Emilio, el inmigrante, II. – »NO MALGASTEN EL DINERO QUE LES ENVÍO»

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Afortunadamente me esta yendo bien. Tengo cuatro trabajos. Todos los días me toca levantarme a las 3.30 de la mañana. Cojo el bus nocturno y me voy para el primer trabajo; “una limpiecita” como dicen aquí los colombianos. En ese trabajo estoy de cinco a siete. Me toca lavar los baños de un edificio de siete pisos, en total son 14 baños y me toca lavarlos a la carrera porque tengo que hacerlo en esas dos horas. La verdad yo creo que ese trabajo deberíamos hacerlo entre dos personas, pero el supervisor quiere que yo lo haga solo.

Según mis compañeros el supervisor nos tiene a todos haciendo el trabajo de dos personas para él quedarse con el dinero restante. Lo más triste es que este señor supervisor también es colombiano y aun así se aprovecha de sus propios compatriotas. Hace rato me tiene enredado con una plata, nunca me paga completo sino a chichiguas. Lo más increíble es que jode todo el tiempo. Me regaña, porque según él, no limpio bien, pero él no se pone a ver que en dos horas es muy duro limpiar 14 baños. Además, a veces acabo de limpiar un baño cuando entra uno de esos ingleses cochinos y lo deja sucio, como si yo no lo hubiera limpiado. Ya me lo tengo pillado, apenas ve que termino, el viejo ca… este entra de una.

Después de esta limpieza me voy para otra de ocho a 10. En esta me toca recoger la basura de todos los pisos. Voy escritorio por escritorio vaciando las papeleras. Voy metiendo la basura en una bolsa negra. En este edificio trabaja mucha gente. Por lo que entiendo es algo así como una empresa de contadores. No le exagero si le digo que hay más de 100 escritorios. Luego me toca bajar una cantidad de bolsas llenas de basura para depositarlas en unos tarros inmensos.

Mi tercer trabajo comienza a las 11. Este me lo consiguió Gustavo ¿Se acuerda de él? el hijo de don Luis, el que vivía en la 39 con 41. Bueno con “Gus” nos toca limpiar los vidrios de las ventanas de varios edificios. Son edificios altísimos de más de 20 pisos. Nosotros nos subimos en unos andamios y vamos limpiando los vidrios. A medida que acabamos un piso nos van bajando. El supervisor dice que yo soy el limpiador de vidrios más rápido que ha conocido, y yo creo que tiene razón, lo que pasa es que el miedo me hace limpiarlos rápido para que me vayan bajando. Usted sabe mamá como le tengo de miedo a las alturas, pero ni modos, toca trabajar para ganarse los chavos. Con Gus trabajo hasta las cuatro de la tarde.

De ahí me voy para la casa a almorzar y a darme un duchazo. Luego me voy corriendo para mi otro trabajo que comienza a las 6 de la tarde. Es otra limpiecita. En esta estoy a cargo de todo un piso. Me toca limpiar dos baños, recoger la basura de todo el piso, limpiar los escritorios, lavar la cocina y por ultimo “juvar” como dicen aquí los colombianos, refiriéndose a aspirar. Todo esto toca hacerlo en dos horas. La verdad no entiendo cómo los supervisores pretenden que uno haga todo esto en tan poco tiempo. A veces trabajo más de las dos horas porque no va algún compañero y entonces yo le hago la “cavita”, es decir lo reemplazo y así me gano una platica extra.

A las ocho ya quedo libre pero me estoy buscando otra limpiecita con llave. Varios amigos tienen trabajos así. A uno le dan la llave de unas oficinas y uno va y las limpia a la hora que quiera. Pídale al Divino Niño que me salga un trabajo de estos para yo poder enviarles más platica. Te cuento que ahora estoy viviendo en una casa en el barrio de Leyton. Bueno la verdad es un apartamento. Tiene dos habitaciones y vivimos siete personas. Todos somos colombianos. En un cuarto vive una pareja de Pereira y su hijo. En el otro cuarto una pareja de Armenia con su hija, y a mi me alquilaron la sala. Me toca dormir en un sofá cama. Me tocó así para poder ahorrar. Me están cobrando 50 libras a la semana, con todos los “billes” incluidos, o sea con todas las facturas de los servicios. Con esta gente se vive muy bien. El único problema es que sólo hay un baño y como todos los adultos nos levantamos a la misma hora es un problema para poder entrar. Yo por eso ya opté por bañarme en la tarde, lo tenaz es cuando uno tiene una necesidad …. Siempre hay alguien en el baño.

A veces por el cansancio me da pereza cocinar y entonces termino comprando papas fritas con algo. Un día como papas fritas y pollo, otro día papas fritas y pescado, otro día papas fritas y chorizo. Esas papas saben lo más de rico, y son bien baratas, cada porción me sale a 1.50. Yo trato de no gastar mucho en comida para poder mandarles el giro a ustedes. Claro que a veces doña Lina, la señora de Pereira, me guarda algún bocadito y entonces no me toca comer papas.

El sábado comienzo a estudiar inglés en un colegio del municipio, son tres horas de 9 a 12. Yo tengo muchas ganas de aprender inglés a ver si después me consigo un trabajo mejor. De pronto y hasta me hacen supervisor. Para eso se necesita hablar inglés bien. También me gustaría más adelante comenzar a estudiar en la noche para ver si después puedo entrar a la universidad. Claro que este es un plan a largo plazo, para después de que pague todas las deudas.

Mamá ahí le va a llegar un giro a fin de este mes. Le voy a mandar un millón trescientos mil pesos, para que lo reparta de la siguiente manera:

1.. 200 mil pesos para pagar la cuota del tour en el que me vine a Londres.
2.. 250 mil para que pague la cuota del préstamo de la casa.
3.. 400 mil para los gastos de la casa, es decir comida y todos los recibos.
4.. 50 mil para la abuela.
5.. 50 mil para el abuelo.
6.. 50 mil para que le de a Estefanía para los pasajes del colegio.
7.. 100 mil para mi hermana Julieta.
8.. 100 mil para mi hermano Silvio.
9.. 50 mil para la tía Helena para que compre las pastas para la presión.
10.. 50 mil para la prima Doris para que le compre leche a la niña. Entre otras cosas ¿Al fin ese vago de Mario ya esta respondiendo por su hija?

Mamá y hablando de todo ¿Julieta y Silvio ya consiguieron trabajo? Es que me contaron que Silvio no sale de Aguaclara, dizque se la pasa rumbeando allá viernes y sábado. ¿Y Julieta dizque compro motico? También me contaron que ustedes están repartiendo tarjetas para los 15 de Estefanía? ¿Dizque van a hacer tremenda fiesta? ¿Con qué plata? Por lo visto todos se están dando la buena vida mientras yo trabajo duro aquí. No se les olvide que yo: como mal, vivo mal, visto mal y nunca salgo a rumbear, mi única diversión es dormir cuando se puede y ver la televisión. En fin…Mamá por favor sean conscientes todos. A mi nadie me esta regalando la plata. No la estoy recogiendo del piso. No se malgasten el giro que les envío.

Yo estoy trabajando duro por todos ustedes, para que vivan bien y sin necesidades. Espero que valoren lo que hago por ustedes y que todos sigan buscando trabajo y no se vayan a acostumbrar a no hacer nada, solo porque les llega el girito de Londres.

Bueno mamá cuídese mucho. Estos días le mando unas fotos. Me va a ver un poquito flaco, pero es que con tanto trabajo he perdido como 10 kilos…

Otra cosa. No le vaya a decir a nadie que yo ando limpiando baños aquí en Londres. Estos días me tomo unas fotos en uno de esos escritorios bonitos que yo limpio, con tremendo computador, para que luego las muestre a la gente. Dígales que yo estoy trabajando de recepcionista en una oficina.

Cuídense mucho. Tu hijo,

Emilio el inmigrante.

PD: ¿Jenni ha preguntado por mí?

La primera carta se puede leer aquí).

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* Periodista, vive en Londres.

bejaranojuancarlos@hotmail.com

Publicado originalmente en el diario El País, de Bogotá.
www.elpais.com.com.

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