a lo largo de la historia “muchos profetas, ideólogos y dictadores” se autoproclamaron Mesías e instauraron sus imperios, sus dictaduras y sus totalitarismos, que cambiaron el mundo de un modo destructivo. “Hoy sabemos que de esas grandes promesas no ha quedado nada más que un gran vacío y una gran destrucción”, subrayó Benedicto XVI en la homilía que pronunció durante la misa celebrada en este tercer domingo de Adviento en la iglesia de San Maximiliano Kolbe, en Roma.

No es muy difícil inferir las intenciones del “pastor alemán” (en ese sentido es un perro, parafraseado al gran poeta francés Antonin Artaud, que en su “Carta a los Poderes” llamó a Pio XII “Papa perro”). No existiendo ni el nazismo ni el llamado “socialismo real”, este bastardo se refiere a los grandes líderes populares de la actualidad, sin mencionarlos, como Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, Daniel Ortega, Fidel y Raúl Castro.

Una de las preocupaciones del Imperio y sus lacayos de toda laya, es la fortaleza de la Revolución Bolivariana y el gran apoyo popular, sobre todo de los más pobres, con que cuenta. Significativamente, Venezuela es el país de Latinoamérica y el Caribe con la mejor percepción de la justa distribución de la riqueza, tal como se desprende del estudio realizado entre enero y octubre de 2010 por la Corporación Latinobarómetro en 18 países del continente.

Venezuela también destaca como el primer país, de los 18 en los que se aplicó la consulta, en el que los ciudadanos tienen más interés por la política, lo cual refleja los avances de la democracia participativa y protagónica.  Venezuela resalta, además, como el tercer país de Latinoamérica y el Caribe en el que sus ciudadanos expresan mayor satisfacción.

Algunos articulistas de la oposición expresan su preocupación porque la popularidad de Chávez no se derrumba, como los opositores quisieran y a veces anuncian. Según el columnista de derecha Fausto Masó, “Las violaciones a la propiedad privada no convencieron a los electores de Guárico y de Amazonas para no votar por Chávez. Tampoco les molestó que vulnerase la constitución un día sí y otro no. El PSUV aumentó su votación en esos estados a pesar de las lluvias, los apagones, el desastre económico. Quizá esté ocurriendo lo peor: parte del país compra la utopía socialista, supone que las penalidades del presente abrirán la puerta a una sociedad de iguales”.

Entretanto, Chávez volvió el viernes a desenvainar la espada. El presidente hizo una nueva crítica a los medios del Estado, un poco molesto porque a veces se edita y no se muestra en el Sistema Nacional de Medios Públicos las interpelaciones que el pueblo hace:

“Oigan la crítica que voy a hacer a los medios públicos: de repente llega una persona a demandar, a exigir algo, y la tendencia de nosotros es a hacer lo que llaman una edición y quitar eso de la pantalla. ¡No! ¡A mí me lo ponen cien veces! ¡Cien veces! Esa señora que reclamó el ambulatorio que se está cayendo… ¡pues vamos al ambulatorio!”.

Chávez indicó que a veces se realizaba esas ediciones en los medios públicos porque la persona “gritó muy duro o estaba muy agresiva”. Pero indicó que eso no debe importar, es normal que la gente esté desesperada. El líder afirmó que “Uno no puede tenerle miedo al pueblo… Llega un drogadicto, un señor con Sida, hay que decirle: ‘ven acá, ¿te están atendiendo?’ Es un ser humano… No hay que tenerle miedo a que te agredan, te griten, te interpelen”.

Sobre ese pueblo, añadió: “Ellos tienen una gran cantidad de sentimientos acumulados, pero ¿saben que hay más allá de todo eso? Esperanza. Porque nunca hubo un gobierno que les diera la cara. Lo que les daban era plomo, plomo de verdad, guerra contra el pueblo”. Nosotros tenemos la satisfacción de haber señalado repetidas veces esa y otras fallas de los medios públicos, sin que nadie nos escuchara jamás. Uno de los problemas que tenemos que enfrentar es la cultura de la adulación. Lo que pasa es que nuestro pueblo llano no práctica el “jalabolismo” y de eso deberían aprender unos cuantos: a decir y dejar oír las verdades es, pues, la orden del comandante.

Chávez también se refirió a otros males de la Revolución: “Este viernes 10 de diciembre lo he dicho y siento preciso reiterarlo: he sacado el látigo y la espada para esta nueva batalla que estamos librando, no contra el imperialismo y sus lacayos -ésta es otra lucha ante la cual no debemos descuidarnos-, sino contra los viejos vicios y las nefastas prácticas del Estado burocrático. ¡Guerra a muerte contra el burocratismo: contra la contrarrevolución burocrática! Ahora más que nunca la calle es el campo de batalla de nuestra lucha por la justicia y la igualdad”

¿Cómo no querer profundamente a este huracán de verdades, a este hombre que no se detiene en su impulso revolucionario? Chávez acotó aquí un término diáfano: la contrarrevolución burocrática. El burocratismo es una de las principales vestiduras de la cultura capitalista, de la llamada democracia representativa, del viejo estilo de Gobierno que nos cuesta tanto superar. Fue uno de los causantes principales de la restauración capitalista en la Unión Soviética.

El único antídoto contra este mal es abrir, sin temores y de par en par, las puertas del poder a las masas populares, a la clase obrera, a los campesinos, a las fuerzas del pueblo. En los ministerios, en los entes y empresas del Estado, en las calles, en los campos. Ya una vez lo dijo Chávez: ese es el camino, no hay otro camino.

* Analista de asuntos políticos.

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