Honduras en riesgo de convertirse en arsenal de las maras y narcotraficantes
Aunque la mayor parte de las armas traficadas al centro y sur del continente como parte de la Operación Castaway, impulsada desde la Florida, Estados Unidos, llegó al departamento de Olancho, Honduras, son muchas las que se distribuyen en Guatemala, Venezuela, Colombia y otros países. Las vende un otrora héroe condecorado cuando la guerra en Vietnam. PRENSA LATINA.*
Agentes participantes en la operación para infiltrar armas mediante las tácticas de su similar Rápido y Furioso, en México, admitieron que hacia el territorio más afectado por el narcotráfico y la violencia en Honduras vino casi todo el arsenal vendido por un ex militar, Hugh Crumpler, informó el diario La Tribuna.
El condecorado veterano de la guerra de Vietnam [convertido en guía de pescadores aficionados en las aguas próximas a La Florida] proveía a las organizaciones criminales de pistolas Glock, fusiles AR-15 y pistolas de Fabrique Nationale de 5.7mm (conocidas como FN o matapolicías en varios países). 
Crumpler, diagnosticado con síndrome postraumático por su participación en esa guerra, tenía entre sus mejores clientes a cuatro hondureños indocumentados, que operaban desde Orlando, Florida.
Un sinfín de artefactos de muerte vendidos por este terminó en manos de criminales de Honduras, Puerto Rico, Colombia y Venezuela, pese a lo cual el ex militar sólo fue condenado a dos años de prisión a inicios de 2011.
La cadena televisiva Fox reveló antes que la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) infiltró armas en Honduras del mimo modo que en México, donde aplicó el operativo Rápido y Furioso. Fuentes de la ATF, en Tampa, aseguraron al periodista Mike Vanderboegh que mil de esas armas fueron vendidas a miembros de las maras — las pandillas más violentas en el país más violento del mundo, según la Organización de Naciones Unidas.
El congresista estadounidense, Gus Bilirakis (FL-09), criticó en ese ámbito al gobierno estadounidense por permitir que peligrosas organizaciones criminales y de tráfico de drogas adquirieran armas en su territorio, poniendo en peligro los intereses estratégicos y nacionales. También exigió explicaciones al fiscal general, Eric Holder; y a la ATF, por la denunciada operación para infiltrar armas a Honduras y consideró esto "un esfuerzo muy equivocado" de ambas entidades.
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Addenda
Hasta descubrirse a los clientes hondureños de Crumple —en todo caso un traficante menor, que se declaró culpable en el proceso que se le siguió en Orlando, La Florida— se pensaba que su principal mercado eran asociados (sicarios) del cártel de Medellín, Colombia.
Las compras destinadas a Honduras abren inquietantes perspectivas para el futuro de ese país, cuyo actual gobierno, tras el derrocamiento de su presidente constitucional y regreso a la institucionalidad, no ha podido detener la ola de violencia con resultado de muertes ni menos impedir que, aceleradamente, se convierta en un centro operacional de la narcoindustria.
En el proceso de Orlando no se investigó a fondo la procedencia de las armas incautadas a Crumple; algunos analistas consideran la posibilidad cierta de que en ese comercio hayan participado como proveedores del armamento elementos vinculados a la denomina mafia cubano-estadounidense. El comercio ilegal de armas en ese estado de la Unión con destino a Centroamérica, Colombia y Venezuela no es nuevo.
(Alejandro Tesa).