Explosión destruyó hotel de lujo en Cuba y dejó 22 muertos: el fantasma del terrorismo
Elmer Pineda dos Santos - CLAE
Una fuerte explosión destruyó el viernes el céntrico hotel Saratoga de La Habana, que estaba cerrado al público, y dejó al menos 22 muertos, unos 64 heridos y 13 desaparecidos, confirmó la presidencia. El origen del estallido fue una fuga de gas proveniente de un camión dentro de las instalaciones que estaban en remodelación, por lo que sólo había trabajadores.
No fue una bomba ni un atentado, sino un accidente:, señaló el presidente Miguel Díaz-Canel, espantando al fantasma de un eventual atentado terrorista. El Saratoga es un sitio histórico de la capital cubana, que desde hace años se había convertido en un alojamiento de lujo, en el que tiempo atrás se alojaron personalidades de la talla de las cantantes estadounidenses Madonna y Beyoncé.
El temor de un atentado surgió debido a que durante la década de los 90 hubo una oleada de ataques explosivos en lugares turísticos de Cuba, financiados desde Estados Unidos y organizados por el salvadoreño Francisco Chávez Abarca, quien a su vez fue reclutado en 1996 por el anticastrista el cubano Luis Posada Carriles, quien hizo estallar en 1972 un avión de Cubana de Aviación y mató a sus 73 ocupantes.
Chávez Abarca, junto con otro salvadoreño y cuatro guatemaltecos, sistemáticamente colocó bombas en discotecas, hoteles y clubes turísticos de Cuba. Chávez Abarca fue extraditado desde El Salvador a Cuba en 2010 donde fue juzgado por terrorismo y condenado a 30 años de prisión por terrorismo.
El inmueble, categoría cinco estrellas, iba a ser reabierto el martes 10 de mayo. El Saratoga se encuentra en un edificio de estilo neoclásico construido en 1880 y que desde 1933 funciona como un hotel. Su última restauración tuvo lugar en 2005. Se encuentra en pleno Paseo del Prado, una de las principales avenidas de la Habana Vieja, en el centro histórico de la capital cubana.
Se sintió un estruendo tremendo y una nube de polvo que llegó hasta el parque (de enfrente), mucha gente salió corriendo, declaró Rogelio García, conductor de un bicitaxi que iba pasando al momento de la explosión.
Las cuatro primeras plantas del Saratoga, que cuenta con 96 habitaciones, dos restaurantes y una piscina en la azotea, volaron en pedazos por los aires en la explosión. El suelo quedó sembrado de escombros y cristales, además varios automóviles resultaron dañados alrededor.
Hasta la explosión de este viernes que lo derrumbó casi por completo, el edificio conservaba su fachada original, aunque con un poco de deterioro. Sin embargo, había sufrido una importante transformación y se perdieron algunos rasgos originales de la construcción, aunque mantenía las rejas y la carpintería francesa y las celosías de madera originales, así como algunas de las columnas que le aportaban una imagen imponente. Con la llegada de la Revolución en 1959 se convirtió en un edificio de viviendas con muchas divisiones.
El presidente Díaz-Canel supervisó las labores de rescate y luego se trasladó a los hospitales Calixto García y al Hermanos Ameijeras para informarse sobre el estado de los heridos. Nuestras más sentidas condolencias y el acompañamiento sincero a los familiares y allegados de las víctimas. Fuerza Cuba, expresó Díaz-Canel en un tuit.
La explosión ocurrió poco antes de las 11 de la mañana. El mandatario llegó con una comitiva de trabajo una hora después al lugar, donde confirmó: No ha sido una bomba ni un atentado, ha sido un lamentable accidente. La presidencia informó en un tuit que las investigaciones apuntaban a una fuga de gas como causa del siniestro.
Roberto Calzadilla, delegado de la empresa estatal Gaviota, propietaria del hotel, explicó que la explosión ocurrió cuando se estaba reabasteciendo el gas con una pipa. De los primeros cuatro pisos del edificio sólo quedaron algunas columnas que sostienen la estructura. Una escuela fue evacuada tras el estallido y nadie resultó herido, informó la presidencia, pero colapsó la cúpula de la aledaña iglesia bautista El Calvario.
Las labores de rescate se realizan en medio de condiciones peligrosas, debido a los daños estructurales del edificio parcialmente destruido. Rescatistas y peritos del cuerpo de bomberos detuvieron por momentos la remoción de escombros ante la posibilidad de que existan sobrevivientes en el sótano del hotel, de acuerdo con un reporte de la televisión cubana.
Por la noche, la presidencia tuiteó que los datos de los afectados por la explosión son: 21 adultos y un menor de edad fallecido, 50 adultos hospitalizados, 14 menores de edad hospitalizados y 13 personas desaparecidas, pero no aclaró era su paradero o si estaban incluidos en la estadística de víctimas.
Las prioridades establecidas por el Gobierno cubano son: atender a las familias afectadas, recuperación del hotel y de las viviendas dañadas, reubicación de los niños de la escuela ubicada al costado del hotel y recuperación de ese centro docente, rescate de todas las instalaciones afectadas, e información oportuna a la población.
Los bomberos prepararon las condiciones para continuar durante toda la noche las labores de búsqueda y rescate hasta certificar que no existen personas bajo los escombros.
Durante la jornada, la población, en su mayoría jóvenes y estudiantes, donaron sangre en el banco provincial de esta capital como muestra de solidaridad con los heridos. El canciller Bruno Rodríguez expresó su solidaridad y consternación por la tragedia y envió sentido pésame a los familiares de las víctimas fatales.
* Periodista cubano asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)