Greenpeace: Disney y el peligro de vestir a los niños

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Un informe denominado «RopaTóxica marca Disney», hecho público por la fundación ambientalista Greenpeace el 15 de abril de 2004, probó que la mayoría de las prendas analizadas contienen sustancias químicas peligrosas.Las prendas sometidas a análisis por el aboratorio danés Eurofins incluyeron poleras, pijamas y ropa interior.

El análisis de las partes estampadas con los motivos de los dibujos de Disney -correspondientes a artículos para uso infantil comprados en tiendas de 19 países- se realizó para identificar el número de sustancias químicas que contenían y confirmar si representan riesgo para la salud de los pequeños usuarios.

Niños en peligro

Las sustancias químicas encontradas en los dibujos significan un peligro para la salud en el mediano y largo plazo, debido al uso de plastisoles de PVC como técnica de estampado, determinó el laboratorio Eurofins.

Cuando Disney concede una licencia para utilizar su logotipo y sus dibujos establece ciertas exigencias a los fabricantes, incluyendo determinadas condiciones sobre el diseño y los colores utilizados. Pero no procede con el mismo celo para evitar que se utilicen sustancias químicas peligrosas en los productos que fabrica o que licencia a terceros para que éstos los manufacturen.

Los fabricantes juegan un rol muy importante para reducir la presencia de sustancias peligrosas en productos destinados al consumo masivo; algunos utilizan técnicas de estampado alternativas, que no utilizan productos químicas que representan riesgo para la salud sustituyendo el PVC y los estampados de PVC en todos sus productos.

En 2003 Greenpeace exigió a Disney que asumiera su responsabilidad en la eliminación de sustancias químicas peligrosas en sus productos. La respuesta de la Corporación consistió en decir que sus productos se licencian dentro de los márgenes legales por lo que no veía ninguna necesidad de actuar.

Regular la industria química

El informe de Greenpeace basado en los resultados de los análisis realizados coincidió con el debate que se lleva a cabo en las instancias correspondientes de la Unión Europea (UE), donde se debate una norma legal para regular a la industria química. El texto original de la legislación propuesta, denominada REACH, está basado en el principio de sustitución

.

Esto significa que si una empresa está usando una sustancia peligrosa en un producto cuando existe una alternativa más segura, estará obligada a acabar con el uso de esa sustancia.

Naturalmente la industria química ejerce una presión brutal sobre las instituciones de la UE, a la que se agrega, por ejemplo, el pesado «lobby» del gobierno de EEUU para debilitar el principio de sustitución.

A menos que los gobiernos de la UE resistan esas presiones y eliminen cualquier vacío en el texto legal, empresas como Disney podrán seguir vendiendo sin trabas productos que implican un riesgo para la salud infantil.

Pero, claro, en la lógica del mercado ello no tiene mayor importancia: son meros daños colaterales de la persecución de ganancias.Al fin y al cabo si no sabemos qué contiene lo que comemos, ¿por qué ha de preocuparnos con qué se visten nuestros niños?

Se destaca que en el orden internacional el Convenio de Estocolmo persigue la prohibición de la producción y uso de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) a través de la búsqueda de alternativas medioambientalmente más seguras.

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Fuente:

www.greenpeace.org

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