Elecciones en Argentina: Cristina, el piso o el techo

1.399

Juan José Rendón, quien se presenta en su página digital como “comunicador, psicólogo y publicista”, está ligado a varias campañas electorales exitosas, como la del actual mandatario colombiano Juan Manuel Santos. En México, donde se lo conoce como JJ, alguna vez fue contratado por el PRI (Partido Revolucionario Institucional) y en medios periodísticos oficialistas y de la oposición se lo considera cercano a la CIA. El recurso más utilizado en sus acciones de desprestigio contra dirigentes y candidatos consiste en la “siembra de rumores” acerca de la vida privada de las víctimas. En Honduras trabajó en la campaña electoral de Porfirio Lobo, quien logró asumir el gobierno tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya. Fue especialmente activo en todas las construcciones propagandísticas contra el presidente venezolano Hugo Chávez. Según el periódico El Tiempo, de Colombia, “algunos comunicadores de talla internacional también lo señalan como el nuevo Goebbels del nazismo moderno, que forma parte de un grupo más grande de consultores políticos que buscan inmiscuirse en elecciones nacionales y locales, a nombre de intereses nada claros”.

El español Antonio Sola es el publicista de la extrema derecha de su país. Es considerado el estratega del Partido Acción Nacional, de México, para retener la presidencia y la mayoría en el Congreso. Desde muy joven milita en el Partido Popular de España y diseñó la última campaña en contra del actual jefe de gobierno José Luis Rodríguez Zapatero. En sus propias intervenciones reservadas admitió que el éxito de la comunicación política pasa por lo que él denomina “propaganda negra” y “campañas negativas”. La primera se sustenta en enlodar la imagen del adversario, con el esparcimiento de rumores a través de los medios tradicionales y de Internet; y la segunda consiste en inhibir el posible voto a favor de su adversario, mediante lo que los técnicos en esas lindezas de la manipulación denominan “operaciones de desgaste y desánimo”. En Haití trabajó para el presidente Michel Martelly y opera para que la firma Aguas de Barcelona se quede con el control de DINEPA, la empresa de aguas de ese país antillano. El más sonado de sus fracasos fue como asesor del derechista Mariano Rajoy, en España, cuando este fue vencido en las urnas por Zapatero.

Parece que los operadores sucios desembarcaron en Buenos Aires. Ahora resulta más fácil explicar el porqué y el cómo de la metralla difamatoria que disparan a mansalva los principales aspirantes de la oposición y los popes de la prensa canalla.

*Director del Observatorio de Medios de la Argentina, Publicado en Tiempo argentino
   

 

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.