Honduras… y pasan los días

Néstor Francia*

Sigue sin clarificarse del todo la situación de Honduras. Las preguntas que nos hemos hecho siguen vigentes: ¿Se está dando un proceso de negociación entre bambalinas, con o sin la participación de Zelaya? ¿Cuál es el papel de Obama, ante la evidencia del respaldo de sectores del Imperio al golpe de Estado? Una cosa es segura: la derecha latinoamericana, incluida la venezolana, por supuesto, se ha unificado en torno al golpe de Estado.

En la mayoría de nuestros países, el discurso derechista es el mismo: el asunto Honduras debe resuelto por los hondureños, por consiguiente los gobiernos de izquierda deben abstenerse de participar en defensa del gobierno legítimo de Zelaya; los gobiernos deben ocuparse de sus “propios problemas” y olvidarse de Honduras; la OEA debe defender la “democracia” en otros países además de Honduras; La OEA se ha convertido en un instrumento del chavismo; la OEA debe combatir la “injerencia” de Chávez; los problemas de Honduras son consecuencia del “modelo chavista”. Los medios de la derecha adoptan todos un lenguaje legitimador del golpe: “gobierno interino”, “presidente depuesto”, “víctimas de enfrentamientos”, “sucesión forzada”, “transición forzada”, etc.

De manera sibilina, el respaldo de la derecha no se da de manera abierta, sino a través de subterfugios, retruécanos, doble discurso. Es esto lo que da al conflicto de Honduras una dimensión continental: la batalla es entre las fuerzas reconcentradas del neoliberalismo, por un lado, y las fuerzas populares, por el otro. En Honduras se está dando un episodio de la lucha de clases en toda América, incluyendo los Estados Unidos.

En cuanto a si Obama está participando o no con los golpistas, la mayoría de las opiniones apuntan hacia la definición del presidente gringo que dio Chávez: se trata de un prisionero del aparato financiero-militar que domina en el imperio. A mí me parece que más que un prisionero, es un disimulado cómplice, tal vez obligado por la circunstancia de que fue puesto ahí con la ayuda del lobby judío y de los grandes amos del capital: no puede morder la mano que le dio de comer políticamente.

En todo caso, y para contribuir a dilucidar ese dilema, invitamos a leer el artículo de Michael Parenti titulado “The Honduras Coup: is Obama innocent?” que puede ser obtenido en la Web, en inglés, de Michel Collon.info.

Zelaya va a reunirse con Hillary Clinton, mientras una delegación del gobierno de facto anda por Estados Unidos tratando de establecer contacto con factores políticos, en su afán por romper el aislamiento internacional de los golpistas. Ian Kelly, vocero de la Casa Blanca, ha descartado que el gobierno de Estados Unidos se reúna con esa delegación, pero seguramente podrán los golpistas hacerlo con algunos representantes y fichas partidistas de la ultraderecha norteamericana que indudablemente apoya el golpe.

Los factores golpistas hondureños e internacionales siguen llevando adelante el plan que denunciamos inmediatamente después que se produjo la asonada. Recordemos, una vez más, esa advertencia que lanzamos el 29 de junio pasado: “Ir dando largas el asunto, tratar poco a poco de minar las posiciones más radicales del continente, someterse a la política de los “hechos consumados”, promover instancias de “diálogo” que en realidad les darían beligerancia y legitimarían a los golpistas, para terminar con algún tipo de acuerdo bendecido internacionalmente y, finalmente, torcer la voluntad del pueblo hondureño y llegar a una solución de compromiso que detenga la marcha de ese pueblo hacia la independencia y hacia la democracia participativa y protagónica”.

El presidente Zelaya ha dicho que regresará a Honduras, esta vez sin previo aviso. Su presencia clandestina en Honduras le daría un gran impulso a la lucha del pueblo hondureño que, dadas las circunstancias, tendrá que escalar nuevos niveles de organización y de acción. Pareciera que, a fin de cuentas, el factor pueblo será el determinante en la resolución de los acontecimientos.

Entretanto, en Venezuela Antonio Ledezma, el opositor alcalde metropolitano de Caracas, monta su pantomima de una “huelga de hambre” ante la sede nacional de la OEA para llamar la atención sobre “las violaciones del Estado de Derecho” en nuestro país: una acción extemporánea, aislada, desprovista de todo apoyo popular, sustentada solo por politiqueros de oficio y por los medios de la derecha: ni siquiera las masas opositoras están pendientes de la patética comedia.

* Analista político.

Addenda.

Después de recibo el arículo las agencias internacionales de noticias informan que tanto el gobierno espúreo de Honduras como el presidente Zelaya han aceptado la mediación de Oscar Arias, presidente de Costa Rica, para iniciar conversaciones –como lo había planteado la señora Clinton.
De ser veraz la información agrega una cuota más a la preocupàción planteada por el articulista.
 

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1 comentario
  1. Nilda Correa Vives dice

    ¿Romperá, Obama. la ilusión de soñar en el mundo? ¡Que creyó en él! Creyó en su Honestidad.

    A pesar que los Latinoamericanos, sabemos que los golpes militares, siempre han sido respaldados por la Casa Blanca.

    Nilda Correa Vives, escritora chilena

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