La crisis se convirtió en una tragedia griega

1.231

Sin ese dinero, Grecia se hunde, con ese dinero Grecia acentuará más las políticas de rigor, el ahorro del gasto público, el congelamiento de los salarios, en suma, lo más pernicioso de las recetas liberales. Sin embargo, el presidente de la República, Karolos Papulias, aún no tiene gobierno para anunciar. Los griegos no le ven salida al laberinto.

Un Ejecutivo renovado no les ahorra los malos días por venir. El futuro primer ministro interino tendrá que tomar en poco tiempo –hasta las elecciones de febrero– medidas que condicionarán la vida griega durante mucho tiempo. Le espera una dura negociación con Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la implementación de un segundo rescate financiero indispensable para evitar la quiebra y estabilizar la situación antes de que se aplique una nueva salva de reformas estructurales. “Ya lo sabemos: nos espera una avalancha de sacrificios, de recortes sociales, de privaciones. Un pozo negro por culpa de estos mentirosos”, dice Nikos Constantinaus.

La mentira y la inoperancia son aquí dos heridas siempre abiertas, junto a la pobreza. Grecia lleva cinco huelgas generales. El país, que sólo pesa 2 por ciento en la economía europea, aparece como la oveja negra de la UE. “Vivimos desde hace años en estado de intervención extranjera”, asegura Costas Kavanafis refiriéndose a la troika compuesta por la Comisión Europea, el FMI y el Banco Central Europeo que desde hace dos años tienen prácticamente intervenida la economía del país. Lo más paradójico que acarreó la crisis es el alza de los impuestos calculados sobre salarios que aún no fueron pagados. “Las empresas llevan más de seis meses sin ponerse al día con los salarios”, explica Ioannis Konstantanarias.

El hombre sale de su boutique y señala con un brazo el jardín de papeles amarillos que floreció en los comercios de la zona: “Se vende, se alquila”, dicen los anuncios. La “mentira” griega” tiene fecha. En 2009, cuando Papandreu llegó al poder, se encontró con un montaje falso, un presupuesto nacional disfrazado gracias a argucias financieras creadas y vendidas por Goldman Sachs. El anunciado déficit de 3,7 por ciento se elevó en realidad al 15 por ciento. “Pero todas las medidas que se tomaron desde entonces estuvieron destinadas a proteger a los ricos y a hacer pagar a la clase trabajadora y la clase media el tributo de la falsificación”, explica Moise Lipsis, periodista del diario de izquierda Elefterotipia. Su análisis tiene cuerpo en la calle.

Atenas se transfiguró. Un ejército de mendigos y vendedores ambulantes de pañuelos de papel, lapiceras y chucherías emergió de los escombros de la crisis. El horizonte está tapado. La deuda griega representa el 170 por ciento del PIB. El plan de rescate que negociará el próximo Ejecutivo requiere el desbloqueo de 130.000 millones de euros. A ello se le agrega la quita de la banca privada. Esta debería dejar en el aire la mitad del dinero que los griegos adeudan, o sea, unos 100.000 millones de euros más.

El presidente del patronato griego, Dimitrious Laskasas, explicó que la gran lección de esta crisis está en que “se pidió demasiado dinero prestado”. Los griegos aprueban su análisis, pero no el hecho de que esa deuda la tengan que pagar ellos sin un capitán que fije un rumbo. “Estamos como perdidos, nos piden sacrificios, bueno, adelante, no hay dudas de que hay que reformar el país, pero ¿para ir hacia dónde? Los planes de austeridad se siguen sin solución de continuidad pero continuamos cada vez peor”, explica Loukiami, un egresado de la carrera de Economía, también sin trabajo.

Grecia está harta de sus dirigentes y de los regateos entre los dos grandes partidos, los conservadores de la Nueva Democracia y los socialistas del Pasok. El país se resigna a días sin recursos y sin gloria. En las calles de Atenas y en las numerosas manifestaciones diarias, una pegatina, simbolizada por un helicóptero, un slogan similar al que se popularizó en la crisis argentina del 2001 empieza a circular: “¡que se vayan!”.

*Periodista de Página 12 de Argentina, desde Atenas

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.