Farándula: la democracia perfecta… Mmmm…. demasiado perfecta

Lagos Nilsson

En un alarde de organización y aritmética, antes de dos horas de concluído el acto electoral los chilenos supieron quién será su próximo presidente. ¡Larga vida al estilo de hacer política al modo de los dibujos animados de Walt Disney de los años cincuentas! Y, como sucede en esas películas, lo cierto es que nada parece cambiar luego de la elección. O sí: mucho más que antes las fuerzas del binominalismo son una el espejo de la otra. Lo más interesante fue el discurso del Reyecito. Pero ese no es Disney, es S.Oglow, y pertenece a los años treintas…

A golpe de cuatro de la tarde, radioemisoras y canales de TV en ridícula algarabía de frases comunes, pusieron suatención en las primeras mesas receptoras de sufragios que iban cerrando para abrir el recuento de votos. La primera docena de ellas, salvo alguna excepción, sentaron la pauta: ganaría el señor Piñera, por una parte, y por la otra se desguazaba, como buque viejo, el temor de la protesta –que algunos temían de los "meoístas" recalcitrantes– del voto nulo y en blanco.

A las cinco y veinte minutos la proyección hacia el triunfo del señor Piñera se esgrimía prácticamente en todos los medios de comunicación periodísticos. A filo de las seis de la calurosa tarde el primer informe sobre sobre el recuento oficial –casi el 50% de los votos emitidos– aplaudía la victoria piñerista. Probablemente nunca en ninguna parte hubo resultados tan pronto, en especial si se considera que cada mesa receptora de sufragios –normalmente unos 300 inscritos en cada una– debe contar el número de papeletas, cada vocal de mesa debe firmarlas, abrirlas (se sellan con una estampilla) y leer en voz alta el nombre del candidato que el elector ha preferido.

Es que los chilenos son únicos; capaces de cualquier cosa para dar "un ejemplo al mundo". Hasta aquí la mecánica post votación.

Todo rápido, todo pulcro

Con una celeridad que en todo se pareció a los viejos "tongos" del boxeo, a continuación,  los agentes, dirigentes de comando, asesores, futuros paniaguados del nuevo gobierno, etc… los ex rivales procedieron a cantar ante cada micrófono que se les ponía delante, loas al adversario de esa misma mañana.

Según la moda estadounidense en boga, los ex candidatos tomaron a sus pobres cónyuges del brazo (¡qué caras cansadas las de ellas), convenientemente vestidas de una forma "pop" –que un argentino de antaño calificaría como "de percal"–, sin los afeites, joyería y modelitos habituales de su vida social y enfrentó las cámaras. La verdad es que se las veía incómodas con sus vestuarios políticos a imitación de los comprados hechos en las tiendas.

Primero el señor Frei, el derrotado –como se le dijo tantas veces que iba a serlo– para felicitar al señor Piñera. Y congratularse por el cívico desempeño ciudadano. El trato fue, como corresponde, cordial y cariñoso. Más tarde, después de recibir, en cámara, la llamada de estilo de La Moneda e invitar a la presidente Bachelet a tomar desayuno (¡sic!) el señor Piñera, el victorioso tras ocho años e innúmeros millones invertidos en campaña, dijo lo suyo a "chilenas y chilenos". Y trató con cordialidad al señor Frei. Daban ganas de besarlo; pero Chile carece de un besuqueiro –aunque le cobran Cacarecos.

La ceremonia –copiada de otras tierras, como los vestidos de las cónyuges– llegó a su fin. Había caído la noche sobre Santiago. Algunos miles de ingenuos bailaban con la fe sencilla de los ignorantes en la avenida principal de la capìtal y en plazas y calles de provincias; algunos más enterados e interesados destapaban lo que suelen destapar para brindar. Otros, más enterados todavía, se llamaron a silencio. El resto, en la Concertación, afinaba su paso a la empresa privada y en la Alianza su paso a la operación pública. Va a haber bajas: gentes de tercera fila: ya se arreglarán. Se rompen huevos para hacer tortillas.

En su lejana tumba siciliana Lampedusa feliz. El gatopardo asoma rampante.

No estaba muerto, andaba de parranda

Una cosa es cierta. Los políticos no mueren sino hasta que son sepultados por lo menos cuatro veces. Y a Ricardo Lagos Escobar no le han hecho ni capilla ardiente (para ser honestos, luego de oír a su primogénito, ojalá viva 100 años más). Así que como el Reyecito, pero de verdad triunfador, habló en el mismo escenario donde Freí lucio el horrendo vestido de su cónyuge y la valerosa, no se le puede negar, sonrisa de circunstancia del derrotado. ¿Qué dijo el uncido?

Pasó algunas facturas impagas a algunos dirigentes, con seca brevedad dio estatura política (¿o apenas humana?) a Frei y, no podía ser de otra laya, habló del futuro, con fe ciega en la Concertación (que ha dado el mejor gobierno, en los últimos 20 años, dijo, que ha tenido la historia republicana de Chile) . Adelantándosea las soporíferas negociaciones que vienen entre el futuro gobierno y la futura oposición, fue enfático: los partidos de la Concertaciòn deben dar lugar a la incorporación de sangre nueva. Dirigentes jóvenes que escuchen la voz de la sociedad. Tierno y a la vez profundo.

Eso sí: jóvenes dirigentes que tenga claro una cosa: él está disponible para aconsejarlos. Lagos Escobar jefe de la oposición o detrás del escritorio del futuro jefe nominal de la oposición. El niño Escalona con sus "compañeros" (a veces en el campo se decía "compañones") al remojo.

Lagos Escobar en su propia campaña para salvar los valores democráticos. No vaya a ser que ese niño Enríquez-Ominami, que quiere ser el capo de todas las oposiciones, de repente deje las autorreferencias del sacrificio propio y de su círculo áureo y por esos extraños caminos de la política deje el liberalismo progresista y se ponga a pensar en serio en la sociedad que pretende algún día representar.

Lagos Escobar cortará cabezas –o lo intentará–. Ya veremos cuántas. ¿Y quién se lo podrá impedir, quién protegerá a las víctimas anotadas en su agenda? El Chapulín Colorado no se meterá con él. Y por último Bachelet 2014 no viste de colorado, sino de rosa.

Por ahora nada va a cambiar. Y si algo llega a ser diferente será peor.

Addenda.
El término farándula se liga tradicionalmente al universo considerado como desorden del teatro, los hechos y anécdotas de actores y actrices; pero en muchos países en la actualidad designa un subgénero periodístico cuya temática es el mundillo de la vida diurna, nocturna y los amoríos, vestimenta y dichos de figuras de los negocios, el deporte, la política y el espectáculo tal como se ventila principalmente en televisión.
 

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1 comentario
  1. Sylvia dice

    Chilevisión si sabe de farándula…!!

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