Jacques Ellul – LA TÉCNICA, APUESTA DEL SIGLO

2.041

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

EL SISTEMA TÉCNICO

Presentación

No se pretende en este libro exponer las diferentes técnicas que al acumularse forman la civilización tecnológica, aunque el autor se remonta hasta las tecnologías primitivas, examina las de Grecia, de Roma, el siglo XVI, la revolución industrial, etc. Solo se intenta hacer un balance positivo o negativo de lo que se ha logrado actualmente gracias a la tecnica, pues lo que se suele nombrar como eso sólo son visiones fragmentarias y superficiales.

No se trata pues en fin de realizar un juicio ético o estético sobre la tecnología. El autor intenta solamente transcribir, traducir, transmitir por medio de un análisis global una toma de conciencia, a la vez concreta y fundamental del fenómeno de la tecnología en su conjunto.

La técnica es oriental

Es principalmente en el Oriente Próximo donde se desarrolla primeramente la técnica. Y no implica prácticamente conocimientos científicos. La técnica, enteramente orientada hacia la aplicación no conoce las teorías generales: se sabe que solamente las teorías generales dan lugar al conocimiento científico. El predominio de la tecnología en todos los ámbitos del Oriente permite rectificar un tópico “el espíritu oriental estaría centrado en la mística sin acción concreta, mientras que occidente estaría enteramente centrado en el conocimiento y en la acción, por tanto hacia la técnica”. En realidad constatamos que en el Oriente esta el inicio de toda acción, antigua y primitivamente tecnológica en el sentido corriente del término, hasta entonces espiritual y mágica.

Universalismo técnico

La técnica engloba actualmente la civilización, Las tentativas de cultura, de libertad, de poesía, etc., están simplemente insertas en este clasificador gigantesco, en este fichero viviente establecido por la tecnología. Así se constituye un mundo unitario y total. Es totalmente vano pretender ya sea frenarlo, ya sea tomarlo en manos y orientarlo. Los hombres, confusamente, se dan cuenta de que están en un universo nuevo, desconocido. Y de hecho, es realmente un medio novedosos para el ser humano.

Es un sistema elaborado como intermediario entre la naturaleza y la persona, pero este intermediario adquirió tal desarrollo que el hombre ha perdido todo contacto con el cuadro natural y solo se relaciona con el mediador hecho de materia organizada, participando al mismo tiempo de ola de lo viviente y del mundo de la materia bruta. Enfermo en su obra artificial, el hombre no tiene ninguna salida, no puede horadarla para reencontrar su antiguo medio, aquel al que estaba adaptado después de tantos siglos.

Es fácil ufanarse de escapar a lo que el hombre ha considerado como necesidades ¡que pesadez vencida permita en adelante volar! Pero esta victoria ha sido al precio de una sumisión, más grande aun, a una necesidad más rígida: la necesidad artificial, que domina nuestras vidas.

Introducción

La técnica no se contenta con ser el factor principal y determinante, se ha convertido en Sistema (…) hace 20 años llegué a la concepción de sociedad técnica, pero este estadio ha sido, hoy en día, sobrepasado. Permanece si embargo el problema principal de qué es lo que constituye la especificidad de nuestra sociedad, su dominante. O incluso buscar aquello que constituye la clave de la modernidad.

Ahora bien si recurrimos al campo de las definiciones generalmente aceptadas hoy día, nos daremos cuenta de que todas las especificaciones son secundarias y apuntan finalmente hacia la técnica.

Conclusión
No es la presencia del hombre lo que impide a la técnica convertirse en sistema: el hombre que actúa y piensa en la actualidad no se sitúa como sujeto independiente en relación a una técnica/objeto, sino que está dentro del sistema técnico, él mismo está modificado por el factor técnico. El hombre que hoy día se sirve de la técnica es, de hecho, su servidor. Y recíprocamente, sólo el hombre que sirve a la técnica es realmente apto para servirse de ella.

Extracto significativo
Es satisfactorio constatar que todo aquello que constituye la vida social: trabajo, ocio, religión, cultura, instituciones, todo aquello que forma un conjunto laxo y complejo donde se inserta la vida real, donde el hombre encuentra a la vez una razón de vivir y de angustia, todas estas actividades desgarradoras y más o menos irreductibles las unas a las otras, todo esto, está ahora tecnificado, homogenizado, integrado en un nuevo conjunto que no es la sociedad.

No hay ninguna organización social o política significativa posible para este conjunto en que cada parte está sometida a tecnologías, y ligada a otra por tecnologías.

Ya empieza a ser admitida la idea de “sociedad virtual” que encontramos en numerosos autores y que corresponden a aquello que analizo en las ilusiones políticas –la política en el mundo de las imágenes–. No hay sentidos: hay la abstracción de todas las actividades, de todos los trabajos, de todos los conflictos, situados en una actualidad sin profundidad.

Somos incapaces, como ha hecho notar Beaudrillard en Sociedad de consumo, de considerar la racionalidad de los objetos que utilizamos, de saber, por ejemplo, cuando miramos la TV que este milagro es un largo proceso social de producción que nos lleva al consumo de imágenes. Pues la tecnología eclipsa el concepto mismo de realidad (social). Todo lo social ha pasado al nivel abstracto, con el fenómeno singular de una toma de conciencia aguda de lo no real –por ejemplo la pasión por la política– y de una “no-toma” de conciencia de lo real –por ejemplo la tecnología–.

Ahora bien, este desplazamiento en la relación procede efectivamente de la tecnología: es ella la que hace aparecer este “no-real” que es tomado por real –los bienes de consumo, o la actividad política– por medio de su propio proceso de difusión, por la imagen.

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* Traductor. Texto ubivado en el foro virtual de discusión Urtica (http://listas.nodo50.org/cgi-bin/mailman/listinfo/urtica).
El sistema técnico fue publicado en París por Calman-Lévy, 1977.

valery_gomes@yahoo.fr.

Addenda

Los textos en francés pueden encontrarse aquí.

Ellul escribió alrededor de 50 libros y un número no exactamente determinado en periódicos y revistas, fue un buen lector del marxismo y cultivó la poesía.

Rechaza Ellul la identificación y relación habitual entre técnica y máquina –instrumento–. En La edad de la técnica afirma que ésta, la técnica, «ha adquirido una autonomía casi completa respecto de la máquina, y ésta se queda muy atrás con respecto a su criatura (…) la técnica asume hoy la totalidad de las actividades del hombre y no solamente su actividad productora». Esto es: la técnica se erige como un factor autónomo que, al perseguir la máxima eficiciencia, convierte al ser humano en un ente absolutamente dependiente de la búsqueda de esa eficiencia, en una criatura deshumanizada.

La técnica crea e implica una dinámica de desarrollo y una moral propias, que se mide únicamente en términos de resultados, es decir: por su eficaciaque nada tiene que ver con la ética del ser humano, sino con la suya propia, es decir, la eficacia. En esta línea de razonamiento, –señala Ellul– «una determinada técnica debe ser empleada tal y como es», lo que en ámbito político explica por qué un gobierno que se tilda de socialista «hace, poco más o menos, en todos los países, lo mismo que todos sus predecesores no socialistas (por) la gravitación de las técnicas».

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