Informe Venezuela: El CaChaCis o la pax armada

1.745

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El «CaChaCis», o la reunión entre Jimmy Carter, Hugo Chávez y Gustavo Cisneros, introdujo otra fractura en la oposición venezolana, dividida entre los golpistas que introdujeron al país paramilitares colombianos de las AUC y los demócratas que se inclinaron por la consulta popular del 15 de agosto, agrupados todos en la Coordinadora Democrática (CD).

 foto
El síndrome cachacis provocó el desconcierto de tirios y troyanos, pero en la alianza opositora CD desató una oleada de abatimiento. La derecha venezolana no termina de internalizar que su jefe «natural» es Gustavo Cisneros, por su condición de dueño de la estación de televisión Venevisión -la principal del país-, aparte de su ingente fortuna.

Cisneros fue a negociar acuerdos relacionados con el referéndum, pero a la vez asumió como jefe absoluto de toda la oposición y certificó la irrelevancia del conjunto de movimientos incipientes de la CD en su papel de intermediarios entre el anti-chavismo y la sociedad.
 
La oposición no se percató de que el  liderazgo político de Cisneros se consolidó desde que los medios privados de información sustituyeron a los partidos políticos en la escena venezolana, tras destruirlos, luego de una campaña de una década.

El rol partidario que desempeñan hoy los medios lo contrapesa las Fuerzas Armadas, por su doble tarea como «partido popular». La Venezuela actual presenta un cuadro político absolutamente atípico, imposible de encajar en los manuales teóricos tradicionales conocidos hasta ahora.

 
La oposición no tiene un  liderazgo claro

 
Los otros dirigentes de la oposición que disputan el liderazgo único son Enrique Mendoza, gobernador del estado Miranda -que incluye la parte más adinerada de la ciudad Caracas- y Enrique Salas Römer, gobernador de Carabobo, estado industrial cuya capital es Valencia. Ambos tuvieron vinculaciones con el partido Social Cristiano Copey, que ya no existe: es sólo una entelequia virtual.

 
Ninguno de los dos tiene nada propio que los sostenga, nada que se parezca a un partido o a una corriente de opinión. Su liderazgo no tiene otro sostén que las respectivas gobernaciones, que expiran este año. Por añadidura, Mendoza y Römer son excluyentes, se repelen como dos imanes y ninguno renunciaría a una postulación presidencial para abrirle camino al otro.

Son los eventuales rivales más importantes de Chávez en una posible elección presidencial. Lo que significa que el líder popular y militar ganaría por tercera vez -si perdiera el referéndum-. La oposición no tiene un líder propio, pero tampoco tiene programa.

 
Gustavo Cisneros, en cambio, tiene muchísimo dinero, medios de comunicación propios -dentro y fuera de Venezuela- y, lo más importante, una relación estrecha con el imperio, tanto con el gobierno de George W. Bush como con el sector de la oposición demócrata que personifica Carter. Su programa es hacerse cada vez más rico y «coronarse» presidente.

El empresario comenzó a perfilarse hace varios años como el Berlusconi caribeño-latinoamericano, mucho más completo que su modelo original, el primer ministro de Italia. Cisneros puede guardar su pólvora, y aumentarla a mediano plazo, para futuras elecciones. Y a veces sabe esperar, sobre todo cuando lo piden sus negocios.

 
¿Cachacis?, ¿para qué?

 
El cachacis de la semana pasada fue posible porque Carter consiguió la reunión, viajó desde Estados Unidos en un avión privado de Cisneros y, luego, se trasladó con éste en helicóptero hasta el fuerte Tiuna -en las cercanías de Caracas- y no al palacio presidencial de Miraflores.

Es evidente que Carter ahora es el segundo padrino estadounidense de Cisneros, además de papá Bush, el ex Presidente. Probablemente la reunión pretendía un carácter reservado, pero se las arreglaron para hacerla trascender y causar el desconcierto de tirios y troyanos.

La pregunta clave ¿qué discutieron? provocó suspenso, hasta que Chávez tranquilizó a sus seguidores al explicarles que «por mi pueblo soy capaz de conversar hasta con mandinga» (el diablo).

El pueblo le cree al líder y lo demostró también cuando supo por qué habrá referéndum, a pesar del evidente mega fraude de las firmas que lo solicitaron. Lo entendió como otra justa democrática, la número 8, para ganar tiempo, tranquilidad y seguir trabajando hacia el futuro plagado de incertidumbres que es el mundo hoy.

 
Pero los tirios ya tienen una lectura propia -y desoladora- del carchacis. El «Gran Cacao» (rico, poderoso, en la jerga popular) -Cisneros- fue «a pedir cacao» (ayuda), como expresó en su dibujo de portada el caricaturista chileno-venezolano Peli, Premio Nacional de Caricatura de Venezuela.

Fue a negociar el futuro Cisneros, el suyo, claro, y a consolidar su liderazgo, independientemente de los múltiples «jefes» de la CD, en un síntoma de comprensión de la imposibilidad de ganar el referéndum sin un fraude monumental, sobre casi dos millones de votos, a todas luces imposible.

Una tarea así de gigantesca no es factible -con votación manual oelectrónica-, simplemente porque la radicalización de la masa popular del chavismo no toleraría una trampa de tal magnitud. El país se sumiría en un nuevo conflicto impredecible, pero con muchísima violencia.

 
El chavismo existe, vive y colea, y su presencia abarca a más de la mitad de la población. Así lo reconoció en privado -en Santiago- el futuro embajador de Estados Unidos en Venezuela, William Brownfield, en una opinión -sincera o no- que apunta hacia una postura de coexistencia pacífica, por lo menos aparente, y menos beligerante.

Chávez ya hizo la gran concesión de otorgar el referéndum sin que los opositores hayan reunido las firmas suficientes. La gasolina venezolana fluye segura, todos los días, para llenar el tanque de los automovilistas que parten de vacaciones y con las elecciones presidenciales estadounidenses prácticamente encima.

 
Claves del CaChaCis

 
Los más recalcitrantes líderes de opinión y periodistas fabricados por los medios, incluido el canal de Cisneros, se formulan las mismas preguntas que Isa Dobles, en el vespertino El Mundo del 21 de junio. ¿A quién representa Cisneros? ¿A sí mismo o a la CD? ¿Para quién trabajó esta vez el Centro Carter? ¿Convienen estas reuniones a la CD? ¿No era mejor utilizar la ‘fuerza Carter’ en conseguir lo mismo con la oposición? ¿Está incorporado Cisneros a la CD?.

La debacle se extiende entre los elementales analistas -extremistas e irracionales- del periodismo anti-chavista, como la propia Dobles, Marta Colomina, Fausto Masó, Napoleón Bravo y muchos otros.

 
El Acuerdo CaChaCis quizá sea el preludio de otro pacto al estilo del de Punto Fijo, un acuerdo para establecer la gobernabilidad de la Venezuela del futuro mediato, más allá del referéndum. Por ahora, según la prensa, se acordó:
 
– Respetar los resultados del referéndum.
– Fijar un equilibrio informativo para los medios de aquí a las elecciones.
– Poner sobre la mesa una agenda de diálogo político post referéndum.

 
Carter y Cisneros también aspiran al efecto secundario de sembrar dudas en la credibilidad de Chávez, con supuestos acuerdos debajo de la mesa, y presionar al líder para que controle la radicalización creciente de las masas que lo siguen. Todo esto, mientras el imperio decide qué hacer.

Probablemente, duda entre desconocer los resultados de la votación que entregue el Consejo Nacional Electoral (CNE), ordenar que la oposición renuncie a participar en las próximas elecciones de gobernadores y alcaldes, que deben realizarse en septiembre -y más tarde, en las de diputados-, y así tener una base mínima para protestar urbi et orbi por el control mañoso y absoluto de una nación manejada por la «dictadura Chávez».

 
Política + Negocios = Presidencia

 
Lo cierto es que la propuesta de Chávez de ganar por paliza el referéndum prendió como un reguero de pólvora en los sectores populares, generando una respuesta social con muchos ingredientes radicalizantes, similar a la que se vivió durante los días del golpe de 2002 y, posteriormente, en el lockout patronal y gerencial de fines de 2002 y comienzos de 2003.

 
foto

Entretanto, Cisneros agiliza -simultáneamente- su ingreso al mercado chino y probablemente Beijing haya pedido el aval gubernamental para abrirle la puerta de la Ciudad Prohibida. El venezolano diseña una alianza estratégica con Billy Gates para penetrar el mercado asiático chino y repartírselo, mientras en Brasil está pendiente una inversión de US$ 200 millones para la compra de la cadena SBT, en alianza con el mexicano Emilio Azcárraga.

 
Cisneros hará la operación de TV por cable e Internet a través de una nueva compañía, denominada Eccelera, pero la llave del acceso a los permisos para operar esta plataforma tecnológica comunicacional la tiene el gobierno de Lula. Ni Brasil ni China favorecerían alegremente los negocios de un magnate que está empeñado en tumbar a un gobierno amigo.

 
Participación «electoral» de Estados Unidos

 
El carchacis no impide que Estados Unidos participe abiertamente en la campaña electoral del Referéndum. Envió a Caracas al chileno José Miguel Vivanco, de Human Right Watch (HRW), para que cuestionara al Tribunal Supremo de Justicia justo cuando debe decidir que Hugo Chávez puede ser candidato en caso de perder el referéndum del 15 de agosto.

Simultáneamente, Colin Powell clamó en Washington por la …prostitución infantil en Venezuela.

 
Vivanco pidió lisa y llanamente que a Venezuela se le aplique la desacreditada Carta Democrática de la OEA, es decir: se la expulse de la organización, y lo hizo en Caracas, tal como lo pidiera antes el «observador» Fernando Jaramillo, amigo íntimo del ex secretario general César Gaviria, ambos colombianos.

 
El vice canciller Arévalo Méndez Romero calificó la imputación de Powell como «acto de cobardía sin moral ni ética».

Recordó que «el estado de Florida tiene el más alto índice de trata de blancas del mundo: más de 50 mil mujeres ingresan cada año, la mayoría provenientes -por supuesto- de América Latina; son jóvenes muchachas colombianas, venezolanas, brasileñas, … mujeres que allá son explotadas sexualmente, incluso hemos recibido quejas a diario de venezolanas a las cuales sus patrones norteamericanos le quitan el pasaporte, para impedir que regresen al país y para explotarlas económicamente».

 
Informó que EEUU se niega a firmar convenios e instrumentos de derecho internacional a favor de la mujer y el niño. «Por ejemplo, no han firmado la convención de Naciones Unidas para la restricción de trata de personas y de prostitución. Ellos rechazan firmarlo porque si lo hacen, si firman, estarían en la obligación de extraditar a sus connacionales que serían enjuiciados en otros países. En cambio nosotros sí lo ratificamos. Por eso me pregunto ¿dónde esta la moral?». Recordó, asimismo, que EEUU no ha ratificado la Convención de Derechos del Niño.

 
La movida Vivanco-HRW

 
José Vivanco, director ejecutivo de la División de las Américas de HRW, se sumó al coro de Washington alegando que «la mayor amenaza que pesa sobre el Estado de Derecho en Venezuela proviene del propio gobierno», pero le sacó el cuerpo al golpe de 2002, cuando el orden democrático fue quebrantado por los enemigos del presidente. El chileno-estadounidense convirtió al otrora respetable observatorio de derechos humanos en una comparsa del departamento de Estado estadounidense.

foto

La estrategia del imperio consiste en «demostrar» que en Venezuela existe una dictadura, y en consonancia con tal objtivo HRW dictaminó: «La nueva ley, firmada el mes pasado por el presidente Chávez, amplía la composición del Tribunal Supremo de 20 a 32 magistrados, y otorga poderes a la coalición gobernante de Chávez para que utilice su escasa mayoría en la Asamblea Legislativa para obtener una mayoría de magistraturas en el Tribunal Supremo. La ley también concede a la coalición gobernante la facultad de anular las actuales designaciones de magistrados», señaló en el informe «Manipulando el Estado de Derecho: Independencia del Poder Judicial Amenazada en Venezuela».

Simplemente, el gobierno de Venezuela debería consultar a Vivanco cada vez que ejerza su soberanía interna porque su propia Constitución no agrada a EEUU.

…………………………..
 
*Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno.

Por gentileza de www.puntofinal.cl otras notas del autor sobre la situación venezolana en las secciones Economía y Sociedad.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.