José Emilio Pacheco: Poemas destacados

7

Lluvia de sol

La muchacha desnuda toma el sol

apenas cubierta

por la presencia de las frondas.Lluvia de sol – ZONA LIBRE RADIO 1

Abre su cuerpo al sol

que en lluvia de fuego

la llena de luz.

Entre sus ojos cerrados

la eternidad se vuelve instante de oro.

La luz nació para que el resplandor de este cuerpo

le diera vida.

Un día más

sobrevive la tierra gracias a ella

que sin saberlo

es el sol

entre el rumor de las frondas.

 

La materia deshechaPoemas y Frases: La Materia Deshecha / José Emilio Pacheco

Vuelve a mi boca, sílaba, lenguaje

que lo perdido nombra y reconstruye.

 

Vuelve a tocar, palabra el vasallaje

que con tu propio fuego te destruye.

 

Regresa pues, canción hasta el paraje

en donde el tiempo acaba mientras fluye.

 

No hay monte o muro que su paso ataje:

lo perdurable, no el instante, huye.

 

Ahora te nombro, incendio, y en tu hoguera,

me reconozco: vi en tu llamarada

lo destruido y lo remoto. Era

árbol fugaz de selva calcinada,

palabra que recobra en el sonido

la materia deshecha del olvido.

 

Fin de siglo

Y la venganza no puede engendrarFin de siglo y otros poemas de Pacheco, José Emilio: (1987) | Rincón de Lectura

sino más sangre derramada.

¿Quién soy:

el guarda de mi hermano o aquel

a quien adiestraron

para aceptar la muerte de los demás,

no la propia muerte?

¿A nombre de qué puedo condenar a muerte

a otros por lo que son o piensan?

Pero ¿cómo dejar impunes

la tortura y el genocidio y el matar de hambre?

No quiero nada para mí.

Sólo anhelo

lo posible imposible:

un mundo sin víctimas.

Cómo lograrlo no está en mi poder.

Escapa a mi pequeñez, a mi pobre intento

de vaciar el mar de sangre que es nuestro siglo

con el cuenco trémulo de la mano.

Mientras escribo llega el crepúsculo.

Cerca de mí los gritos que no han cesado

no me dejan cerrar los ojos.

 

En resumidas cuentas

¿En dónde está lo que pasóEn resumidas cuentas

y qué se hizo de tanta gente?

 

A medida que avanza el tiempo

vamos haciendo más desconocidos.

 

De los amores no quedó

ni una señal en la arboleda.

 

Y los amigos siempre se van.

Son viajeros en los andenes.

 

Aunque uno existe para los demás

(sin ellos es inexistente),

 

tan sólo cuenta con la soledad

para contarle todo y sacar cuentas.

 

El silencio

La silenciosa noche. Aquí en el bosqueLibro El Silencio de la Luna De Jose Emilio Pacheco - Buscalibre

no distingo rumores, no, de ninguna especie.

Los gusanos trabajan.

Los pájaros de presa hacen lo suyo

(seguramente).

Pero no escucho nada.

Sólo el silencio que da miedo. Tan raro,

tan raro, tan escaso se ha vuelto en este mundo

que ya nadie se acuerda como suena,

ya nadie quiere

estar consigo mismo un instante.

Mañana

dejaremos de nuevo la verdadera vida para

mañana.

No asco de ser ni pesadumbre de estar vivo:

extrañeza de hallarse aquí y ahora en esta hora tan muda.

Silencio en este bosque, en esta casa

a la mitad del bosque.

¿Se habrá acabado el mundo?

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.