Al menos 54 niños y niñas han muerto por problemas de desnutrición en lo que va del año en Guatemala, según la Dirección General de Epidemiología, mientras que 2.5 millones de personas son afectadas por la crisis alimentaria, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Los afectados atribuyen la escasez de alimentos a la peor sequía ocurrida en este país en los últimos 30 años, lo cual arruinó las plantaciones de granos básicos para la subsistencia.
Sin embargo, es innegable que este fenómeno climático desnudó de nuevo la fragilidad del segundo país más pobre de América Latina, donde la mitad de la población vive en la pobreza y 17 por ciento en la indigencia, según agencias de la ONU.
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