La crisis petrolera y el gran engaño mundial

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Pablo Hernández Parra*

El jueves 22 de mayo el precio del barril de petróleo alcanzó su máximo histórico, tanto el WTI como el Brent superaron los 135$ por barril.  La semana anterior, cuando el precio del  petróleo se había disparado  a los 128 dólares, Goldman Sachs, el más activo banco de inversión en los mercados de energía, pronosticó un alza continuada de los precios (141$/b)  hasta fin de año debido a “bajos suministros y los inventarios ajustados». Ya con anterioridad este banco había señalado que el crudo podría escalar a 200 dólares en los próximos dos años.

Esta alza indetenible del precio del petróleo ha dado lugar a las ya consabidas teorías e hipótesis de analistas, expertos y políticos sin que ninguno de ellos se atrevan a declarar la verdad, que no es otra: el mundo ha llegado al cenit o pico del petróleo y la humanidad no tiene ninguna alternativa o Plan “B” para enfrentar la crisis que se avecina. La crisis, tantas veces explicada y anunciada por los científicos desde el siglo pasado sobre el inevitable fin del petróleo [1] , hoy llega con toda crudeza cuando el mundo comienza a descubrir no sólo el engaño y manipulación a que han estado sometidos en las últimas décadas por el capital petrolero y financiero internacional, sino que tampoco existen las famosas reservas petroleras, ni la capacidad productiva para tan solo mantener la producción mundial de petróleo a los actuales niveles de la demanda, para no hablar de la declinación mundial de la producción.

Hoy la crisis es evidente, la OPEP no puede salir en ayuda del capitalismo, porque como bien lo dijo el Sr. Bush: «Es difícil pedirles que hagan algo que no están en capacidad de hacer.» Por ello el Sr. Sarkozy  declara sin tapujos que la disparada de los precios no se detendrá y «Tengamos el coraje de decir a los franceses: esto no va a resolverse. (…) La demanda de productos petroleros es cada vez más fuerte y la oferta no aumenta, o (aumenta) muy poco», explicó. Por su parte, la ministra de Economía, Christine Lagarde, anunció que pedirá una gestión conjunta de los países del G7 -los más industrializados del planeta- para que los países petroleros aumenten su producción. «He decidido alertar al conjunto de mis colegas del G7 para tratar ese tema entre países consumidores y llevarlo a los países productores», declaró Lagarde a la cadena de televisión France 2. [2] Pero…

¿Pueden los países de la OPEP aumentar su producción para aliviar la crisis?

Precisamente la tabla de salvación del capitalismo mundial para conjurar la crisis petrolera en marcha como es la OPEP, hoy también se encuentra en crisis cuando se descubre con crudeza lo que muchos geólogos y científicos vienen denunciando desde principios del siglo: Las reservas de las petroleras de la OPEP han sido sistemáticamente falsificadas desde la década de 1980, en complicidad abierta y manifiesta con el capital petrolero y financiero internacional, y la política petrolera  de la OPEP desde ese entonces no ha sido otra cosa que un vulgar instrumento político y financiero para los fines del control del planeta dentro de los planes de los Amos del Mundo, el Club Bilderberg, la Trilateral, el C.F.R y el resto de organizaciones creadas por las grandes compañías multinacionales. Y lo más grave es que tampoco hoy la OPEP tiene una capacidad extra suficiente para paliar o por lo menos aminorar la crisis.

La imposibilidad de que la OPEP pueda salvar al sistema capitalista de su actual crisis lo demostraron el Sr. Mathew Simmons  y la revista Petróleum Review hace ya más de tres  años. En base a esas informaciones, dos años atrás escribíamos anunciando la crisis: “La paz solamente será posible si las grandes potencias militares tienen garantizado los recursos energéticos”; en esta frase se condensa toda la esencia de la actual situación mundial, que explica la invasión de Israel al Líbano; la supuesta crisis nuclear iraní; la “amenaza atómica coreana”; las guerras, golpes de estado y asesinatos en Asia Central; las intervenciones y conflictos en golfo de Guinea, Nigeria, Sudán; las presiones sobre Venezuela y Bolivia por parte de EE.UU., etc. La posibilidad real de una nueva guerra mundial que abarque todo el planeta, especialmente en lo que EE.UU. ha llamado el eje de inestabilidad, es una opción cada vez más evidente para la sobrevivencia de la hegemonía norteamericana, ante lo cual el bloque imperialista de Shangai estrecha sus alianzas y ejercicios militares, mientras la Unión Europea deshoja la margarita entre ambos bloques.

El meollo de todo el conflicto geopolítico mundial se reduce a un punto clave: las grandes potencias del mundo, tanto el G-7 liderado por EE.UU., así como China, la India, Brasil y Pakistán, tienen que controlar tanto petróleo y gas como les sea posible en los próximos 3 años, de lo contrario todas sus economías sencillamente se derrumbarían.

Desde la crisis petrolera de los años 70, calificada por Kissinger como la mayor amenaza contra el mundo desarrollado, pasando por la doctrina Carter y la crisis de Irán, hasta hoy, el problema del abastecimiento energético por parte de EE.UU. ha sido el elemento clave en su política exterior y por ende en su política militar, independientemente del gobierno demócrata o republicano que dirija La Casa Blanca.

¿Existe suficiente petróleo y gas para garantizarle a las grandes potencias la energía que necesitan para mantener su producción y por ende su tasa de ganancia? ¿Están esos recursos energéticos en regiones seguras y confiables para el imperialismo anglosajón?

El conflicto es inevitable por que a partir del 2010, o tal vez antes, la oferta mundial de petróleo no podrá cubrir la creciente demanda principalmente de los países de la OECD, China, Brasil, La India, etc. Dos informaciones del propio seno del imperio confirman esta perspectiva. La primera es del propio Mathew Simmons expuesta en la conferencia: “Energy: A Global Overview” en Luncheon, Lafayette, LA, November 16, 2004. En una de sus láminas titulada: los números del 2010 no nos salvan de la crisis, demuestra que para el 2010 faltaran no menos de 6 millones de barriles diarios para cubrir la demanda estimada conservadoramente en 93mmb/d para esa fecha.

Simmons, ante el déficit, se pregunta: «¿Puede la OPEP salvar al capital de la inevitable crisis?, tomando en cuenta  que es la OPEP el único sector petrolero mundial en capacidad de elevar su producción para cubrir el déficit esperado para el 2010». [3] La respuesta  fue totalmente negativa.

La OPEP producía para aquel entonces unos 30 Mm. de b/d. En el 2010 deberá producir 44 MM B/d. para conjurar la crisis. De todos es conocidos que fuera de la OPEP, salvo Rusia y uno que otro país, no hay ninguna capacidad  petrolera extra disponible, y aún dentro de la OPEP prácticamente sólo Arabia Saudita e Irak tienen una muy limitada capacidad  extra de producción [4] Las estimaciones más optimistas consideran que la OPEP, en el mejor de los casos, puede producir un máximo de 8 Mm. de b/d adicionales para esa fecha, incluyendo en estos cálculos la recuperación de la producción de Irak y los esperados aumentos en la producción de Venezuela, Nigeria y Arabia. Ante este escenario la pregunta es elemental:

¿De dónde saldrán los 6 MM de b/d que faltan para cubrir la demanda mundial mínima esperada en el 2010?

Esta inevitable crisis energética también fue analizada por otra fuente del mundo petrolero: Petroleum Review de octubre del 2005.

Qué planteaba  EE.UU. como solución «pacífica» a la crisis:

a) Que la demanda en los países de la OECD creciera en un máximo de un 2%.y,
b) Que el resto de países del mundo no aumentasen su demanda energética.

¿Era esto posible?

1)  Mantener el crecimiento de los países desarrollados en un 2%, eso si, EEUU en ningún momento va a detener ni cambiar su modo de vida basado en el despilfarro del consumo de hidrocarburos. Para este país consumir el 25% del petróleo, el 20% de gas y más del 40% del consumo mundial de gasolina no está en discusión, tal como lo repite a menudo, el Sr. Bush: «nada nos detendrá» en preservar ese sistema de vida que, en definitiva, es la esencia de su dominio. No hay que olvidar que el 70% del Producto Interno Bruto norteamericano proviene de su consumo y no de su producción. La producción industrial de EE.UU., su producción de bienes alcanza sólo el 12% de PIB. Después de la compra de casas, el renglón más importante del consumo norteamericano son los automóviles y en consecuencia gasolina. Por último, ellos han reconocido que son adictos al petroleo.

2) Para que el consumo de petróleo en el 2010 alcance los 93 MM b/d, es condición absolutamente necesaria para los EE.UU. que se detenga, paralice o por lo menos se reduzca el crecimiento económico de los llamados países en desarrollo, especialmente: China, la India, Sudeste Asiático y Brasil. Se trata simplemente de garantizar una energía que no alcanza para todos y donde se impone la ley del más fuerte.

3) Petroleum Review, en el mismo artículo arriba citado, después analizar los principales proyectos petroleros mundiales en marcha, estimaba en casi 5MMb/d  el déficit petrolero para el 2010. Ni aun descubriendo nuevos campos petroleros gigantes en las plataformas submarinas o Asia Central, evitarán la crisis, porque sencillamente no hay tiempo para poner en ejecución dichos campos. Los proyectos actualmente en marcha y que concluyen en el 2008, sólo añadirán un máximo de 8 MM b/d a la oferta mundial de petróleo. Esta oferta no cubrirá la demanda creciente que en estos años ha experimentado la economía mundial, ni tampoco la declinación natural de los yacimientos, estimada conservadoramente en un 5% anual. Además, no se sabe cuando alcanzarán su pico de producción esos nuevos yacimientos.

4) El grueso de los gastos en las exploraciones para nuevos descubrimientos petroleros, en los llamados proyectos de desarrollo y mejoramiento de los campos existentes, especialmente en el Medio Oriente y Venezuela, sumado al aumento de la capacidad de refinación, deben ser asumidos exclusivamente por parte de los países de la OPEP. El FMI, el Banco Mundial y el llamado Grupo de los 7, a finales del año pasado y durante todo este año no han dejado de recordarles estas directivas a los países de la OPEP en todas sus reuniones y declaraciones.

Es conocido en todo el mundo petrolero que las grandes compañías desde finales del siglo pasado han reducido a un mínimo sus gastos de exploración, no están invirtiendo en nuevas refinerías, porque sencillamente saben a ciencia cierta, luego de 140 años explorando y explotando el mundo en búsqueda de petróleo, que no queda más petróleo importante por descubrir y que las inversiones que hagan hoy en exploración y refinación jamás podrán recuperarlas.

La inevitable crisis que  vaticinaban Mathews Simmons  y Petroleum Review para el 2010  ha llegado con dos años  de adelanto, sólo que aún no se reconoce un aspecto fundamental de la misma: La falsificación de las reservas de la OPEP. El reconocimiento de la llegada del pico o cenit petrolero ya es un hecho que no admite duda para el mundo petrolero internacional. [5]

El estancamiento se empieza ha  demostrar cuando examinamos las estadísticas de dos reconocidas fuentes del mundo petrolero.

Las cifras de la AIE son elocuentes en cuanto al pico del petróleo (peak oil). Hay que clarificar que el pico o cenit petrolero no significa que el petróleo se acaba abruptamente: el  pico del petróleo no significa «la falta de petróleo” sino que la producción de petróleo ya no puede crecer. Una definición concisa de Peak Oil la dio Chris Skrebowsi, el editor de Petroleum Review de Londres: «la producción mundial de petróleo cae cuando la pérdida de la producción de los países en declive es superior a las ganancias de la producción de aquellos que están en expansión.”

Los que suman y los que restan

El analista José Gil en su artículo titulado: Producción, pico y precio del barril, luego de analizar los cuadros concluye: “Si calculamos la diferencia entre los que han incrementado y los que han reducido su producción nos queda un déficit de 114,3(6) mbpd, lo que demuestra que existe una casi compensación entre incrementos y caídas de producción, aunque la diferencia sigue siendo negativa. Sin embargo, la demanda de crudo mundial se ha incrementado en casi 2.5 MMbpd para el periodo 2005-2007, lo que sugiere un déficit de aproximadamente 2.3 MMbpd de crudo convencional.
Estas cifras muestran entonces una clara tendencia al ensanchamiento de la brecha entre producción y consumo. Recientemente se publicó un análisis de esa brecha por parte de Mathew Simmons, quien concluye que entre el 2005 y el 2007 existe una declinación neta de 1.78 MMbpd incluyendo crudo y condensado. Tal análisis coincide con lo señalado en los párrafos anteriores, y advierte que el mercado se enfrenta a la realidad de no poder incrementar su producción a los niveles que la demanda exige.” (Fuente: Soberania.org).

A la anterior realidad del cenit petrolero se une algo más grave y es que la OPEP, en complicidad con el capital petrolero y financiero internacional, sistemáticamente ha falseado y manipulado sus reservas petroleras en beneficio de las camarillas dominantes en sus respectivos países y, asimismo, ocultar la grave situación de que la crisis energética es más delicada de lo que se le informa a la población, cuyas consecuencias son impredecibles.

Cómo la OPEP, junto al capital petrolero y financiero internacional,
ha falseado y manipulado las reservas petroleras

Analicemos en detalle cómo se han producido estos aumentos de las reservas petroleras mundiales desde 1983 y veremos con claridad la estafa y el fraude cometido. En base a las estadísticas de B.P sobre las reservas petroleras elaboramos el siguiente cuadro:

Entre 1983 y el 2006 las reservas petroleras mundiales se incrementan en 481,00 MMMb una suma que representa el 66% de las reservas petroleras conocidas para 1983.
Para aquel entonces las reservas mundiales  eran de 727,20 MMMb.

Este crecimiento es simplemente más que sospechoso por una razón elemental: para esa época, 1983, hacían casi 20 años que se había llegado al pico de los grandes descubrimientos petroleros, que ocurrieron en la década de 1960-70 y desde aquel entonces hasta hoy han sido muy contados los nuevos descubrimientos de grandes yacimientos.

Para que se tenga una idea de lo que significa ese crecimiento, el campo de Ghawar, el más grande del mundo de donde Arabia Saudita extrae aproximadamente el 65% de su producción, tenía unas reservas calculadas en 170.000 MM/b. En otras palabras, el aumento de las reservas mundiales entre 1983 y el 2006, significarían el descubrimiento de tres nuevos campos tan grandes como Gawhar, y esto no se lo creen ni las propias compañías petroleras.

Los resultados de los descubrimientos petroleros en los últimos 50 años hablan por si solos de este fraude sistemático de la OPEP y las compañías petroleras y el capital financiero internacional:

Cómo y dónde se dieron esos aumentos en las reservas petroleras mundiales

1.- PERIODO 1983 –1985.
Las reservas mundiales se incrementan en 43,30 MMMB. Países  donde ocurren los aumentos:

Venezuela y Kuwait inician la falsificación de las reservas por parte de la OPEP como parte de la política del capital petrolero internacional de provocar la caída del precio del petróleo, dentro de la estrategia norteamericana de acabar con la URSS usando a Arabia Saudita como ariete estratégico y de las compañías petroleras de eliminar los nuevos pequeños y medianos productores que han nacido con el boom petrolero de la década de 1970-80.

En 1983, la OPEP ha establecido el sistema de cuotas de producción de acuerdo a las reservas probadas de cada país, dejando fuera de esas cuotas a Arabia que fungiría de bisagra de la organización para mantener los precios subiendo o bajando su producción.

No debemos olvidar que en ese momento la URSS está empantanada en Afganistán y su economía dependía de las exportaciones petroleras. Estas habían crecido con motivo del derrocamiento del Sha de Irán y la posterior guerra entre Iraq-Irán, promovida precisamente por el capital anglosajón.

Otra razón para falsificar estas reservas es el crecimiento de la deuda externa entre los principales países de la OPEP y la necesidad de renegociar ésta. Venezuela conoce su «Viernes Negro» y el peso de la deuda; y los países del Golfo pérsico se endeudan para financiar la guerra Iraq-Irán y adquirir armamento.

2.- PERIODO 1985-1987:
El incremento en las reservas mundiales asciende a 138,6 MMMB. Los países que contribuyen a ese incremento:

En este período la falsificación de las reservas le corresponden principalmente a los Emiratos Arabes Unidos y a Irán. En general es la OPEP la que produce el incremento de las reservas.

3.- PERIODO 1987-1990:
Las reservas mundiales crecen en 91,9MMMb en las cuales Arabia Saudita aporta 90,7MMMB.

Este es el período final de la ofensiva petrolera saudita que ocasiona no sólo la caída de la URSS, sino el «Caracazo» en Venezuela. El precio del petróleo cae de 28$/b en 1985 a 16$ en 1988, mientras que la deuda externa provoca en Venezuela la celebre negociación con la banca internacional y luego el levantamiento popular de febrero de 1989.

Es la época donde el NIMEX, casualmente inaugurado por el capital petrolero internacional  en 1983, para las compras de petróleo a futuro en operaciones de contado, es quien realmente impone el precio del petróleo en estrecha  alianza con los árabes, kuwaitíes y los emiratos que ya para aquel entonces son una parte importante del capital petrolero internacional, con los cuales actúa en estrecha alianza.

4.- PERIODO DE 1990-1995:
El incremento mundial luego de la guerra fría y en medio del nuevo reparto del mundo es de 26,2 MMMB.

5.- PERIODO 1995-2000: Las reservas mundiales aumentan en 81 MMMB, por primera vez son países fuera de la OPEP, los que aportan el mayor incremento son especialmente Rusia y los países de la ex URSS que son incorporados a las estadísticas mundiales.

6.- PERIODO 2000-2006: El aumento de las reservas mundiales en este periodo asciende a 100 MMMB.

Al examinar estos resultados por cada uno de los períodos, salta a la vista el papel jugado por la OPEP como peón en el  ajedrez geopolítico del capital petrolero mundial, desde 1983 y tal vez antes. Prácticamente el 80% de los aumento de las reservas se producen en el seno de la OPEP, sin que en ese período, se descubra en dichos países yacimientos o campos que expliquen ese aumento.

Pero lo más significativo es que los principales aumentos ocurren de un año para  otro, sin ninguna exploración, ni pozo adicional como ocurrió y ocurre en Venezuela. Son, evidentemente, barriles de papel, como los calificara el profesor Mariano Marzo, con el único fin de especulación bursátil o, como en el caso de Venezuela, para renegociar la deuda con la banca internacional en una operación donde el capital financiero internacional en complicidad con las burocracias nacionales, negociaron el pago de la deuda para convertirla de externa en eterna. Sencillamente mediante este mecanismo los países del tercer mundo volvieron a la vieja práctica del tributo colonial.

…Pero la situación es aún más grave

La falsificación de las reservas por parte de la OPEP es no sólo un hecho grave, sino que la cuestión se torna más delicada cuando examinamos la producción de la OPEP en el período analizado y la comparamos con las reservas. ¿Qué nos dicen esas cifras? La OPEP declara poseer el 77% (unos 922 MMMB) de las reservas mundiales probadas de petróleo, que para el año 2006 llegaron a los 1.200 MMMB.

A esta cifra de la OPEP hay que analizarla hoy a la luz no sólo de la falsificación de las reservas, sino de la producción de la misma OPEP para el período estudiado. Para ello analicemos el siguiente cuadro:

Lo primero que resalta son los 294,1 MMMB evidentemente falsificadas en los años ochenta. Esta cifra es mayor si incluimos otros ajustes que se hicieron posteriormente aplicando el mismo procedimiento. Tales son los casos de Qatar (10 MMMB entre 1999-2000), Libia (7.000 MMB 1994-95 y 6.500 MMB entre 1999-2000).

Entre los países principales de la OPEP que evidentemente falsificaron reservas el fraude asciende a 294,1MMMB solo en el período 1983-1990. Esta cantidad significa que el 61,1% del aumento en  las reservas de petróleo en el período 1983-2006 (480,80 MMMB) que se publican hoy, son  sencillamente falsas.

A la anterior cuenta hay que restarle la producción de Los 11 países de la OPEP en dicho período. Según el boletín estadístico de B.P, la OPEP de los once produjo en ese lapso la cantidad de 635,92 MMMB. Tomando estas cifras, veamos cual es la gravedad de la crisis petrolera mundial:

“Matemáticamente” hablando la OPEP, la tabla de salvación del capitalismo mundial, está en una situación sencillamente crítica. Sus reservas reales, si es verdad que existen, alcanza a los 379,3MMMB, un 42% de lo que la organización declara. Es posible que las reservas de la OPEP puedan ser más o menos, lo que si es cierto que ateniéndonos a las cuentas que ellos presentan, si a lo declarado como reservas le restamos lo falsificado y lo producido, los números son esos y no otros. En pocas palabras: hemos llegado a la garganta de Oldulvai [7] ; y nos enteramos que la caída no es una pendiente suave, sino un verdadero precipicio hacia el cual el alza actual de los precios puede ser el paso final para caer por él. La disyuntiva para la humanidad es clara: o el capitalismo voraz se derrumba o este capitalismo acaba con una buena parte de la humanidad.

Esta situación la intenta ocultar el capital internacional poniendo a Venezuela y a su Faja petrolífera del Orinoco, como la primera reserva mundial  de petróleo. El Sr. Rafael Ramírez, cumpliendo con la voz del amo, sin perforaciones ni auditorias confiables, declaró recientemente que Venezuela había elevado sus reservas petroleras a 130.000 MMB. Lo cierto es que Venezuela desde 1970, cuando produjo 3,754 MMb/d, no ha logrado jamás rebasar ese pico. Luis Giusti, en su plan de llevar la producción a los 6 MMb/d, logró en 1998 llevar la producción a 3,480 MMb/d. PDVSA viene hablando desde el 2005 de elevar la producción a casi 6 MMb/d para el 2012, han transcurrido tres años de la puesta en ejecución del Plan de Siembra Petrolera y apenas rebasa los 3 MMb/d, aunque fuentes internacionales, incluyendo la OPEP, señalan que la producción venezolana no llega a los 3 MMb/d.

En palabras sencillas, la economía mundial, el capitalismo, se acerca aceleradamente a una crisis de proporciones gigantescas; sus actores principales sólo cuentan con las armas como solución a dicha crisis. El mundo capitalista, de continuar con su ritmo de crecimiento actual, consumirá para el 2010 una cantidad superior a los 90 MM b/d. Hoy se reconoce que la capacidad de producción mundial, aun cuando la OPEP y Rusia produzcan a plena capacidad, le será difícil llegar a esa cifra. Una cantidad crecientes de analistas petroleros consideran  poco probable que se cubra la demanda petrolera este mismo año.

Para el capital, la lucha por los yacimientos de hidrocarburos es hoy no sólo una cuestión de hegemonía, de mantener el control, el dominio político y económico, sino algo más grave y delicado: una cuestión de sobrevivencia. La crisis energética que comienza a desarrollarse a nivel mundial se va a convertir a la larga en la herida mortal de todo el sistema capitalista mundial y por ello, en el futuro inmediato, no podemos más que prepararnos para una verdadera guerra prolongada; la fiera herida, el monstruo imperial, se hará más sanguinario y terrorista en la medida que vaya disminuyendo la sangre que lo alimenta: los hidrocarburos.

La intervención política y militar de EE.UU. en Irak, Venezuela, Bolivia y en general en todas las regiones con yacimientos petroleros o rutas estratégicas para el transporte de hidrocarburos, es en los actuales momentos la prioridad fundamental para los EE.UU. y el capitalismo mundial. [8]

Conclusión

Simplemente el mundo no tiene la menor idea de donde saldrá el petróleo en los próximos años porque, como dijo Bush, no le podemos pedir que haga algo a aquel que no puede hacer nada. La OPEP no ha sido más que un vulgar instrumento, mediante la falsificación de reservas, para llevar adelante los planes políticos y militares del capital anglosajón, encabezado por Exxon Mobil, BP y Shell. Y lo peor es que matemáticamente solo puede suministrarle petróleo al capitalismo internacional  para los próximos 11años a su nivel de producción actual. Por lo que olvídense Sres. del capital y no insistan en pedirles peras al olmo. La única salida es una nueva sociedad que tenga como norte reducir el actual consumo energético y conservar lo que nos queda de ambiente. Esa sociedad hoy no es sólo posible y necesaria, sino la única salida que le queda a la humanidad.

Notas:

[1] Para una historia y detalles sobre estas investigaciones véase, entre otros las siguientes páginas en internet Crisis energética.org. / http://www.theoildrum.com/./ http://www.lifeaftertheoilcrash.net/./ http://dieoff.org/
http://www.peak-oil-crisis.com/./ http://www.odac-info.org/ http://www.princeton.edu/hubbert/current-events.html./

[2] http://www.lanacion.com.ar/economia/nota.asp?nota_id=1016039

[3] Ver artículo en http://www.soberania.org/Articulos/articulo_2461.htm

[4] Véase http://www.soberania.org/Articulos/articulo_1611.htm. El Sr Mathew Simmons ha demostrado hasta la saciedad que sencillamente los Yacimientos del Medio Oriente, están virtualmente agotados para satisfacer los aumentos en la demanda petrolera.Sus análisis y conferencia se pueden ver en http://www.simmonsco-intl.com/research.aspx?Type=msspeeches

[5] La discusión gira en cuanto comenzara la declinación, para una gran cantidad de científicos y geólogos, esta ya comenzó a partir del 2005

[6] En el escrito original aparece la cifra de 141, lo que nos pareció una copia incorrecta de la verdadera resta.

[7] La teoría de Olduvai, propuesta por Richard C. Duncan, según la cual, la civilización evolucionará durante cierto tiempo, para después involucionar y volver a sus estadios primitivos.ver http://es.wikipedia.org/wiki/Olduvai y la teoría se encuentra en http://www.crisisenergetica.org/ficheros/TeoriaOlduvaiFeb2007.pdf

[8] Producción petrolera significa hoy sencillamente invadir, ocupar y controlar los yacimien tos y las rutas de hidrocarburos al precio que sea y usando todos los medios, especialmente militares. El control de las fuentes de energía es un problema de seguridad y sobrevivencia para cada país y para todos el sistema capitalista mundial. El petróleo y el gas son en definitiva, el verdadero oro de la economía mundial. Sin la energía que proporcionan, no hay producción. Sin producción no hay bienes. Sin bienes y mercancías no hay ventas. Sin ventas no hay ganancias. Sin ganancias el capital y los patronos no tienen razón de existencia.

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* Docente e envestigador de asuntos energéticos.
En: www.soberania.org – Publicado el 2 de junio de 2008.
phparra@yahoo.es

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