Los encontraron atados, decapitados y arrojados al azar en las inmediaciones del sitio de la masacre perpetrada el pasado fin de semana en Guatemala. Entre las víctimas dos niños y dos mujeres.
Un hombre aseguró haber sobrevivido a la hecatombe escondido debajo de algunos cadáveres; su nombre se mantiene en secreto para preservar su vida. Se trató del acto más brutal desde que teminó la guerra civil en ese país.
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