Marina Robles Yáñez.*
Hablamos de un cine vivo, cambiante, que se sumerge y emerge nuevo y distinto; hablamos del cine de Jem Cohen. Lo consideramos plenamente vigente, más que nunca en nuestro hoy y ahora, cuando el derecho –o la obligación– de realizar cine documental y audiovisualismo serio, comprometido y honesto, no es aceptado, o es combatido, por los poderes que conducen los hilos de nuestro sistema social; un cine que nos sirva en los momento de desánimo, en que la frustración nos quiere devorar y extraviamos la estrella de nuestra pasión. Un cine que nace en las calles y luces y sombras de la ciudad, con sus gentes, con su música, sin prejuicios, con las alas del vuelo libre.
El neoyorkino Jem Cohen (1962) no es el cineasta más conocido entre los independienteses, quizá porque no claudica, aferrado a un contenido y una estética no siempre "al gusto de". Por ello es difícl de clasificar: ¿lo suyo es el cine-arte, el documental, el ensayo de formas, la simple fotografía? ¿Busca expresar la oculta vida de los sueños, pretende "cazar" la esencia de lo urbano a través de la música punkie?
Rebelde, por cierto, es su cinemtografía, rebelde y andariega por calles y rincones de cuánta ciudad ha visitado (y no se cansa de caminar Nueva York); en cierto modo su trabajo es una de las batallas de una guerra sorda y nunca de verdad declarada entre los poderes que gobiernan y la voluntad de no ser conducido –por más que haya alguna vez dicho que no se trata de una guerra, sino de aventurarse. El cine como aventura para mostrar los pliegues cotidianos invisibilizados de la sociedad.
Una abertura en la que vive con talento y rigor y que desnuda para que la vistan los ojos que la miran , capada con una vieja súper 8, en 16 mm o con las más reciente vídeo camaras; sin el ancla que a eces significa la formación académica, rabiosamente autodidacta, intenta cumplir con los 19 postulados que presiden su labor –y que propopone al universo del cine independiente.
He aquí su manifiesto para un cine social:
1. Que me cuente algo que no sepa y pregunte tanto como responda.
2. Que sostenga un espejo frente al mundo roto.
3. Que tome una nueva forma, de alguna manera distinta de la de películas anteriores, especialmente aquellas dentro de su propio género.
4. Que no deshumanice o utilice golpes bajos.
5. Que sea como un shock, incluso bajo una forma incómoda o alegre.
6. Que no se vea como un video musical, o huela como una publicidad.
7. Que sea, de alguna manera, misterioso, ambiguo, extraño.
8. Que sea, de alguna manera, divertido.
9. Que me inspire furia.
10. Que me inspire hacia la paz.
11. Que no se guíe por los mandamientos de Hollywood (cine como negocio, películas como productos, adoración de celebridades y espectáculo, vida en tres actos predecibles).
12. Que sea más que propaganda.
13. Que evite el sentimentalismo.
14. Que le hable con verdades al poder.
15. Que les hable con verdades a los sin poder.
16. Que busque en las sobras de la historia.
17. Que me haga querer ponerme a trabajar.
18. Que luche por la honestidad.
19. Que me vuele la cabeza
* Periodista.