En la Argentina, ojo con el teléfono
(Buenos Aires). Cuando me llegó el mensaje –una de esas “cadenas” de correo electrónico– mi primer impulso fue borrarlo y adiós a otra demostración de histeria ciudadana urbana. Pero dudé.
Puesto que lo tenía en pantalla me dije “Total, ¿qué mal hago?” y llamé a informaciones de Telecom, la empresa telefónica a la que, por razones geográficas, estoy abonada. En este país uno recibe un buen –o un mal– servicio según el área donde vive. Una región, el sur, es atendida por Telefónica –la española que perdió el acento en sus anuncios gráficos–; la otra, el norte, por Telecom, que solía ser italiana.
La ciudad de Buenos Aires es el centro a partir del cual ambas empresas se reparten el territorio por virtud del ansia privatizadora de los tiempos de la presidencia del doctor Carlos Menem. Aquí y allá, como pequeños lunares en un rostro perfectamente maquillado, algunas cooperativas locales todavía brindan servicio en zonas alejadas.
Llamé pues al 112 de Telecom y pregunté si había algo de cierto en el contenido del correo electrónico que me había llegado. Para mi sorpresa, me dijeron que sí, que efectivamente pasa lo que dice el mensaje.
En síntesis: llaman a un teléfono diciendo que son del servicio técnico de alguna empresa subsidiaria o subcontratista de aquella que brinda el servicio –o de telefonía móvil o proveedora de acceso a la internet–. En el caso de mi corresponsal, éste creyó que se trataba de ATT.
Una voz educada pregunta si se dispone de “marcación de tonos”. Naturalmente que el 90 por ciento de los usuaruos de teléfonos no tienen la menor idea de lo que eso significa (el otro 10 por ciento tampoco, pero no siguen la conversación: se salvan).
Establecido el contacto el supuesto agente de la empresa que supuestamente llama, con la excusa de que necesitan realizar comprobaciones en la línea, pide al inocente que digite 9-0-# (nueve-cero-numeral).
Los incautos lo hacen. Una vez que lo han hecho, dicen que no hay problemas y dan las gracias. Cortan.
Acaban de convertir esa línea en madre de las llamadas que se realicen desde la cual han llamado; es decir: su número. En la práctica esto significa que todas las llamadas que se hagan desde ese teléfono se las cobrarán a usted. Y le aseguro que habrá muchas, y de muchos minutos, de carácter internacional.
Las compañías telefónicas no saben, me explicaron, cómo detener esta trampa, ni como evitar este fraude (es lo que ellas dicen, total: bien que los cobran).
CELULARES TAMBIÉN
Estaba por enviar lo escrito cuando se agrega nueva información: Usuarios de teléfonos móviles, si reciben un mensaje indicando que llamen al número 011-4145-5414, no lo hagan bajo ningún concepto. Su factura podrá aumentar hasta el infinito,
—————————–
* Periodista.