El único tema de la poesía es ella misma, afirma Juan Gelman
El poeta Juan Gelman (Buenos Aires, 1930), quien presentó en México la cuarta edición del poemario “Colera buey”, aseguró anoche que la poesía puede hablar de todo, de política, de la última hoja caída el otoño, del niño que le pegó la madre, de una piedra encontrada en la calle, “y hasta de amor, una cosa que no es tan simple”.
Porque, sostuvo, el único tema de la poesía es ella misma, y de esta forma “una piedra encontrada en la calle puede hacer un gran poema, o se puede hacer algo que se podría destinar a usos más útiles desde el punto de vista fisiológico”, añadió el vate al presentar la cuarta edición de Cólera buey, en el Palacio de Bellas Artes.
Gelman se reunió en la Sala Manuel M. Ponce del máximo recinto cultural del país con su amigo, el poeta José Angel Leyva, con quien charló, comentó una y mil anécdotas, leyó poemas de su autoría y contó historias hasta entonces inéditas entre quienes lo han seguido como admiradores de su obra poética.
El pretexto de la recepción fue la presentación, organizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), de la cuarta edición del mencionado poemario, que reúne textos escritos por Gelman entre 1962 y 1969, la mayoría de ellos de claro corte anecdótico-político.
Durante la velada, Leyva manifestó que Cólera buey fue editado por primera vez en La Habana, Cuba, en 1965, y posteriormente ha sido reeditado en 1971 y 1994, y “en el verano de 2011, por convenio entre Posdata Editores y la Universidad Autónoma de Nuevo León apareció esta nueva edición”.
El poeta subrayó que se trata de una “obra fundamental”, pues la poesía que ofrece Gelman en este volumen es profundamente humana, aunque el gesto subversivo no radica en la vertiente ideológica, sino en la revelación de una sintaxis que se resiste a todo orden, original del poeta argentino.
Por ello, y sobre todo mediante el uso de un lenguaje anómalo, los textos del poemario “Cólera buey” muestran que la percepción de la realidad en la poesía se encuentra en continuo proceso de transformación, como lo ha puesto de manifiesto Juan Gelman a través de prácticamente toda su obra.
Leyva señaló que este libro es el más importante para el autor, pues no se instala en una sola dirección poética, sino que en él pueden leerse poemas que resplandecen en su sencillez y poesía compleja que pretende alcanzar los niveles de un balbuceo primordial.
Gelman, poeta y ensayista, salió de Argentina en 1975, durante la dictadura militar, y vivió exiliado en distintos países. Finalmente fijó su residencia en México, donde fundó el grupo de poesía El pan duro y ha sido secretario de redacción de la revista Panorama y redactor de Nuestra palabra.
También ha sido secretario de redacción y director del suplemento cultural del diario La opinión (hasta 1973), secretario de redacción de la revista Crisis (hasta 1974) y ha obtenido los premios Mondello 1980, de Italia, por Gotán, y el Boris Vian 1987 por Com/posiciones y Eso.
Parte de su obra se encuentra en antologías, y junto con la de Mario Benedetti y la de Oliverio Girondo formó parte del guión de la película El lado oscuro del corazón (1992), de Eliseo Subiela.