La creación del dispositivo geosemántico global
Constituye una herramienta descomunal puesto que el espacio real del planeta es tridimensionalizado (dimensión geoespacial) por medio de dispositivos ópticos satelitales, y además es aumentado en su potencia informativa por múltiples cubiertas (overlays) de información adicional cualitativa y cuantitativa sobre las propiedades físicas general y por tanto cualidades humanas del lugar, especialmente en ámbitos urbanos.
La Web geosemántica tiende a reconfigurar la manera en que nos ubicamos en espacios virtuales, creando la posibilidad de establecer una correlación visual en tiempo real del espacio físico en que existe determinado dato, página, nodo o usuario.
Todo ello nos coloca sobre nuevos rieles en la veloz carrera por el desarrollo de interfases cada vez más poderosas para el avance de la inteligencia en general (conocimiento) y de la Inteligencia en específico, allá donde la imaginación sigue siendo desafiada por el ingenio y el emprendimiento.
“Mientras que los demás aceptaban los aparentes límites de velocidad que imponían los algoritmos de búsqueda, Google creó nuevos algoritmos que demostraron no tener límites” (información corporativa: www.google.es/intl/es/corporate/tenthings.html).
“The Google philosophy can be expressed in five general principles: Work on things that matter, affect everyone in the world, solve problems with algorithms if possible, hire bright people and give them lots of freedom, and don’t be afraid to try new things. As a general practice, Google also requires that its engineers spend 20 percent of their time working on personal technology projects unrelated to their primary projects”. Chad Dickinson. February 20, 2004 (www.infoworld.com/article/04/02/20/08OPconnection_1.html).
GOOGLE: MOTOR DE MOTORES
La empresa Google, que cumple siete años de operación, de a poco se ha ido apoderando de las búsquedas y referencias en internet; sus creadores, jóvenes, y ejecutivos han realizado un trabajo de asentamiento con un crecimiento sin límite, que hoy acumula un valor total de US$ 90.000 millones, 12.1% del cual es cotizado en la bolsa.
Con nuevos algoritmos de búsqueda –incluida la búsqueda de fotos y vídeo (Google Video)– con nuevas herramientas de comunicación e información –Gmail, Google Talk– con nuevas contrataciones de los científicos e informáticos más afamados del mundo, entre ellos a Vinton Cerf –padre del lenguaje TCP-IP, fundamento de la red de redes– ha impuesto su nombre, herramientas y dominios como referente para la gran mayoría de usuarios de internet.
Hace poco Google lanzó un motor geográfico que va más allá de la geografía, para incluir otras dimensiones en el terreno de la información de la realidad virtual, integradas por medio de la imaginería satelital, la simulación tridimensional y el acoplamiento de bases de datos, utilizando lo que en un primer acercamiento es la exploración multidimensional de la dimensión geoespacial. Es decir: del espacio tridimensional que describe nuestro planeta y los datos que anida en cada uno de sus recovecos.
Esta herramienta se llama Google Earth y de suyo conforma un momento destacado en el desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento, y en la historia del conocimiento en general. Esto implica una tesis sobre antecedentes que recién comienzan a desplegarse. Trataré de dar fundamento a esta afirmación: Google Earth es una pieza maestra de una nueva «Era Tecnosocial», argumentación que me permitirá desplegar una serie de nociones asociadas a sus consecuencias que harán de este artículo un espectro futurista.
NACIMIENTO DE UN NUEVO DISPOSITIVO DE PODER
Google Earth no es el único software producido para dar cobertura a la geografía del planeta: hoy compite con MSN Virtual Earth de Microsoft y con la propuesta de fuente abierta WW2D(1, sin embargo sus competidores no cuentan con los argumentos tecnológicos suficientes para superar el atractivo de la herramienta de Google, cuya interfase está diseñada sobre supuestos muy ambiciosos –hoy solo insinuados– y que comienzan por ir más allá de la entrega de datos para conformar un programa que se expande con cada nuevo usuario nuevo que descarga el software y con cada minuto que sus ejecutivos, investigadores y desarrolladores trabajan.
Desde luego que haberse creado un contendor tan poderoso como Microsoft2, le traerá más de un dolor de cabeza, especialmente en el ámbito de los litigios de patentes.
El navegador Google Earth (Beta), que se descarga gratuitamente, contiene una serie de prestaciones innovadoras. Sobre la superficie esférica del globo es posible trasladarse a cualquier lugar donde el ratón arrastre al planeta, se pueden obtener visiones de calidad diferencial de todas las ciudades del mundo. Su dimensión como herramienta de geografía la convierte en un sujeto de sospecha y recriminación por parte de los Estados, que desde su instalación y lanzamiento están pidiendo que Google Earth discrimine y censure ciertos lugares de carácter estratégico –que, a sus ojos, son objetivo de terroristas o de otro tipo de enemigos; es decir enemigos tradicionales y no tradicionales de los Estados–.
Google pasa por alto esos temores y parece dispuesto a no limitar el acceso a imaginería satelital3. Es decir ,solamente restringiendo su utilidad como herramienta de geografía resulta un poderoso aliado para el diferencial de sus usuarios. Pero lo central de esta herramienta en la tesis aquí formulada, va más allá de la dimensión geográfica y de los resquemores de los censuradores, cada uno a lo suyo.
Lo radical proviene de un nuevo sentido de lo geográfico, que parte de la constatación del poder de la “imaginería satelital” para dotar de tridimensionalidad al plano de los mapas tradicionales. Se establece una nueva forma de percibir el espacio e interactuar con zonas desconocidas de nuestro planeta; de hecho la función principal es ‘volar a’ (Fly to): buscar un lugar y llegar a él volando. Ello permite al usuario un nuevo nivel de experimentación del espacio virtual en una paradoja de espacio real y espacio virtual. Esta paradoja y este nivel experiencial son claves para entender que lo que esta herramienta logra un cambio en el nivel de las percepciones de un navegante tradicional a otro capaz de moverse por todos los confines del planeta con solo un clic.
Estamos asistiendo, de la mano de Google Earth al nacimiento de una nueva forma de percibir el espacio, que afecta al mismo tiempo al espacio virtual y al espacio real de nuestro planeta, así como constituye un nuevo plano mental para los usuarios, individualmente y también como colectivo. Para entender el nivel de penetración de esta nueva lógica que comienza a penetrar nuestras mentes, hay que entender el fenómeno de lo masivo.
Masividad: al lanzar su Gmail en 2004, Google demostró la fidelidad de sus usuarios. Ya deben ser millones, y esta no es una afirmación arriesgada. Esto nos permite suponer la misma exitosa experiencia para Google Earth. Masividad que garantiza también generalizar un cambio mental en la percepción del espacio semántico, espacio de los significados y de la construcción de conceptos sobre el planeta. Y su correspondencia con un espacio semántico estructurado por ontologías4 discernibles frente a un monitor de Internet.
Insistiré en señalar que esta herramienta sobrepuja lo que el sentido común entiende y entendió por geografía para dar paso a una nueva definición epistemológica de este campo, que quizás no deje mucho sentido al término geografía tal como la conocimos, a pesar que los especialistas en las problemáticas geográficas y espaciales lleven años desarrollando modelos de interoperatividad que han desplazado la especificidad de lo geográfico para ampliarlo en sus aristas espaciales y semánticas. Con esta nueva herramienta suponemos que habrá un espacio de fusión cognoscitiva en variadas áreas del saber, y también de la navegación trivial, que desde hoy están siendo esperadas.
Para designar aquello en lo que se convertirá la geografía tradicional hemos tomado el concepto de «GeoSemántica». Este concepto trata de dar cuenta de las cualidades cognoscitivas que se pondrán en funcionamiento con la comprensión, internalización y uso de esta herramienta. Es decir, trataremos de dar cuenta de un proceso epistemológico doble: 1. que afecta al sentido y definiciones de la geografía conocida y la navegación internet, tal como es conocida hoy; y, 3. que afecta al sujeto usuario en la conformación de su sentido de vida, tremendamente impactado por la generalización de una nueva dimensión de la espacialidad virtual y real, que lo catapulta de su condición de ser pedestre virtual a ser pájaro virtual, con el nuevo nivel de conciencia y claridad que ello implica y cuyas consecuencias pronto comenzaremos a testimoniar.
GEOSEMÁNTICA: HEURÍSTICA DE LA UBICUIDAD
La dimensión GeoSemántica es el espacio virtual en el cual se conjugan los «argots» lingüísticos de diversos campos del conocimiento. En primer lugar tomemos el concepto de J. Brodeur de proximidad geosemántica, definida como la instancia proveedora de capacidades de razonamiento para evaluar similaridades semánticas, geométricas y temporales, como fuente para mejorar la interoperatividad de los datos geoespaciales basados en conceptos propios de la comunicación humana5. La «proximidad geosemántica» resulta una funcionalidad evaluativa para la construcción de lenguajes u ontologías. Sin embargo existe también la GeoSemántica como tal, definida como un servicio de arquitectura web, basado en ontologías y diseñado para integrar, traducir y compartir información multivariada y activos de conocimiento (geoespacial y de noticias de medios) en un ambiente de distribución red, tal como ha sido proyectada por el Earth Science Sector of Natural Resources Canada: 6. GeoSemántica como nombre propio de un proyecto geoespacial.
GeoSemántica aparece como el esfuerzo conceptual y de diseño de software para poder compartir la información geoespacial. Mi percepción es que Google Earth puede estarse construyendo como una gigantesca herramienta geosemántica. Si la geosemántica de Brodeur domina el geoespacio en sus funciones de identificación, descripción y explicación, la definición propuesta sugiere que la web geosemántica global construirá la función generativa encargada de disponer de una serie de comandos de un diálogo con el usuario; en el cual éste sea generador de contenidos geosemánticos, en la forma de glosarios, propuestas de funcionalidades y subfuncionalidades, construcción de ontologías y desarrollo semántico geoespacial y societal. Lo central es que en tanto que va aumentando el conocimiento que acumula dicho programa, los límites del conocimiento restringido a lo geoespacial se ven traspasados por el fenómeno humano, que invade el geoespacio con una variedad diferencial de requerimientos y significaciones, que obligan a ampliar cada vez más los repositorios de datos que conforman las diversas ontologías discretas y específicas.
Para el presente análisis el concepto de geosemántica refiere a la relación de lenguajes establecida y establecible entre los datos de imaginería satelital disponibles desde una matriz geoespacial, y su relación con los datos humanos en el nivel societal, que son capturados fotográficamente por esa imaginería satelital. Allí donde se produce la intersección entre una imagen que registra y describe un geoespacio, y aquellos que construyen un mundo de significaciones en ese lugar descrito, existe el potencial de interoperatividad semántica entre ambas dimensiones: geoespacial y societal.
La dimensión geosemántica comienza a definirse como el campo en que el geoespacio y la realidad societal convergen en series de ontologías capaces de interoperar unas con otras en un sistema de ubicuidad potenciada, que recién comenzamos a definir. La capacidad de establecer un lenguaje de continuidad entre ambos tipos de información relevante es el esfuerzo semántico de interoperatividad ontológica geoespacial y societal que se propone la web geosemántica global y que implica de la inclusión de la función generativa interactiva de semánticas geosocietales.
El concepto de geosemántica que aquí se implementa es también consecuencia de la nueva relación que Google Earth pretende establecer entre geoespacialidad y ubicuidad: el usuario de esta herramienta podrá contar con disponibilidad siempre que lo desee, de manera tele presencial en asociación a un espacio, en un determinado tiempo. Ese usuario, en tanto es el dato humano de la web geosemántica global, genera un diálogo de necesidades y ofertas sobre sus datos personales que pueden incorporarse al programa, mediante cierta funcionalidad, de manera que permiten ser tele presenciadas por otros usuarios de la red, no sólo en tanto que datos más o menos animados y publicados en la red, tal como es la experiencia normal actual de la internet, sino además como “datos ahí”, datos que tienen una ubicación física observable –es decir geoespacial– determinada y que son susceptibles de generar interacción sobre un territorio que, siendo virtual, tiene muchas cualidades del espacio real, que determinan la generación de un cuadro mental de ubicuidad mutua, y esto es determinante puesto que permite la tele ambientación mutua, y la evaluación de los factores objetuales, personales, organizacionales y ambientales, de la diferencia cultural entre ambas partes. Si encuentro a alguien que vende una alfombra en Bagdad, podré «ver» la situación contextual de la ciudad y del país donde se encuentra mi oferente, y podré saber o al menos hacerme una idea de qué tan realista es esperar que la alfombra llegue a mi casa en determinado tiempo.
Esta ubicuidad es también el factor que da sentido a una nueva forma de experienciar y ser conscientes de la geoespacialidad como herramienta; es decir: del diferencial de sujetos que optan por estar disponibles a la interacción, sobre una esfera virtual que es la representación cada vez más exacta de su ambiente real. La ubicuidad telepresencial genera una heurística de interactividad en tiempo real que a paso de gigante redefinirá la propia forma de navegar por internet que nos es cotidiana.
La dimensión geosemántica toma del concepto tradicional de geosemántica de Jean Brodeur todo su contenido; sin embargo la generalización de la tecnología de comunicación en red del material geoespacial, ya no solo para uso científico sino para el público en general, implica una expansión de forma. En realidad lo que podemos llamar una explosión semántica para los márgenes de su definición operativa, puesto que ahora se trata de una geosemántica global, que debe encargarse de todos los significados del planeta especialmente los que derivan de inquietudes y necesidades humanas (imaginemos el trabajo que queda por hacer). En ello consiste la enorme relevancia que se le otorga a este concepto. Puesto que sobre él pretende realizarse la construcción de la nueva web, diseñada sobre nuevos principios de interfase, donde el usuario se conecta al mundo literalmente y visualmente, y toma contacto, e interactúa con sus contrapartes reales (personas, instituciones o empresas), o virtuales (programas, robots de búsqueda y asistencia, centros de datos, etc.), sobre supuestos correlativos espaciales. Esto es, sobre una certidumbre social geoespacial.
Desde un punto de vista sociológico es posible vislumbrar la creación de un gran catálogo organizado de conocimientos y recursos de las sociedades del mundo. La gran extensión semántica que deberá incluirse en estos nuevos diccionarios y ontologías geosemánticas corresponderán a escalas diferenciales de ideas y sistemas de ideas; de teorías asociadas a culturas, de sistemas de conceptos, de taxonomías descriptivas. De texturas y ambientaciones… Es una mirada de los datos más diversos, tan extensa como todo lo que abarque la globalidad del Globo digitalizado y aumentado en profundidad por el poder organizador de la web geosemántica.
SUBREPUJAMIENTO DE LA NAVEGACIÓN
La forma de navegar por internet que conocemos está cerca de su fin. Lo que viene tiene más apariencia de un navegador aéreo, no más complejo de usar que el Explorer. Y ello será así en la medida que el mundo acceda masivamente a la verdadera banda ancha, no ese espectro de servicios que pretenden usar hoy ese nombre, sino, de un acceso total en velocidad a una red de transmisión inalámbrica, gratuita –tal como la está proyectando… sí, Google Inc.7–. Con lo cual Google no solo intentaría crear una súper accesibilidad 8 a sus usuarios unido a supervelocidad de transmisión, sino, que pretendería crear una «internet paralela»9, y i es exactamente este dato el hecho centrar en las expectativas que crea la nueva web geosemántca. Sobre la plataforma de nuestro PC instalaremos un software de navegación cuya interfaz mostrará un híbrido entre Internet Explorer, Messenger (Chat, audio y video conferencia), buscador de Google y el programa Google Earth, sobre este hibrido se construirá la relación de la segunda o tercera 10 Era de Internet, siendo esta vez la pantalla de interacción principal nuestro planeta digitalizado. Se ve así una especie de evolución desde los códigos desnudos que se trasmitían en los setentas, a la interfaz más inteligente de los noventa comienzos del 2000, hasta llegar a lo que aquí vislumbramos como el siguiente navegador planetario.
La idea central es que cuando se busca tradicionalmente una pagina y se la encuentra, este nuevo navegador nos trasladará geoespacialmente al lugar donde tiene asidero aquel sitio o dominio. E incluso, por medio de la herramienta de vídeo interactivo, se construiría una solución de continuidad entre momento de llegar volando y posarse sobre el sitio geoespacial específico y una recepción persona a persona en video conferencia. Un vídeo que no necesariamente captura sólo a la persona o el objeto que se desea ver y contactar, sino al espacio físico que la rodea y que enlaza con la imagen tridimensional que provee la función geolocalizadora del buscador, función que denomino de ubicuidad escalar. Es decir sobre el monitor de nuestro PC, montaremos un navegador geosemántico global, que nos colocará a un clic de cualquier lugar, persona u objeto.
Si nos olvidamos de las limitaciones de nuestros servicios de “banda ancha”, y nos imaginamos operando con cadencias iguales o superiores a 155 Mb/s es fácil suponer la experiencia visual de transportarse a vuelo de pájaro de Chile a Canadá en una fracción de segundo, sin perder un píxel de imagen, y entrando a una tienda virtual donde se almacenan los objetos que buscamos o donde trabaja la gente que necesitamos contactar, y establecer un diálogo con una persona sin que ningún ruido entorpezca nuestra transacción. Lo mismo si buscamos cosas más escabrosas, como la situación tras una catástrofe en determinado sitio, o un teatro de guerra, o una protesta urbana, etc. Sea como sea lo que se vislumbra da para especular, pero estamos acá para plantear un análisis.
Una vez definido el tipo de navegador que desplazará al navegador tradicional, se generan una serie de consecuencias lógicas sobre el plano existencial de los usuarios. Si la Internet nos llegó a mediados de los noventa como una poderosa herramienta que nos permitió generalizar la información, con lo cual nos transformamos en agentes estratégicos en potencia 11, en adelante el nuevo navegador que se insinúa con Google Earth, nos transformará en agentes estratégicos de hecho presenciales. La capacidad visual geoespacial nos entrega una herramienta revolucionaria de la cual aprenderemos a hacer uso sin límite. La dimensión visual y presencial nos convierte en agentes generalizados de un inmenso espacio de geosemántica global, en la cual la capacidad de generar significados geoespaciales y societales en un mismo dispositivo de navegación equivale a la capacidad de generar estrategias de manejo semántico, espacial, y temporal. Es decir equivale al acceso global a una noopolítica construida en un «cara a cara» de cada uno con el resto del mundo.
LA DIMENSIÓN GEOSEMÁNTICA
Y SUS CONSECUENCIAS PARA EL ANÁLISIS ESTRATÉGICO
Hemos analizado una serie de datos que nos llevan a concluir que si internet revolucionó el acceso de las personas a la información y a la comunicación, la forma establecida de relacionarse con internet pronto será revolucionada por las implicancias tecnológicas, interoperativas e interactivas de la herramienta Google Earth. Tal como los científicos que crearon la red de servidores ARPANET –y usaron de ella por más de veinte años antes que se lanzara su masificación como tal internet–, así mismo es esperable que lo que hasta ahora había sido una herramienta de información y comunicación especialidad de las geociencias, un lenguaje científico, se transforme en un lenguaje masivo gracias a la web geosemántica global.
Si consideramos la masificación de esta herramienta también estamos tratando de dar cuenta de que esta masificación contiene un diferencial de usuarios en potencia. Tal como la geosemántica había sido un concepto operado por especialistas de las geociencias, su generalización admitirá múltiples nuevas especializaciones en todos los campos de interés humano. Para el caso del análisis estratégico se visualizan una serie de consecuencias, que van desde la disminución de los costos de los análisis, puesto que esta herramienta integra el conocimiento geoespacial como al conocimiento societal asociado, será posible prescindir de una serie de operadores humanos, reemplazados por la automatización informática. El analista que quiera presenciar un suceso en cualquier lugar del planeta dejara de necesitar la cadena de especialistas que permiten traer las imágenes requeridas operando satélites de imaginería, programas de resolución de imagen, programas de correlación de datos, hasta llegar finalmente a su monitor. En cambio será posible que todas esas funciones sean radicalmente unificadas en un solo programa de web geosemántica global, cuyo modelo actual es Google Earth. Es decir, podemos imaginar que toda una oficina de imaginería geoespacial sea reemplazada por dicha herramienta.
La web geosemántica global, en tanto que integra la información geoespacial con la información societal, masifica por medio de una interfase amistosa (fácil de usar), versátil (de uso múltiple) y generativa (con la capacidad de añadir información a voluntad), la posibilidad de que cualquiera usuario realice análisis estratégico de la más confiable validez. Ello en la medida en que nuevos actores estratégicos entran a disputar los espacios de poder planetario, siguiendo sus propios intereses, y con probabilidades diferentes de conseguir sus objetivos. Como ha señalado Manuel Castells , la internet ha generalizado la capacidad de los sujetos, en la medida que ha puesto a su disposición enormes cantidades de información de carácter estratégico; pues bien, la web geosemántica global permite darle a esa información una ubicuidad espacio temporal que aumenta considerablemente la capacidad de comprensión de dicha información. Ocurre en efecto una transformación radical de la tendencia filosófico política a la des territorialización hacia una re-territorialización, que no atañe solamente a las informaciones sino, y de manera mas relevante aún a los sujetos que despliegan sus intereses y estrategias en el mundo.
Desde nuestro ‘aquí y ahora’ las espectaculares consecuencias que imaginamos para el nuevo navegador aéreo son básicamente intuiciones deducidas de los datos disponibles. El presente análisis ha evitado incurrir en futurología más allá de esos datos actuales y tendenciales. Existe aún mucho trabajo por hacer en el desarrollo de la web geosemántica global, sin embargo el presente artículo ha tratado de ser un primer cimiento comprensivo de las tendencias de interoperatividad de la información y de interacción entre sujeto y programa informático.
Continuaremos investigando y siguiendo el desarrollo de este nuevo concepto de internet, atendiendo especialmente al concepto de web geosemántica global, concepto formulado aquí por primera vez, con el objetivo de superar las limitaciones operativas del concepto de web geosemántica, restringido a las geociencias. Buscando con ello fundir la dimensión geoespacial con la dimensión societal, en una continuidad interoperativa y en un programa accesible a la gran mayoría de usuarios de la infósfera.
Notas
1 www.virtualearth.msn.com
ww2d.berlios.de/index.php?id=1.
2“En mayo en una entrevista concedida a Fortune, Bill Gates dijo de Google: ‘Se parece a nosotros más que cualquier otro competidor’. Según quienes apoyan a Microsoft, Google está perdiendo su espíritu empresarial para convertirse en una amenaza para la innovación y los emprendedores. Habría reemplazado a Microsoft en el papel de gigante arrogante y malvado. Así lo dijo un cronista del New York Times radicado en San Francisco”.
El espectro de Google: Microsoft cede el papel de malvado arrogante, 28/08/2005, M. Amigot, IBLNEWS NY. http://iblnews.com/story.php?id=2928
3 Google Earth, ¿herramienta para terroristas? Agencias / Jessica Fraser – Madrid, 31 de agosto de 2005.
www.elpais.es/articulo/elpportec/20050831elpepunet_6/Tes/’Google%20Earth’,%20%BFherramienta%20para%20 terroristas%3F&t=
4 Entiéndase por ontologías los listados de conceptos (fuentes de datos) pertenecientes a determinado tipo de fenómenos que mantienen un vocabulario en común, determinado universo semántico, y están asociados a la interoperatividad en la Web, la que implica definiciones y coordinaciones entre conceptos y datos.
5 Brodeur J., Bédard Y. (2002). Extending Geospatial Repositories with Geosemantic Proximity Functionalities to Facilititate the Interoperability of Geospatial Data. Joint International Symposium ISPRS Commission IV, SDH 2002, 95th Annual CIG Conference Ottawa, Canada, July 8-12.
6 GeoSemantica is an ontology based web services architecture designed for integrating, translating and sharing multivariant information and knowledge assets (geospatial and news media) in a distributed network environment. It is part of a much broader initiative within the Earth Science Sector of Natural Resources Canada to build a web-based architectural framework to situate and promote the use of integrated earth science information, knowledge and expertise within a broader societal context (www.pmamap.com/en/gac/subprojects.html).
7 Google estaría preparando una «internet paralela» gratuita.
(www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=210544&IdxSeccion=100601).
8 Señalemos la creación y estado de experimentación de Google Accelerator.
9 “La ambición de Google. El nuevo [Google] Accelerator puede cambiar decisivamente la Red”. 12-05-2005 (www.rebelion.org/noticia.php?id=15052).
10 La primera Era de Internet toma en cuenta la forma que tenía entre los años setenta bajo ARPANET, hasta la aparición del lenguaje html en 1995. La red ARPANET expiró en 1989 pero sus utilidades se extendieron y continuaron en uso.
11 Ver Un Vector en tres pasos: Filosofía Política, Política Estratégica e Inteligencia. Revista Inteligencia Total, oct. 2003.
www.aainteligencia.cl/its.pdf
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* Sociólogo especializado en sociología política; se dedica a la investigación independiente en filosofía política.
La tesis expuesta se publicó en www.aainteligencia.cl/95IIDCS.htm.
diego.cerda.s@gmail.com.