¿Hasta cuándo? ¡No a la impunidad!
Claudio Quintanilla C.*
La tele me dio la noticia: el gobierno de Chile lo consiguió. Lo consiguió porque sin duda fue bajo altas presiones que los tribunales dejaron en libertad a seis de los que violaron a destajo los derechos humanos —entre ellos asesinos y torturadores— durante la dictadura de 1973/90. Acaso todo forma parte del compromiso de Piñera y asociados con los militares, que el gobierno cumple a rajatabla.
Uno de ellos, de los liberados, participó en el asesinato de Tucapel Jiménez. Pero eso no es todo. Víctor Raúl Pérez Pinto, brigadier (r) del ejército fue condenado en varios procesos, entre otros por haberse involucrado directamente en la muerte de once trabajadores ferroviarios de la vieja Maestranza de San Bernardo, ejecutados en el cerro Chena en octubre de 1973, terrenos a cargo de la Escuela de Infantería del ejército, donde funcionó un campo de concentración clandestino de tortura y muerte —como quedó demostrado en el Informe Rettig.
En ese informe están los relatos de sus familiares y los nombres de decenas de personas que fueron masacradas —muchos aún están desaparecidos, como es el caso de los campesinos de Paine.
Este tenebroso personaje, Pérez Pinto, fue condenado a quince años por el juez Hernán Solís. Ese acto de justicia no sirvió de nada. Nos sentimos una vez más atropellados como personas y heridos en nuestros sentimientos.
La impunidad de los crímenes de lesa humanidad no permitirán a una sociedad avanzar en la democratización de sus instituciones, y poder recuperar la sana convivencia de la sociedad.
El castigo a los culpables de los crímenes cometidos debe ser cumplidos si queremos avanzar como sociedad. La denuncia y la movilización para rechazar situación no puede esperar. Alfredo Acevedo, Roberto Avila, Raúl Castro, Hernán Chamorro, Manuel González, Arturo Koyck, Adiel Monsalve, José Morales, Pedro Oyarzún, Joel Silva y Ramón Vivanco —los once fusilados— merecen descansar en paz.
* Presidente de Amigos del Parque Ferroviarios Mártires de la Maestranza
San Bernardo, Chile.