Las autoridades de Río de Janeiro decidieron retirarle los fusiles a la Policía local ante la ola de casos donde murieron o fueron heridos civiles inocentes. El propio secretario de Seguridad, José Beltrame, admitió que "es desproporcionado" el uso de fusiles en las calles y confirmó que a fines de agosto se les retirarán a los agentes de la Policía Civil y la Militarizada (PM).
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