Hungría: la sima del progresismo

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Pocos asuntos serán novedad para las viejas capitales de Europa «del este». Invasores, reyes, grandes capitanes armados, esclavos, extranjeros y oriundos; artistas, filósofos y herejes de un culto u otro han caminado sus calles y cruzado sus puentes. Quizá ayudaron a edificar las ciudades, custodiaron sus memorias.

Este año de 2004, sin embargo, produjo algo nuevo: la primera vez que una Cumbre de líderes progresistas -autodenominación que les parece satisfactoria- tiene lugar entre sus callejas, si se exceptúan algunos conciliábulos y «bajadas de línea» de la era kremliniana soviética. Se trata la sexta reunión de estos dirigentes políticos.

De las trece o catorce personas que -en representación de países ubicados en casi todas las latitudes- habían sido convocados para discutir los «desafíos y aspiraciones» de las políticas que impulsan, faltarán varios a la comparsa elegida por Anthony Blair, primer ministro del Reino Unido, para estrechar la mano y posar para la foto de estilo con el anfitrión Ferenc Gyurcsány -no respondemos por la ortografía-. No viajó el canciller alemán, el presidente argentino y los primeros ministros checo y polaco.

Se perderán una interesante discusión sobre asuntos como: Iraq, terrorismo, pobreza mundial (jamás la interna de sus países) y movimientos migratorios -que, como se sabe, son temas de su incumbencia y sobre los que se pueden explayar con toda lata-. Rodríguez Zapatero llevará la voz de España, ausente en esta jiras mientras gobernó José María Aznar.

fotoOtros ámbitos, otras preocupaciones

Preocupados por ajustar sus binoculares -o telescopios- para mirar el bosque contemporáneo, los comitilones del sarao húngaro de seguro no se ocuparán de cuestiones intrascendentes. Por ejemplo:

– que por la Argentina caminan y duermen -a veces comen- unos tres millones de cesantes y personas sin calificación -por el déficit educativo del país- para aspirar a un trabajo, y que desde hace una década los recién nacidos vienen bajando de peso;
– que no menos del 60 por ciento de las colombianas es objeto de algún tipo de abuso cotidiano;
– que en el cementerio del Cordón de Gaza, en Palestina, muere más gente de la que a diario se puede sepultar;
– que en Afganistán -país invadido por el progresismo occidental para organizarlo republicana y democráticamente- claman por fraude precisamente en las elecciones que sellarían su futuro;
– que EEUU de hecho ha invadido buena parte del territorio suramericano;
– que el hambre es la realidad más contundente de América Central -después de la corrupción-;
– que se comienza a develar (antes fueron re-veladas) las indignidades protagonizadas por los prefectos de la OTAN, sus tropas y funcionarios en Serbia;
– que en EEUU las rechazan -por lo menos muchos las rechazan- a las maquinitas impuso electrónicas que impuso para votar cuando el referendo venezolano;
– que en Iraq…
– que la Premio Nobel de la Paz 2004 afirma que el SIDA es producto de manipulación humana y no una enfermedad «natural»;
– que en Haití los derechos humanos se obedecen pero no se cumplen ante las narices de las «fuerzas de paz»;
– que más grave que el precio del barril de petróleo -cerca de los US$ 54- es la crisis del agua;
– que la mayor parte de la humanidad no está de acuerdo con el proceso de «globalización a la americana» que se le impone;
– que está en marcha un proceso de ecocidio en Centroamérica, Amazonia, Noroeste argentino, sur de Chile y otras regiones con características que hacen temer su pronta irreversibilidad.

Los dirigentes se preocupan sólo de temas importantes.

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