
En el estudio, utilizaron un tipo avanzado de método de análisis químico por espectroscopía de masas para medir los niveles de trazas de unos 30 metales diferentes en muestras de cerebro y sangre de una serie de personas, incluidas las cognitivamente sanas, las que se encontraban en una fase inicial de demencia y las que padecían Alzheimer avanzado.
El análisis reveló que el litio era el único metal con niveles marcadamente diferentes entre los grupos, que además parecían cambiar en las fases más tempranas de la pérdida de memoria. “El litio resulta ser como otros nutrientes que obtenemos del medio ambiente, como el hierro y la vitamina C”, afirmó el doctor Bruce Yankner, autor principal del estudio.
“Es la primera vez que se demuestra que el litio existe a un nivel natural biológicamente significativo sin administrarlo como fármaco”, agregó.
Aunque los compuestos de litio se han utilizado históricamente para tratar una serie de afecciones mentales como el trastorno bipolar y el trastorno depresivo mayor, en estos casos se administran a concentraciones mucho más elevadas que podrían ser incluso tóxicas para las personas mayores.
Los científicos han descubierto ahora que el orotato de litio es eficaz a una milésima parte de esta dosis, suficiente para imitar el nivel natural de litio en el cerebro. Sin embargo, los últimos descubrimientos con esta sustancia deben confirmarse en humanos mediante ensayos clínicos.
Aun así, los investigadores sospechan que medir los niveles de litio podría ayudar a detectar el Alzheimer en sus primeras etapas. Los hallazgos cuestionan la teoría de la enfermedad de Alzheimer, que afecta a casi 400 millones de personas en el mundo, y ofrecen una nueva estrategia de diagnóstico precoz, prevención y tratamiento.
Estudios han demostrado que el Alzheimer implica una serie de anomalías cerebrales, como lo son los cúmulos de la proteína beta amiloide, los embrollos de la proteína tau y la pérdida de la proteína protectora del cerebro REST. Sin embargo, estas anomalías nunca han explicado del todo la enfermedad.
Sigue sin estar claro por qué algunas personas con alteraciones cerebrales similares a las del Alzheimer nunca llegan a desarrollar demencia o deterioro cognitivo.
Tratamientos desarrollados recientemente para atacar las placas beta amiloides tampoco parecen revertir la pérdida de memoria, sino que sólo reducen modestamente la tasa de deterioro cognitivo.
Afirman los científicos que el litio podría ser el eslabón perdido. “La idea de que la deficiencia de litio pueda ser una causa de la enfermedad de Alzheimer es nueva y sugiere un enfoque terapéutico diferente”, aseguró Yankner. “Hay que tener cuidado al extrapolar a partir de modelos de ratones, y nunca se sabe hasta que se prueba en un ensayo clínico controlado en humanos. Pero hasta ahora los resultados son muy alentadores”, añadió.
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