LA EDUCACIÓN SUPERIOR EN EL SIGLO XXI – III –

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

La educación se entiende como un proceso que involucra no sólo conocimientos habilidades y destrezas, sino que tiene que ver con la esencia misma del ser, con sus sentimientos, así como el sentido y significado de la vida. Debe intentar que el ser humano asuma la libertad responsable, y debe ejercer una función formadora para beneficio de la persona y de la sociedad a la que pertenece. Debe desarrollar el potencial espiritual y cultural del ser humano lo cual permite e incrementa la libertad y la responsabilidad del individuo.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, señala: «la educación superior deberá ser accesibles a todos en función del mérito. No puede aceptarse ninguna discriminación, ni nadie deberá quedar excluido de la educación superior ni de sus ámbitos de estudio, niveles de titulación y diferentes tipos de establecimientos por razones fundadas en su raza, género, lengua, religión, edad, ni tampoco por diferencias económicas o sociales ni discapacidades físicas», por lo que las naciones miembros de la UNESCO deben crear un marco legislativo, político y financiero para desarrollar y reformar la educación superior de conformidad con esta resolución.

En este sentido, se debe considerar que la educación superior es un catalizador para todo el sistema de enseñanza y emplearla como tal, proporcionando a los estudiantes una gama óptima de opciones y la posibilidad de entrar y salir fácilmente del sistema, y redefinir su cometido, lo que implica la instauración de un espacio abierto permanente de aprendizaje así como la necesidad de programas de transición y evaluación y el reconocimiento de la instrucción recibida anteriormente.

Los institutos de educación superior deben mantener estrechas relaciones con los organismos que se dedican a la investigación, tomando en cuenta que son dos factores relacionados de la producción y del conocimiento, ya que estos contribuyen eficazmente al desarrollo local, regional y nacional.

Es necesario promover y facilitar la movilidad nacional e internacional del personal docente y estudiantil como elemento esencial de la calidad y la pertinencia de la educación superior, estableciendo y garantizando las condiciones necesarias para el ejercicio de la libertad académica y la autonomía institucional para que los institutos de educación superior, así como catedráticos e investigadores dedicados a estos menesteres puedan cumplir con sus obligaciones para con la sociedad.

Los países en los que el número de matrícula es bajo en comparación con las normas internacionalmente aceptadas deben esforzarse por garantizar un nivel de educación adecuado a las necesidades actuales de los sectores público y privado de la colectividad y elaborar planes para diversificar y ampliar el acceso a los estudios superiores, especialmente en beneficio de las minorías y los grupos desfavorecidos.

La interrelación con la enseñanza general, técnica, y profesional debe revisarse a fondo en la perspectiva de los aprendizajes permanentes. El acceso a la educación superior en todas sus formas debe permanecer abierta a cuantos hayan terminado sus cursos secundarios o su equivalente, o quienes reúnan las condiciones de admisión independientemente de su edad, previendo al mismo tiempo –sobre todo para los estudiantes de mayor edad sin diploma formal de educación secundaria– medios de acceso al nivel superior mediante la valorización de sus experiencias profesionales. Sin embargo la instrucción no debe ser el único, ni el principal objetivo de la enseñanza secundaria, que ha de preparar también para el mundo del trabajo, con una formación complementaria siempre que sea necesario, para proporcionar a los alumnos los conocimientos, las capacidades y las competencias necesarias para ejercer una amplia gama de trabajos, impulsando programas de transición, para que los que accedan al mercado laboral puedan retomar los estudios posteriormente.

Es imprescindible fomentar una mayor cooperación, así como la de adoptar medidas que disminuyan la creciente distancia existente entre los países industrialmente prósperos y las naciones en vías de desarrollo, especialmente los pueblos menos adelantados, considerando la posibilidad de asignar recursos presupuestarios con este fin y concertar acuerdos mutuamente ventajosos con la industria, tanto nacional, como internacional, a fin de realizar actividades y proyectos de cooperación mediante los incentivos y la financiación apropiada para la educación, la investigación y la formación de expertos de alto nivel en esas naciones.

Las instituciones de educación superior deben definir su misión de acuerdo con las necesidades presentes y futuras de la humanidad, consciente de que esta, es esencial para que todo país o región alcance el nivel necesario de desarrollo económico y social sostenible y racional desde el punto de vista del medio ambiente, una creatividad cultural nutrida por un conocimiento y una comprensión mejores del patrimonio cultural, un nivel de vida mas alto, la paz y la armonía internas e internacionales, fundadas en los derechos humanos, la democracia, la tolerancia y el respeto mutuo.

Estos cometidos deben incorporar el concepto de libertad académica, tal como figura en la Recomendación del personal docente de la enseñanza superior, aprobada por la Conferencia General de la UNESCO.

Prioridades

Ante todo, los institutos de educación superior deben tener en cuenta el respeto de la ética, del rigor científico e intelectual y el enfoque multi y trasdiciplinario, procurando ante todo establecer sistemas de acceso en beneficio de todas las personas que tengan las capacidades y motivaciones necesarias y a resolver los problemas mas importantes a que ha de hacer frente la sociedad del futuro. Desarrollando programas mediante el análisis de las tendencias sociales, económicas y políticas que vayan surgiendo, abordadas con un enfoque preciso.

Hay que prestar mucha atención para una alta calidad y una clara conciencia de la pertinencia social de los estudios y de su función, sobre bases científicas, sí como el conocimiento de las materias sociales fundamentales, en particular las que guardan relación con la eliminación de la pobreza, el desarrollo, el dialogo intercultural y la construcción de una cultura de paz, así como los principios básicos de una ética humana, aplicados a cada profesión y a todos los ámbitos del quehacer humano.

Adoptando las medidas necesarias para reforzar el servicio que prestan a la comunidad, en particular sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre y las enfermedades, por medio de un enfoque interdisciplinario aplicando el análisis de los desafíos, los problemas y diversos temas.

Es indispensable consolidar las relaciones con el mundo del trabajo en una base que implique una asociación efectiva con todos los agentes sociales, comenzando por una armonización de las actividades y la búsqueda de soluciones para los problemas de la humanidad, todo ello en el marco de la autonomía responsable y de las libertades académicas.

Como la educación a lo largo de toda la vida exige que el personal docente se actualice y mejore sus capacidades didácticas y sus métodos de enseñanza, incluso más que en los sistemas actuales, que se basan principalmente en periodos cortos de enseñanza superior, tiene que establecerse estructuras, mecanismos y programas adecuados de formación del profesorado.

Se debe promover y desarrollar la investigación, que es un fundamento necesario en todos los sistemas de educación superior, en todas las disciplinas –comprendidas las ciencias sociales humanas y las artes– dada su pertinencia para el progreso, y eliminar las disparidades y sesgos entre hombres y mujeres en los programas de estudio y las investigaciones, y tomar todas las medidas apropiadas para asegurar una representación equilibrada de ambos sexos entre los estudiantes y los profesores, en todos los niveles de la gestión.

La necesidad de establecer vínculos más estrechos entre la educación superior y el mundo del trabajo es importante en todo el mundo, vital para los países pobres y particularmente para las naciones menos adelantadas, habida cuenta de su bajo nivel de desarrollo económico. Para alcanzar estos objetivos los gobiernos de esas naciones deben adoptar medidas adecuadas como la consolidación de las instituciones de educación superior, técnica y profesional.

Es necesario igualmente, una acción internacional que contribuya a establecer iniciativas conjuntas de la pedagogía y la industria en estos territorios. Hay que estudiar el modo en la que se pueden apoyar a los egresados mediante diversos sistemas, siguiendo la experiencia positiva de los créditos y otros incentivos, para poner en marcha pequeñas y medianas empresas.

En el plano institucional, el desarrollo de capacidades e iniciativas empresariales debe convertirse en la preocupación principal de la educación superior, para facilitar la posibilidad de emplear los titulados, llamados cada vez mas a convertirse no sólo en personas que buscan trabajo sino en creadores de empleos.

Es necesaria la utilización de las nuevas tecnologías para que ayuden a los institutos de educación superior a reforzar el desarrollo académico, a ampliar el acceso, a lograr una difusión universal y extender el saber, y a facilitar la educación durante toda la existencia. Los gobiernos, los organismos de enseñanza y el sector privado deben procurar que se faciliten en un nivel suficiente infraestructuras y servicios de informática y de redes de comunicación y de formación de recursos humanos.

Ingreso al sistema

El ingreso al sistema de educación debe abrirse para los adultos, creando mecanismos coherentes de reconocimiento de los estudios y del aprendizaje efectuado en diferentes contextos, y asegurar que los créditos sean transferibles dentro de los organismos, sectores y estados. Hay que organizar corporaciones mixtas de investigación y adiestramiento entre la educación superior y la comunidad, orientando los servicios de las instituciones de educación superior a disposición de grupos exteriores.

Igualmente, se debe desarrollar investigaciones interdisciplinarias en todos los aspectos de la educación y el aprendizaje de adultos, con la participación de estos, implantando oportunidades para la instrucción en los mayores de manera flexible, abierta y creativa.

Iniciativas

La UNESCO, señala: «entre las acciones que deben emprenderse en el campo internacional esta la cooperación como parte integrante de las misiones institucionales de los establecimientos y sistemas de educación superior. Las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales los organismos donantes, deben ampliar su acción para desarrollar proyectos de cooperación inter-universitaria en particular mediante la identidad de instituciones basadas en la solidaridad y la asociación, con objeto de acortar la distancia que separa a países ricos y los menos adelantados en los ámbitos cruciales de la producción y aplicación de los conocimientos. Cada organismo de enseñanza superior deberá prever la creación de una estructura o un mecanismo apropiados para promover y organizar la cooperación internacional».

Más adelante destaca: «junto con todos los interlocutores interesados de la sociedad, también deberá tomar medidas para paliar los efectos negativos de la fuga de cerebros y sustituirla por un proceso dinámico de recuperación de los mismos. En todas las regiones del mundo se necesita un análisis global de las causas y consecuencias de la fuga de cerebros. Deberá ponerse en marcha una vigorosa campaña, mediante el esfuerzo concertado de la comunidad internacional y basada en la solidaridad universitaria, que debería centrarse en el regreso al país de origen de universitarios expatriados y en la participación de voluntarios universitarios ?profesores jubilados o jóvenes universitarios- que deseen enseñar e investigar en institutos de educación superior de países en desarrollo. Al mismo tiempo, es fundamental apoyar a los países en desarrollo en sus esfuerzos para construir y consolidar sus propias capacidades educativas».

En este sentido, la UNESCO promueve una mejor coordinación entre las organizaciones intergubernamentales, supranacionales y no gubernamentales, los organismos y las fundaciones que patrocinan los programas y proyectos existentes de cooperación internacionales en materia de educación superior. Centralizando y controlando los recursos a fin de evitar la duplicación de tareas y mejorar los proyectos aumentado el efecto de la acción y garantizando su validez gracias a acuerdos y revisiones colectivas.

foto Bibliografía consultada

Panorama Social de América Latina. CEPAL.

Panorama Educativo en América Latina. CEPAL.

Educación Superior. UNESCO.

Foro Consultivo Internacional sobre Educación para Todos. OEI.

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* Periodista venezolana.

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