Informe PNUMA: la temperatura más elevada del milenio
Sólo en el siglo pasado, el calentamiento de la superficie global aumentó 0.6 grados centígrado. El fenómeno es notorio en la década reciente, durante la que, en todo el mundo, se registraron las temperaturas más altas de los últimos mil años, informa el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Antes de 1998 -año en que apareció el fenómeno de El Niño en el Pacífico-, sólo en 1861 se habían registrado niveles tan elevados de calor. En 1998, El Niño ocasionó sequías, inundaciones e incendios, se indica en la versión preliminar del informe El cambio climático en América Latina y el Caribe, elaborado por el organismo internacional.
El documento precisa que la tendencia global del cambio climático se observa en un incremento de entre 10 y 20 centímetros del nivel del mar, debido a que las áreas cubiertas de hielo han disminuido. Y puntualiza que en la región de América Latina y el Caribe las consecuencias de este fenómeno pueden ser más graves, debido a un cambio en la frecuencia e intensidad de El Niño, que se presenta una vez que el océano Pacífico eleva su temperatura y el clima de la zona comienza a alterarse.
El PNUMA destaca que en Centroamérica el fenómeno provoca exceso de lluvias, al igual que en las costas de Ecuador y Chile, mientras que, en general, en el Pacífico ocasiona sequías. En México, El Niño genera intensas lluvias en el sur del país y sequía en el norte.
Estragos del cambio climático
El PNUMA informa que el incremento en la intensidad de huracanes en el Caribe, los cambios en los patrones de precipitación, el aumento de los niveles de las riberas en Argentina y Brasil, y la reducción de los glaciares en la Patagonia y Los Andes, son fenómenos que evidencian el impacto que el calentamiento global tiene en la región. «El cambio climático va a ser, cada vez más, un problema de desarrollo», precisa.
Destaca que en la región los cambios en el clima tienen una relación directa con el régimen de precipitaciones, más que con los niveles de la temperatura. En la zona andina, por ejemplo, el cambio climático genera alteraciones en los glaciares, en Argentina se altera el patrón de lluvias y en el Caribe el impacto se observa en la frecuencia de huracanes.
Efectos en el continente
El documento expone un recuento de los fenómenos climáticos extremos que se han presentado en la zona. Entre éstos, resalta el huracán Mitch, que afectó a 1.2 millones de personas y generó pérdidas materiales por US$ 8.500 millones, aproximadamente, mientras que el Charley dejó 73 mil viviendas afectadas y daños por US$ 18.500 millones de dólares.
Por su parte Iván, que afectó el año pasado a Barbados, Trinidad y Tobago, San Vicente, las Granadinas, Jamaica, Cuba y Estados Unidos, provocó la muerte de 100 personas y destruyó 15 mil hogares.
El informe recuerda que El Niño de 1982-1983 fue devastador, debido a que dejó pérdidas equivalentes a 12 por ciento del PIB en Perú, mientras que el mismo fenómeno de 1997-1998 provocó inundaciones y severas sequías en Brasil, Ecuador, Perú y Chile, además de una cantidad histórica de incendios en México, Venezuela, Bolivia, Paraguay y Brasil.
Alerta por nivel histórico
de CO2 en la atmósfera
De acuerdo a los especialistas consultados por la BBC de Londres, a seis semanas de la entrada en vigencia del Protocolo de Kioto, nuevas mediciones indican que el nivel de CO2 en la atmósfera «aumenta cada vez más y es el más alto en toda la historia».
Las mediciones de la estación de monitoreo en Hawaii, consideradas las más creíbles a disposición, concluyeron que hubo un incremento del CO2 del 20 por ciento en los últimos 50 años.
Los científicos indicaron que actualmente la concentración del gas en la atmósfera llega a 378 partes por millón (ppm) y aunque el aumento en el último año fue menor que el de los dos anteriores, «en términos generales la cantidad de CO2 tiende a incrementarse».
Las mediciones del nivel del CO2 en la atmósfera comenzaron hace medio siglo en el laboratorio estadounidense de Hawaii, que se encuentra a una altitud de 3.500 metros y es uno de los más remotos del planeta.
Por su parte, el director del instituto, el doctor Pieter Tans, comentó a la BBC que lo más inquietante «es que hemos registrado un aumento en los niveles de dióxido de carbono todos los años desde 1958 (…) El incremento del CO2 de un año a otro puede deberse a factores naturales como cambios en el patrón de absorción del gas por parte de plantas y océanos».
Sin embargo, junto a sus colegas del laboratorio, concluyó que el aumento continuo del dióxido de carbono «se atribuye más bien a la actividad humana».
En ese sentido, David Hoffman, otro de los miembros del centro de Hawaii, agregó que si bien la contribución del hombre no ha sido dramática, «se ha mantenido estable y ha tenido un efecto de agregación».
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