Europa tambaleante se aferra a Cumbre del G-20
Fausto Triana*
Aunque algunos economistas aseguran que lo peor de la tormenta financiera internacional ya pasó, las noticias de cada día disparan los nervios bursátiles y hace a Europa aferrarse a la esperanza de la Cumbre de Washington.
El sábado, líderes del Grupo de los 20 (G20) se reunirán en la capital estadounidense para buscar una respuesta a la crisis que si bien ya tuvo algunos paliativos, no deja de señalar con el dedo acusador el duro camino de la recesión.
Inminente o virtual, la debacle de varias de las más poderosas economías mundiales ya no es un peligro potencial. Los últimos rumores apuntan con fuerza nada menos que a Alemania, también de soslayo a Gran Bretaña y ligeramente a Francia.
Las soluciones mágicas no son ni siquiera el sueño de los dirigentes del G20, que tratarán de ofrecer algunas ideas para frenar el descalabro de una economía mundial, la cual, no puede ser dejada a la espontaneidad del mercado, dijeron expertos.
Ante la disminución de los precios del petróleo, el repliegue del euro frente al dólar y el anuncio del banco de Inglaterra de que el país ya está en recesión, el panorama se hizo más sombrío y las reacciones negativas en las bolsas se sucedieron.
Además, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Henry Paulson, indicó que las autoridades están cambiando el foco de un masivo plan de rescate financiero nacional, dejando de lado planes para comprar títulos e “hipotecas tóxicas”.
Por otra parte, la confianza de los consumidores japoneses registró un récord a la baja, y la producción industrial de la zona euro cayó fuertemente en septiembre.
Sólo Francia tuvo una noticia alentadora este jueves, al conocerse de una ligera baja en octubre de la inflación de 0,1 por ciento respecto a septiembre, gracias a la caída de los precios del petróleo.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos dio a conocer la información, la cual fue recibida con aplausos por la ministra de Economía, Christine Lagarde, quien apostó por índices inferiores al tres por ciento en 2008.
*Publicado en Prensa Latina