¿Hay libertad de espresión en Chile?

1.096

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

En Chile dos grandes conglomerados periodísticos manejan a su antojo la información, cinco canales de televisión abierta se turnan para dar la misma noticia por 24 y hasta por 48 horas, noticia que si es suficientemente sórdida como para mantener la atención de la opinión pública, se utilizará por el tiempo que sea necesario.

Por último en los pocos medios alternativos –hablados y escritos– que se logran sostener, se aplica una censura encubierta y no llegan a conocimiento de la masa las opiniones de difieran con la línea editorial o que opongan en riesgo relaciones espurias1.

Es claro que no hay libertad de expresión en el sentido más amplio del término, lo que me lleva a exponer por este medio la opinión de los trabajadores sobre dos temas que han estado en la discusión en las últimas semanas.

1. El cambio de gabinete devolvió al primer plano a un viejo conocido de los trabajadores, Rene Cortazar, ex ministro del Trabajo (cerebro de la reforma laboral de Aylwin, que entre otras cosas consagró la indemnización por años de servicio de un mes por año de servicio con tope de 11 años) quien muestra de inmediato su preocupación por la población, instalando en varios puntos de Santiago un «servicio de buses express», para mejorar el traslado.

¿Ha funcionado este parche?. Al menos en San Bernardo, mas parece un intento por descongestionar el Metrotren que una ayuda a los usuarios de Transantiago, e incluso se vive una mayor discriminación.

En efecto, muchos de estos buses express salen de su terminal hacía Santiago, con menos del tercio de su capacidad ocupada y hacen el recorrido por las mismas calles utilizadas por la troncal 201-e, que también ofrece un servicio expreso. Así puede usted ver circulando buses casi desocupados mientras los usuarios se la juegan por un espacio en el troncal que constantemente se hace insuficiente.

El problema es peor al retornar a San Bernardo. Pasadas las 10 de la noche, puede usted estar esperando hasta 40 minutos la llegada de un bus 201- e, para luego ver aparecer hasta tres o cuatro buses al mismo tiempo, lo que genera un caos de proporciones entre los cientos de usuarios que esperan. Al llegar a San Bernardo tendrá suerte si encuentra un bus local o llamados «alimentadores». Simplemente desaparecen en su gran mayoría y no queda otra que intentar llegar de cualquier modo a casa.

De seguro este problema se repite en la mayoría de las comunas y sin embargo la reacción a este abuso descarado cada vez es más espaciada y no precisamente colectiva y organizada. Es una tarea pendiente de todos, dignificarnos y reclamar lo que merecemos.

2. El presidente se Venezuela Hugo Chávez ha sido duramente calificado por la «derecha política y sus compañeros de ruta» después que el rechazara, en su estilo, un acuerdo del Senado chileno que se inmiscuye en las políticas del gobierno venezolano. Chávez Frías ha dicho una gran verdad y lo menos que podemos hacer es guardar silencio o tomar palco en el debate que se ha generado.

¿Acaso la derecha de nuestro país no es golpista y fascista?, Decenas, cientos de ejemplos grafican esta afirmación, la misma que utilizó el presidente Allende cuando los atentados y el caos llevaban el país hacía el golpe de Estado, promovido y financiado por los «señores» que no querían perder los privilegios de «su democracia».

Pero eso no fue todo. Hacía falta una guinda para la torta, y esa guinda la colocó el senador Eduardo Frei Ruiz Tagle.

Como presidente del Senado levantó la voz para criticar a Chávez y su gobierno y demandó respeto a la libertad de expresión y de información. Si no fuera tan terrible el historial de Frei, su declaración sería para reír a gritos.

Parece que ya olvidó que, cuando él fue presidente de Chile, Pinochet sacó a los militares a un «ejercicio de enlace», para que no se siguiera investigando sobre los cheques de cientos de millones que se le giraron al hijo del dictador. Frei tuvo que meter la cola entre las piernas y archivar la investigación de los «pinocheques», para que no le cayeran encima los «corvos acerados». ¿Y acaso no le paso lo mismo a Aylwin, con el «boinazo». Miran la paja en el ojo ajeno y no ven la viga en el propio.

¿Y que dijeron de todo esto los preocupados demócratas de la derecha, los mismos que le arrastran el poncho a Chávez por que los llamó por lo que son?. Nada, guardaron silencio, como lo han hecho cada vez que deben defender sus intereses y a quienes les protegen.

Por eso, para los que no aceptamos el modelo ni a los que se sirven del mismo, el desafío es grande. Debemos ser capaces de dejar atrás los intereses particulares o jugárnosla de verdad por ese pueblo al que invocamos permanentemente.

—————————————————-

* Presidente de la Confederacion General de Trabajadores (CGT – MOSICAM).

cgtmosicam@adsl.tie.cl.

www.cgtmosicam.cl.

1 La llamada al pie corresponde a una advertencia del periódico digital Piensa Chile, que la publicó y del cual la hemos tomado. Dice textualmente:

Nota de la Redacción: Como medio “alternativo”, PiensaChile no comparte, por injustas, las duras afirmaciones que expresa el autor en este párrafo. PiensaChile ha reproducido cada una de las notas que Don Manuel Ahumada nos ha hecho llegar, a pesar de que a menudo no compartimos diversos aspectos de sus planteamientos. Nos parece injusta y liviana la acusación que él hace, de modo general –sin dejar ni siquiera la posibilidad de que existan excepciones–, afirmando que todos los medios alternativos no publican lo que no comparten o aquello “que opongan en riesgo relaciones espurias” (de seguro que quiso decir “que pongan en riesgo…”). Don Manuel, acusaciones como esas no se pueden “lanzar al boleo” y menos a quienes se sienten unidos por muchas más cosas que las que nos dividen. Si hay algo criticable en nuestro accionar, por favor, háganos la crítica en forma directa y fundamentada, así iremos construyendo la unidad que necesitamos para salir del pantano a que nos condujeron los crímenes del enemigo y las traiciones de los “compañeros y amigos”.

La mayoría de los que nos esforzamos por hacer “periodismo alternativo” lo hacemos con mínimos recursos, quitándole tiempo al descanso, a la vida familiar. Con lo poco que disponemos tratamos de informar acerca de un cierto espectro de temas, limitado a lo que hemos definido como nuestro “radio de acción”. Si PiensaChile publicará todo el material que recibe día a día, necesitaría de una cantidad de personal y de medios que no posee.

La Redacción.

Addenda

Duro es en verdad el texto de Manuel Ahumada. Opinión u opiniones que sin duda muchos calificarán de exageradas, subidas de tono, injustas –incluso «deslenguadas»–; sorprendentes en cierto modo en un país cuyos sectores dirigentes han hecho de la búsqueda de consensos –sobre casi todo y a cualquier precio– el sucedáneo de la necesaria discusión cívica que enriquece la democracia.

No se trata en definitiva de estar –o no– de acuerdo con el presidente de la CGT; su artículo, y la precisión que Piensa Chile, un medio periodístico y de opinión por demás respetable, creyó necesario dejar sentada acentúan la imperiosa necesidad de una discusión abierta y sin condiciones previas sobre el ejercicio del periodismo y la responsabilidad del Estado en cuanto a su capacidad reguladora y eventualmente arbitral en lo que se refiere a la actividad. Y también sobre el derecho –acaso la necesidad– de los ciudadanos de ser escuchados y tomadas en cuenta sus palabras por todas las instancias sociales.

Piensa Chile puede leerse <fontcolor=»blue»>aquí</a font>.

P. de L.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.