EN EL LÍBANO GANÓ HEZBOLÁ; TRUMP CONTRA EL ACUERDO  NUCLEAR CON IRÁN Y UNA GUERRA QUE VA CRECIENDO

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En Medio Oriente están sucediendo hechos que no pueden ser vistos de un modo aislado. Ellos están vinculados y es conveniente atender al rumbo de su evolución. Hablando de esta situación, el presidente sirio Bashar al Assad lo sintetizó de esta manera: “Quizás no sea una Tercera Guerra Mundial en toda regla, pero es una guerra mundial. Tal vez de una manera diferente, no como la Segunda y la Primera; tal vez no sea nuclear, pero definitivamente no es una Guerra Fría; es algo más que una Guerra Fría, pero menos que una guerra en toda regla”.

Pero ¿cuáles fueron los últimos sucesos y las alianzas e intereses que se mueven en la región?

Las novedades de estos días acercan los siguientes datos: Uno, es el triunfo de Hezbolá y sus aliados en las elecciones parlamentarias del Líbano. Recordemos que Hezbolá es considerado por Israel, Estados Unidos y los países que integran la “alianza occidental” como un grupo terrorista. Para los países musulmanes de la región, en cambio, Hezbolá es una fuerza de resistencia que los protege de los avances y ataques armados de Israel. En las recientes elecciones, donde se elegían 128 legisladores, repartidos por mitades entre cristianos y musulmanes, esa alianza avanzó respecto de las anteriores logrando ampliar su mayoría.

Hezbolá es aliado de Irán y firme defensor del gobierno de Siria. Después de estos resultados el gobierno de Israel ha dicho que no diferenciará entre el Estado soberano de Líbano y Hezbolá y se reserva el derecho de atacar cualquier parte del territorio del Líbano, si hay ataques provenientes de ese territorio.

Ese es uno de los actuales frentes de tormenta actuales de la región que incluye Líbano; la palestina Franja de Gaza; la bombardeada zona de Siria y el territorio israelí, particularmente las Alturas del Golán ocupadas por ese país, son lugares donde estos días hubo ataques con misiles de uno y otro sector.

No hay que olvidar que tanto para Israel y Estados Unidos, por un lado,  como para los países agredidos por esa alianza -que cuentan con el apoyo de Rusia- el sitio principal del combate actual es Siria.

Desde hace un tiempo Rusia tiene dicho que Siria es la “línea roja” que la alianza de Israel y Estados Unidos no podría sobrepasar. Eso ocurrió luego que Estados Unidos destruyera a Libia, reconstituyera parte de su poder en Irak y se decidiera a poner su pie en Siria para avanzar hacia su gran objetivo que es Irán. En ese marco Rusia se comprometió con Siria procurando evitar que los Estados Unidos controlen la región.

Por el otro lado, para Israel, la imposibilidad de destruir a Siria y su cercanía política y ciertos acuerdos militares con Irán, significaban la otra “línea roja” que Israel no permitiría. Los acuerdos y compromisos de Donald Trump con Israel son otro componente de este panorama. Estados Unidos no cesa sus ataques contra Siria. Ahora Israel percibe que puede profundizar esas acciones y se enanca en la política de Trump para desarmar todos los acuerdos de Barack Obama y romper los acuerdos nucleares firmados con Irán, aún cuando Europa se oponga a ello.

Todos estos objetivos parecen difíciles de alcanzar para la alianza de Israel y Estados Unidos, pero en ese camino han destruido gran parte de la infraestructura e industria de Siria y sin embargo luego de los ataques de esta semana, el pueblo sirio salió a las calles para vociferar su bronca contra los atacantes

Juan Guahán

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