La crisis mundial ahora es del empleo
Cristian Carrillo*
Los mercados financieros empezaron hace tiempo su recuperación, pero las consecuencias de sus desbordes ahora las pagan los trabajadores. En las principales potencias el desempleo alcanza niveles record. En Estados Unidos llegó a 10,2 por ciento, según cifras oficiales, y al 17,5% según el influyente The New York Times
Por primera vez en veintiséis años, la tasa de desempleo en Estados Unidos alcanzó un valor de dos dígitos. La destrucción de puestos de trabajo en ese país como derivación de la crisis financiera golpeó a unos 7,5 millones de personas, totalizando unos 15,7 millones de desocupados, el 10,2 por ciento de su población económicamente activa.
eeuudesempleoEl presidente Barack Obama calificó de “aleccionadora” la cifra y anunció otra extensión del subsidio por desempleo. Con esta nueva ampliación, el subsidio suma 99 semanas de aplicación, el máximo período ininterrumpido en la historia.
El mandatario norteamericano reconoció que la recuperación del mercado laboral siempre es más “lenta” que la reactivación de la economía. Analistas consultados por este diario coinciden con ese diagnóstico y pronostican que la generación genuina de empleo comenzará recién el año próximo. De todos modos, prevén también que la calidad de esos puestos será inferior a la que existía antes de la crisis. En la Argentina, la recuperación podría llegar antes, gracias a que pudo contenerse la destrucción de puestos y la reactivación económica empezará más temprano y será más fuerte.
La crisis muestra ahora su peor cara. El sector financiero empieza a dar cuenta de los primeros signos de recuperación, al igual que algunas industrias puntuales. Sin embargo, la creación de empleos no logra compensar la reducción en las nóminas de otros sectores. En octubre, la economía estadounidense destruyó 190 mil puestos de trabajo, mientras que la tasa de desempleo se incrementó en cuatro décimas por encima del mes anterior y llegó a su nivel más alto desde abril de 1983, a 10,2 por ciento. Así lo informó ayer el Departamento de Trabajo.
El organismo puntualizó que el mayor incremento de desocupación se registra entre los sectores de la construcción, manufacturas y comercio minorista. De este modo, registró un aumento de 8,2 millones de desempleados desde que la recesión comenzó, en diciembre de 2007, mientras que la tasa aumentó en 5,3 puntos. La cartera laboral confirmó que el mes pasado 5,6 millones de personas evidenciaban situación de desempleo de larga duración (por más de seis meses).
“A pesar de que perdimos menos empleos que el mes pasado, nuestra tasa de desempleo superó el 10 por ciento, una cifra aleccionadora que muestra los desafíos económicos que tenemos por delante”, dijo Obama en un discurso pronunciado en la Casa Blanca. Defendió los estímulos que implementó para evitar que la actividad entre “en caída libre”. “Les prometo que no cejaré hasta que los estadounidenses que quieren trabajar encuentren un trabajo que les permita alimentar a sus familias”, añadió Obama. Luego, dispuso una nueva extensión, de 14 semanas, del subsidio por de-sempleo. La ayuda ronda los 300 dólares semanales. “Si no se extendiera el subsidio por desempleo, podríamos tener hacia fin de año otro 1,2 millón de personas sin ese beneficio”, previó la secretaria de Trabajo, Hilda Solís.
“Es una cifra muy alta y en principio pareciera que nada impedirá que siga subiendo”, manifestó a Página/12 el economista José Siaba Serrate. El especialista en finanzas internacionales aseguró que a principios de año se especulaba con que la tendencia podría frenarse, pero el retraso del ajuste de esta variable muestra la “profundidad de la crisis”. De todos modos, señaló que no debe confundirse este mal dato con una vuelta a la crisis mundial. “Estamos en un momento de transición, con muchas variables que mejoran y otras tantas que no. No se puede tomar el empleo como indicativa de que la situación general empeoró, ya que el daño en esta área se mantiene”, indicó. La recuperación completa –de acuerdo con su criterio– podría llegar durante la mitad del año próximo.
No obstante, la cantidad de puestos de trabajo que se generen no irá de la mano de su calidad. “Habrá un cambio en los sectores que crearán empleo, ya sea la industria automotriz, el sector financiero y la construcción”, señaló el economista. Se espera que estos sectores se mantengan con una estructura de negocios menor.
En cuanto a su correlato en la Argentina, se estima que la calidad de los puestos en el país no se verá tan afectada como en otras partes del mundo. Los consultados tampoco esperan una pérdida de poder adquisitivo, ya que en los estudios privados estiman que la negociación de salarios del año próximo podría ubicarse en torno del 15 por ciento.
*Periodistas de Página/12