En un gesto de complicidad con el presidenteDonald Trump y su campaña de deportaciones masivas, el estado de Florida está construyendo un nuevo centro de detención de migrantes al que ha definido como un «Alcatraz con caimanes» en el remoto aeródromo de Everglades.
Parece ser una idea fija del mandatario: En su primer mandato, Trump ya había lanzado la idea de construir un foso lleno de caimanes o serpientes a lo largo de la frontera con México para frenar la llegada de migrantes. Ahora, verá reconvertida su idea de la mano de uno de los principales bastiones republicanos del país. En mayo último, ordenó reacondicionar la prisión real de San Francisco para enviar “delincuentes”, aunque insinuó que podría usarlo también con las personas sin papeles.

El lugar propuesto para el centro es el Aeropuerto de Entrenamiento y Transición Dade-Collier, ubicado en el límite oriental de la Reserva Nacional Big Cypress y a unas 55 millas al oeste de Miami.
Originalmente la intención era convertirlo en el Everglades Jetport —el aeropuerto más grande del mundo—, pero se detuvo su desarrollo en la década de 1970 por preocupaciones medioambientales. Esta zona pantanosa es conocida por la abundante presencia de caimanes y pitones. Algo que el fiscal de Florida James Uthmeier, ha defendido como una manera de ahorrar gastos de seguridad.
La perspectiva de tener miles de personas hacinadas en tiendas de campaña en un humedal, lejos de las condiciones mínimas que presentan los centros de detención -como servicio médico, aclimatación, etc- también ha hecho saltar las alarmas. Nayna Gupta, directora de políticas del American Immigration Council, remarcaba cómo las personas serán retenidas en una instalación «rodeada de caimanes y serpientes, bajo un calor peligroso y SIN supervisión».
Aligators Alcatraz
En declaraciones a la radio pública NPR, Alex Howard, ex portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) bajo el expresidente Joe Biden calificó el proyecto como «el pequeño Guantánamo de DeSantis en el pantano» y una «grotesca mezcla de crueldad y teatro político».
Recientemente, el gobierno Trump ha tenido dificultades para alcanzar los números de deportaciones que se habían propuesto como objetivo. Una de las razones es la falta de espacio donde internar a los migrantes detenidos, ya que algunos centros empiezan a estar al límite de sus capacidades. La administración Trump actualmente tiene detenidos a unos 55.000 inmigrantes, un aumento con respecto al final de la administración Biden, cuando el ICE tenía detenidos a unas 40.000 personas.
La obra se enmarca en la campaña de terror que el propio gobierno estadounidense ha estado librando contra la población migrante, con las primeras deportaciones de personas a Guantánamo y a la macroprisión CECOT de El Salvador. Se trata de otro elemento más en la guerra psicológica del presidente para acorralar a las personas sin papeles en su vida cotidiana mientras continúan las redadas de inmigración. En Los Ángeles, mientras sigue la militarizaciòn de la ciudad con la presencia de 4.000 guardias nacionales y 700 marines, la brutalidad de las detenciones de los agentes del ICE no ha cesado.
El «Alligator Alcatraz» llega después de que Trump ordenara a principios de mayo la reapertura y ampliación de la cárcel de Alcatraz con el objetivo de enviar a los delincuentes «más violentos de Estados Unidos». La prisión de máxima seguridad, ubicada en una isla de difícil acceso frente a San Francisco (California) había estado cerrada por más de 60 años. Cuando lo anunció, a través de un post en Truth Social, el republicano insinuó que las personas sin papeles también podrían ser enviadas a esta cárcel.
«No seremos rehenes de criminales, matones y jueces que temen hacer su trabajo y no nos permiten expulsar a delincuentes que ingresaron ilegalmente a nuestro país», escribió el mandatario estadounidense.
* Economista, politólogo y analista estadounidense, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
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