Diego Taboada Varela*
Mientras Europa se lleva las manos a la cabeza por la brutalidad y el unilateralismo de Rusia en Georgia, en la Francia de Sarkozy se recortan derechos a pasos agigantados. El polémico archivo Edvige no se ha merecido ni un solo segundo en los telediarios Españoles, un archivo que podrá recoger datos sobre aquellas personas susceptibles de "alterar el orden público".
La salud, la orientación sexual, la ideología, la militancia política o el origen étnico podrán ser informatizados por el Estado francés. Por si no fuese suficiente con el discurso del miedo y el constante bombardeo mediático que muestra sesgada y caóticamente un puzzle global consistente en la mórbida celebración de la tragedia y el regodeo en el dolor ajeno, ahora los ciudadanos franceses podrán agradecer el hecho de poder sentirse potenciales "ciudadanos sospechosos" si no reúnen el perfil sanitario, sexual, ideológico o étnico que las administraciones de la Francia de Sarkozy consideren ejemplar.
* Publicado en Rebelión
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