La canallesca oposición venezolana y la vergüenza de la Chinchilla

1.342

Néstor Francia.*

La cadena nacional de la noche del miércoles siete de julio, presentando el caso y las confesiones del terrorista Chávez Abarca, fue sin duda contundente. La confesión de este sujeto es una corroboración de lo tanto dicho por Chávez y lo tantas veces negado por la oposición: la existencia de planes conspirativos y desestabilizadores de cara a afectar el desenvolvimiento de las elecciones del 26-S, por una parte, y al derrocamiento violento del régimen revolucionario, por la otra.

La canalla mediática, por supuesto, ha minimizado la noticia, y sobre todo las confesiones de Chávez Abarca, aunque ha dado importancia a la falsa acusación de “secuestro” lanzada por la esposa del criminal, mientras que la canalla opositora, tan escandalosa cuando se trata de acusaciones infundadas contra la Revolución, guarda un silencio cómplice ¿Qué se podía esperar? ¿Acaso no son caimanes del mismo caño?

Corresponde ahora a nuestro Gobierno tratar de llegar al fondo del asunto ¿Quiénes están detrás de los planes que tienen como sujeto, entre otros, a Chávez Abarca? Por otro lado sería conveniente la repetición de esta cadena nacional, inclusive anunciándola previamente de manera impactante. Mientras más gente vea al terrorista confesando impúdicamente sus designios, mucho mejor. No podemos pelar ese boche.

Lo del PPT y Henry Falcón da pena ajena. Ahora el derechizado gobernador de Lara arremete contra la Ley Orgánica de las Comunas y bate lanzas en defensa del troglodita Urosa Savino. Son oportunistas desvergonzados, derechistas irremediables, enemigos del pueblo venezolano, condenados a desaparecer inclusive antes que la oposición tradicional (o a ponerse a la cola de ella, como han hecho el MAS, Bandera Roja, la Causa R y Podemos, cenicientas penosas de la caterva derechista).

La entrega de Costa Rica

El Vicepresidente del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) y secretario de Relaciones Internacionales del Partido Comunista de Venezuela, Carolus Wimmer, ha hecho una declaración sin desperdicio:

“Estados Unidos busca avanzar en su estrategia de militarización del continente americano para contener las revoluciones y el avance de los movimientos sociales en América Latina, con las ocupaciones en cada país, esta vez en Costa Rica, tras la introducción en ese territorio de siete mil marines estadounidense, 46 buques de guerra, 200 helicópteros artillados y varios aviones modernos de combate, todo esto con la autorización del gobierno títere de ese país centroamericano…

"Esta ocupación demuestra que el imperialismo estadounidense sigue con la pretensión de aplicar la doctrina Monroe, ahora convertida en Doctrina Obama, para tratar de controlar otra vez lo que ellos llamaron su patio trasero, y para lograr ese control amplían el teatro de guerra en América Latina con una nueva ocupación militar. Después de Haití, Panamá, Colombia, Perú, ahora lo hacen en Costa Rica”.

El colmo de este nuevo acto interventor, absolutamente condenable, es la forma en que fue instrumentado, que no hace sino develar claramente a qué debemos atenernos con el gobierno cipayo de Laura Chinchilla.

Según Wimmer  “El permiso para la ocupación lo solicitó la embajada de Estados Unidos a través de una carta sin traducción oficial alguna y en ella pedía la absoluta inmunidad para sus oficiales y soldados, y que de haber algún reclamo de un tercero, debían acudir a los tribunales militares y civiles estadounidenses. Todas estas condiciones fueron aceptadas sin objeción por el gobierno títere que gobierna en estos momentos Costa Rica”.

* Analista de asuntos políticos.

Addenda

El ministro de Interior y  Justicia venezolano, Tarek El Aissami, informó que el terrorista salvadoreño, Francisco Chávez Abarca, capturado el pasado jueves en el país, pretendía "iniciar una fase de atentados", para desestabilizar las elecciones parlamentarias pautadas para el 26 de septiembre del presente año.

La presencia de Chávez Abarca en Venezuela, según sus primeras declaraciones "obedece a iniciar una fase de atentados para provocar hechos de violencia en contra del venidero proceso electoral del 26 de septiembre".

"Para esta acción criminal, (Chávez Abarca) ya habría contactado a grupos fascistas de la contra revolución (de Venezuela) quienes pretendían colaborar", para la ejecución de los planes terroristas, señaló el ministro El Aissami, señalando que aún con la carga irrefutable que compromete al individuo con graves delitos, "se le han garantizado sus derechos", como lo establece la Constitución del país.

"Una vez comprobada su identidad se procedió a consultar información sobre Francisco Chávez Abarca a la Policía Internacional (Interpol)", dijo. Tras ello se "conoció que este ciudadano es solicitado con difusión roja por Interpol Cuba por el delito de terrorismo", indicó.

En este sentido, el Ministro explicó que la difusión roja significa que se trata de una persona "de altísima peligrosidad, que debe ser detenida de manera inmediata".

Chávez Abarca estuvo detenido en El Salvador durante dos años por ser líder de una banda que se dedicaba a robar vehículos en ese país, pero la justicia esquivó dar sentencia a los otros crímenes internacionales de los que se le acusaba.

El 28 de octubre del año 2007, un juez liberó a Chávez Abarca pese a sus actividades delictivas. Sin embargo, nunca tuvo que responder por su papel como principal cómplice de Luis Posada Carriles en una campaña contra Cuba que no se mencionó ante los tribunales salvadoreños a pesar de repetidas denuncias.

En 1997 activó una bomba de 600 gramos de C-4 que causó daños materiales en los baños de la discoteca Aché del Hotel Meliá Cohíba, Cuba, el 12 de abril de ese año.

El 30 del mismo mes, se desactivó un artefacto explosivo (401 gramos de C-4) que el salvadoreño había colocado en una maceta ornamental del piso 15 de la misma instalación hotelera.

Además, el 24 de mayo, mientras Chávez Abarca estaba en México, estalló una bomba en la entrada de las oficinas de la corporación Cubanacán de la capital.

También en 1997, bajo orientaciones de Posada Carriles, Francisco Chávez Abarca contrató al mercenario René Cruz León y lo encargó de realizar misiones terroristas en Cuba.

Posteriormente Cruz León realizó dos viajes a Cuba en los que situó bombas en hoteles habaneros, una de estas mató al joven turista italiano Fabio di Celmo, el 4 de septiembre de 1997.

El terrorista confeso Posada Carriles, acusado de ser el autor intelectual de un atentado contra un avión cubano que causó la muerte de 73 personas en 1976, goza de libertad en Miami, Estados Unidos (EE.UU.), pese a que Venezuela le ha insistido al gobierno de ese país su extradición.

(Fuente: TeleSur)

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.