La crisis hegemónica y el cambio de régimen internacional
Oscar Ugarteche*
En el presente trabajo se hará una revisión de los elementos que marcan la crisis de hegemonía estadounidense y la crisis general del capitalismo en curso. Se revisarán los procesos que han afectado a la crisis económica y se intentará revisar la crisis hegemónica stricto senso. La hipótesis es que hay un traslado del poder de las viejas economías del G7 a otro conjunto de economías pero que hay una pugna por el poder de parte de las potencias en decadencia y una falta de toma de iniciativa de parte de las nuevas.
Los países del nuevo G7 parecen estar comportándose igual que los viejos en América Latina. Todo indica que estamos en un cambio de tiempos que conlleva un cambio de régimen internacional.
La crisis hegemónica y su desenvolvimiento 2007-2011
Para quienes han reflexionado sobre la crisis, la actual ha demostrado estar mejor reflejada en ondas sinuosas, más cercanas a las ondas sonoras que a las letras. Lo cierto es que en efecto es una crisis de dos velocidades con lo que se demostró que la economía de Estados Unidos ya no cumple con su papel de difusor del crecimiento como entre 1930 y 1990. Se decía de Estados Unidos que si le daba un estornudo, al mundo le daba pulmonía. La verdad es que la pulmonía de Estados Unidos le dio unos estornudos a América del Sur, agripó a la Cuenca del Caribe y tras un breve dolor de cabeza, dejó a Asia intacta. En cambio a las economías más maduras y articuladas entre sí les transmitió la pulmonía en pleno, primero al sistema financiero, luego al productivo, y tras los ajustes, al consumo y al gasto público. Lo que diferencia esta crisis de la del 29 es la deuda pública de las economías ricas, que entonces no tuvo gran relevancia. La crisis de 1929 se llevó a las economías en desarrollo por la misma razón que en 1981: el alza de las tasa de interés y la baja de las materias primas. Este no es el caso ahora.
Aunque antes de la crisis no era evidente que Europa y Japón ya eran naciones ricas altamente endeudas (NRAE) la realidad fue que después del 2007 junto con Estados Unidos comenzaron a sentir los impactos de su alto nivel de endeudamiento privado y público. La dimensión del problema de 2007 en adelante fue menos evidente para Estados Unidos que con una altísima deuda interna por consumo, no se esperaba que entrara en una espiral contractiva marcada.
Se pensó que habría un ajuste en las cuentas hipotecarias y se retomaría el camino del crecimiento. Cuatro años más tarde todos anticipan que no habrá crecimiento en ninguna de las economías líderes salvo quizás Alemania. Lo que empezó como un problema de finanzas, como en 1929, se está transformando en un problema mayor de paradigma productivo y de reglas del juego: es decir de paradigma teórico. Aunque este sea un aspecto académico, no debe dejar de remarcarse que los ajustes económicos que el FMI les pide a los europeos son análogos a los que le pedía a América Latina en su tiempo, y en esa medida, su visión teórica del mundo permanece estática aunque lo que causara esta crisis haya sido la teoría donde los mercados desregulados resuelven sus problemas y a menor intervención del Estado mayor crecimiento económico.
Algunos alcances sobre el cambio de régimen internacional
“La relación entre los regímenes económicos y las transacciones internacionales es intrínsecamente problemática, porque el ámbito de los regímenes internacionales consisten en el comportamiento de los estados, el uno con respecto del otro y de ambos respecto del mercado, no del mercado en sí mismo.”(383), “Los regímenes económicos internacionales proporcionan un entorno permisivo para la aparición de los tipos de flujos de transacción internacionales concretas que los actores toman como complementario a la fusión particular de poder y propósito social que está incorporado dentro de aquellos regímenes” (383).
El modelo realista propone una fuente y dos direcciones de cambio de régimen, que muestra el ascenso o descenso del hegemón y la apertura o cierre. En la visión de Ruggie esto abre varias posibilidades: Más hegemonía con cierre, pérdida de hegemonía con apertura o, lo visto tras la Pax Americana, más hegemonía con apertura. Es necesario tener esto en cuenta para comprender las maneras como en las distintas regiones del mundo se están conformando espacios político-económicos nuevos, que dibujan un horizonte post Pax Americana, con hegemones regionales y una nueva arquitectura del poder internacional reflejo de nuevos flujos de comercio e inversión desde nuevos ejes de poder.
Parece existir en los primeros años del siglo XXI una fuerte covarianza entre cambios de ejes de poder y cambios de propósito social. Estos son en parte reflejo de la debilidad del viejo poder plasmado en el “viejo” G7 liderado por Estados Unidos. Los problemas de la depreciación del dólar ante el euro y las monedas latinoamericanas entre el 2002 y 2010, expresan al revés el fortalecimiento de los nuevos ejes de poder y la dinámica del crecimiento económico desde nuevos ejes regionales en medio de la crisis global, reflejan la debilidad de los viejos ejes de poder.
El llamado mundo post Consenso de Washington se refleja en América Latina en una docena de países, en Asia en casi todos, mientras en Europa hay una retractación a su diseño social de post guerra, que se alinea con el diseño del obsoleto Consenso de Washington en desmedro de su proyecto propio, como antes lo hiciera Gran Bretaña. La debilidad hegemónica no quiere decir que los intereses financieros que predominan en la dinámica capitalista contemporánea se han debilitado. Lo que parece es que dichos intereses se han despegado del interés nacional y, al igual que lo militar, se ha vuelto un fin en si mismo, acentuando la debilidad hegemónica.
*Economista peruano, trabaja en el Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, México. Es presidente de ALAI y coordinador del Observatorio Económico de América Latina (OBELA)