El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que el próximo viernes, 15 de agosto, se reunirá con su homólogo ruso, Vladímir Putin, en Alaska, para discutir un posible fin a la guerra en Ucrania. La última vez que Putin se reunió con un mandatario estadounidense fue en 2021, en un encuentro con el entonces presidente Joe Biden celebrado en Ginebra. En 2018 se había reunido con Trump en Helsinki.
La última vez que Putin se reunió con un mandatario estadounidense fue en 2021, en un encuentro con el entonces presidente Joe Biden celebrado en Ginebra. En 2018 se había reunido con Trump en Helsinki. En los últimos días, Trump ha impulsado medidas de presión económica contra Moscú como aranceles a países -como India- que compran petróleo ruso. Analistas consideran que estas acciones forman parte de su estrategia para llegar a la mesa de negociación con un margen de influencia frente a Putin, aunque no está claro si lograrán el efecto deseado.
Portavoces del gobierno ruso calificaron el próximo encuentro como «una oportunidad para el diálogo directo» y reiterado que Moscú buscará garantías de seguridad y reconocimiento internacional de los territorios que controla en Ucrania. La cita de Alaska se perfila como uno de los momentos diplomáticos más observados del año, con implicaciones que podrían ir más allá del conflicto en Ucrania. No se ha precisado si habrá participación de representantes ucranianos o mediadores externos en las conversaciones de Alaska.
Yuri Ushakov, asesor de Putin y exembajador de Rusia en Washington, explicó la razón por la que se había seleccionado a Alaska, un ex-territorio ruso –que en 1867 EEUU compró a Rusia–, como sede de la trascendental cumbre. “Parece muy lógico que nuestra delegación simplemente vuele a través del estrecho de Bering
La propuesta de Trump de incluir un «intercambio de territorios» como parte de un eventual acuerdo de paz ha despertado críticas tanto en Kiev como en varias capitales europeas. Las autoridades ucranianas han reiterado que no aceptarán ceder zonas controladas por Rusia.
La cita de Alaska se perfila como uno de los momentos diplomáticos más observados del año, con implicaciones que podrían ir más allá del conflicto en Ucrania.La propuesta de Trump de incluir un “intercambio de territorios” como parte de un eventual acuerdo de paz ha despertado críticas tanto en Kiev como en varias capitales europeas. Las autoridades ucranianas han reiterado que no aceptarán ceder zonas controladas por Rusia.
Washington y Moscú están tratando de llegar a un acuerdo para detener la guerra en Ucrania, el que reconocería la ocupación rusa del territorio anexado durante su invasión militar, según Bloomberg News .En los últimos días, Trump ha impulsado medidas de presión económica contra Moscú como aranceles a países -como India- que compran petróleo ruso. Estas acciones forman parte de su estrategia para llegar a la mesa de negociación con un margen de influencia frente a Putin, aunque no está claro si lograrán el efecto deseado.
Desde el Kremlin, portavoces han calificado el próximo encuentro como “una oportunidad para el diálogo directo” y reiterado que Moscú buscará garantías de seguridad y reconocimiento internacional de los territorios que controla en Ucrania. No se ha precisado si habrá participación de representantes ucranianos o mediadores externos en las conversaciones de Alaska.
Mientras, el mandatario chino, Xi Jinping, ha reiterado en una llamada telefónica con Putin que Pekín mantendrá su posición de promover el diálogo y favorecer un alto el fuego en Ucrania.
Cabe recordar la reciente presión económica impuesta por Trump sobre terceros países, como la India, al fijar 50% de aranceles «en respuesta a la compra continua de petróleo y armas rusas». El martes, en una entrevista en CNBC, el mandatario declaró que India estaba “alimentando la maquinaria bélica” contra Ucrania, llegando a afirmar que no les importaba “cuantas personas están siendo asesinadas” en la guerra.
La cuestión territorial es una de las centrales en las negociaciones que puedan ocurrir en el marco de una guerra que lleva más de tres años: Putin reclama mantener todo lo ocupado, incluido Crimea, y Ucrania se niega rotundamente. Volodímir Zelenski, quien no fue invitado a la cumbre, se plantó el sábado afirmando que «los ucranianos no entregarán sus tierras al ocupante», en un “rotundo rechazo que podría enfadar a Trump”
Trump comentó que “el conflicto en Ucrania pudo haber sido nuclear . Asentó que se darían “ swaps (intercambios) territoriales” en Ucrania , lo que causó mayor apoplejía en la coalición militarista europea –encabezada por Gran Bretaña, Francia y Alemania– que en Ucrania misma, donde la mayoría de la población desea finiquitar la guerra.
Los analistas resaltan la labor silenciosa pero muy efectiva de Kirill Dmitriev , asesor en inversiones de Putin, de que el encuentro del enviado de Trump, Steve Witkoff, conPutin, además del espinoso contencioso de Ucrania, comportaba la negociación bilateral entre las dos máximas superpotencias nucleares y sus inversiones conjuntas desde el Ártico hasta las “tierras raras» .
Dimnitriev reveló que sin duda, un número de países interesados en continuar con el conflicto harán esfuerzos titánicos para descarrilar la cumbre
mediante “provocaciones y desinformación”. Resaltó que Alaska es el sitio perfecto
ya que EU y Rusia se encuentran a 2.4 millas (3.8 kilómetros) de distancia entre las islas Diómedes, divididas por la Línea Internacional de Fechas (una es ayer y la otra es mañana). Vamos de ayer a mañana para la paz
, declaró.
La resurrección del proyecto de un túnel entre Rusia y EEUU en el estrecho de Bering es susceptible de disminuir las tensiones casi apocalípticas –con su fake russiagate del colectivo Obama
–, y contribuir a la prosperidad de las máximas superpotencias nucleares en un ambiente armónico, señala el analista mexicano Alfredo Jalife Rahme.
* Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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