Lo de las armas de destrucción masiva, ¿recuerdan? Y aunque hay más pena que vítores, los pueblos supieron encontrar, en vez de la "pálida lágrima de la vergüenza" de la que habla Cela, el plácido gesto de una sonrisa. Quizá la luzca usted también.
Sobran las palabras.
La obra pertenece a la dibujante María Centeno.
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