Estados Unidos: ¿Guerra civil o contienda electoral?
Paula Giménez y Matías Caciabue – CLAE
El pasado mes de enero Estados Unidos ha estado atravesado por las tensiones entre el Estado de Texas y el Gobierno Federal en relación al control migratorio. La frontera de más de 2.000 kilómetros con México ha sido motivo de múltiples conflictos a lo largo de los años. A esta dinámica histórica, se le agrega en este 2024 un nuevo elemento: la disputa electoral por ocupar el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Greg Abbott, gobernador republicano del estado de Texas y estrechamente vinculado a Donald Trump, en 2021 lanzó la “Operación Estrella Solitaria”, que consistió en un refuerzo del control migratorio a través de la instalación de una gran barrera de alambre de púas flotante a lo largo del Río Bravo y del incremento de patrullas fronterizas. El alambrado, recorre unos 48 kilómetros del Río Bravo, la frontera geográfica entre ambos países.
El conflicto actual
A principios de enero, el Gobernador Abbott dio instrucciones a su Guardia Nacional de reforzar los controles migratorios en la Ciudad de Eagle Pass (Paso del Águila), una localidad texana de unos 30 mil habitantes transfronteriza a la localidad mexicana de Piedras Negras de casi 180 mil ciudadanos. Eagle Pass es uno de los pasos fronterizos más utilizados por la inmigración ilegal, particularmente por las caracteristicas urbanas y geográficas del mismo.
En Eagle Pass, la Guardia Nacional texana, una fuerza reservista militar que tiene a los Gobernadores como sus Comandantes en Jefe, alambró y bloqueó el Shelby Park, un parque urbano de unas 20 hectáreas con acceso al Río Bravo, por donde pasa la mayor cantidad de inmigrantes ilegales desde México y Latinoamérica hacia los EU. Dicha acción del Gobernador Abbott se realizó impidiendo que la Patrulla Federal Fronteriza pueda controlar el sector, colocando sus equipos de vigilancia móviles.
El conflicto finalmente escaló el viernes 12 de enero, cuando se conoció el ahogamiento de dos niños y su madre en esa zona, lo que multiplicó el cruce de acusaciones entre funcionarios estaduales y federales. A partir de allí, el Departamento de Seguridad Nacional y las autoridades del Estado de Texas se disputaron el levantamiento de los bloqueos.
A partir de una presentación de la Casa Blanca, la Corte Suprema de los EU, en una votación dividida que finalizó 5-4, el 22 de enero autorizó al gobierno federal a levantar el alambrado construido por el gobierno estadual, resolviendo que la Patrulla Fronteriza retire el alambre de púas instalado en la frontera.
Lejos de aceptar la medida, miembros de la Guardia Nacional de Texas instalaron más cercas y alambres de púas en la zona y permitieron que las tropas arrestaran y encarcelaran a miles de inmigrantes acusados de invasión de propiedad privada, lo que hace que se siga escalando el conflicto.
Texit, Texas Exit
El desarrollo de los hechos ha reavivado el movimiento Texit, una propuesta separatista para que el Estado de Texas vuelva a ser una nación independiente, como lo fue entre 1836 y 1845, luego que los colonos estadounidenses desataran un extenso conflicto en el que México no sólo perdería el control de Texas, sino también la mitad de su territorio original.
El movimiento separatista, reavivado en 2016 a partir de un efecto Post-Brexit, se reavivó en los hechos de los últimos días. Tal es así, que la propia prensa estadounidense instaló la idea de que el conflicto fronterizo era el inicio de una nueva “Guerra Civil”. El antecedente histórico es muy fuerte. En el siglo XIX, entre 1821 y 1835, Texas formaba parte de los Estados Unidos Mexicanos, como parte del Estado de Coahuila y Texas. Luego de la Batalla de Jacinto en 1836 se independizó formando la República de Texas y existió como un país independiente entre 1836 y 1845.
En ese entonces, existían dos fracciones: una nacionalista, encabezada por Mirabeau B. Lamar, que defendía la independencia de Texas, incluyendo la expulsión de los nativos americanos y la expansión de Texas hacia el Océano Pacífico; y la facción confederada, liderada por Sam Houston (el prócer que bautiza la ciudad texana más poblada), que luchó por la incorporación de Texas a Estados Unidos, algo que finalmente ocurriría un 28 de febrero de 1845, cuando el Congreso de la Unión aprobó su incorporación como un estado de los Estados Unidos de Norteamérica. Luego de esto, los texanos ultraconservadores pelearon en el bando esclavista en la guerra de secesión estadounidense.
Un Texas independiente actualmente ocuparía el lugar 40° en los países con mayor tamaño del mundo, con una extensión similar a la de Francia, y el lugar 51° por población, a partir de sus más de 30 millones de habitantes. Además, el Estado es la segunda economía de EU, sólo por detrás de California, con un PBI de 2,4 billones de dólares, lo que representa un tamaño superior a las economías de Corea del Sur, Brasil, Australia, Rusia y España.
Dicho territorio alberga parte del arsenal nuclear de los Estados Unidos, cuenta con la Central Nuclear del Sur de Texas y la gran planta de armas nucleares Pantex. En términos productivos, es también el primer estado en producción de lana, algodón y petróleo. Texas también alberga las principales plataformas de fabricación de cohetes avanzados, como Starbase de SpaceX, propiedad de Elon Musk.
*Giménez es Licenciada en Psicología y Magíster en Seguridad y Defensa de la Nación y en Seguridad Internacional y Estudios Estratégicos. Caciabue es Licenciado en Ciencia Política y Secretario General de la Universidad de la Defensa Nacional UNDEF en Argentina. Ambos son investigadores del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).