Kintto Lucas: Muros

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Uno nace bueno pero se va haciendo malo porque las cosas que uno descubre lo van enmaleciendo. Uno nace loco y se va volviendo cuerdo. Y cuando sos cuerdo funcionas a cuerda. Todos los cuerdos funcionan a cuerda. Les dan cuerda y caminan, les das cuerda y piensan. A veces nos preguntamos si un loco puede hacerse amigo de un cuerdo y llegar a un acuerdo con el cuerdo, sin que a éste le surja el prejuicio y se pregunte entonces ¿qué hago yo conversando con este loco?

Al final, estamos todos adentro, adentro del planeta tierra, dice uno en la radio. Pero algunos locos estamos acá adentro, rodeados por un muro. Hay muchos lugares con muros en el planeta Tierra. Mucha gente que quiere amurallar el planeta Tierra. Si el planeta Tierra tuviese anillos como Saturno, transformaban los anillos en murallas. A los locos no les gusta los muros pero no se enojan ni se ofenden, solo se dejan estar acá adentro y así estamos, estando, mirando hacia afuera y mirándonos hacia adentro. Solo se trata de vivir lo que queda pensando en lo que no queda.

Acá nadie zafa porque si te agarran te encierran de nuevo, dice uno. Yo quisiera saber porque me dicen loco, ¿loco de qué? Le pregunto a los doctores, y me dicen noooo, vos no estás looco, estás un poco enfermo, si estuvieras loco estarías en un manicomio y esto es un hospital. Los doctores son unos cuenteros, pero yo me hago el tonto y les sigo la corriente, total. Si juego al ajedrez dicen que estoy loco. Si hago crucigramas también dicen que estoy loco. Si busco direcciones en la guía también estoy loco. Si cuento mis cuentos también estoy loco. Si digo que no creo en Dios, pero sí creo en el Dios Sol, me dicen loco. Pero cuando le pregunto a los doctores por qué me dicen loco, me contestan que solo estoy un poco enfermo.

Acá el que se muere se va dejando el dolor en alguna cama o alguna silla. El dolor se queda aunque el se vaya. Andamos siempre con nuestro dolor a cuesta y al final lo dejamos ahí, dice uno en la radio. En todo caso, si te preguntan algo, decí que no te duele nada, decí que no sabés nada del dolor. Que el dolor no existe. Si te pegan no pienses en el dolor, déjalo ahí. Si acaso te duele el dolor no tengas miedo, no estés triste, no llores no recuerdes, que no te duela la vida ni la muerte. Que no te duela el pensamiento. Mejor no pienses. Hoy acá hay gente rara, mucha gente extraña desconocida, que habla de muros. Muros y más muros. El mundo no se cansa de pensar en muros…

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