La fábrica de sueños, primer encuentro
Gonzalo Tarrués.
Para este nueve de abril se ha convocado en Santiago a formar parte de un emprendimiento social, cultural, económico y tecnológico que sus promotores denominan La industria creativa. La "Fábrica de sueños" es una iniciativa que lleva varios años madurando en diferentes círculos de la vida cultural chilena.
La invitación se extiende a emprendedores creativos de las áreas de las artes visuales y literatura, música, tecnologías de la información, moda, cultura, producción de contenidos, editorial, publicidad, "márketing", cine y televisión, medios de comunicación, arquitectura, ambiente, ingeniería social, territorios y educación creativa.
Afirman quienes convocan: "En los países desarrollados, la industria creativa constituye el 10% del PIB. En Chile no alcanza el 2%. Está todo por hacer y depende de nosotros".
La cita es el viernes nueve de este mes de abril a las 9.30; se estima que la reunión se extenderá cuando menos hasta las 14.30 en el espacio cultural San José, antiguo Hospital San José, en la calle del mismo nombre 1053, barrio Independencia, Santiago, edificiodel siglo XIX que ha sido restaurado y declarado Patrimonio Cultural. El escritor Joel Muñoz sintetiza de este modo el proyecto:
Nuestro Norte es el Sur
Convertir lo ordinario en extraordinario
Volver conocido lo extraño
Volver extraño lo conocido
Esta es nuestra razón de ser
Queridos amigos creadores y realizadores del sur del mundo
Estamos fundando una asociación gremial que denominamos Industria Creativa A.G. FABRICA DE SUEÑOS, junto con una Corporación Cultural y un Organismo de Capacitación para la Industria Creativa. Tres poderosas herramientas para convertir el mundo de la creación y la realización en una industria próspera que despierte a la sociedad chilena y la invite a caminar hacia la autorealización, la autonomía de vuelo y la libertad para construir un mundo mejor con la participación de todos.
Somos un grupo de emprendedores dedicados a la creación y construcción de futuro desde hace muchos años, junto con jóvenes creadores y artistas de variadas disciplinas. Estamos invitando a todos quienes se sientan parte del siguiente perfil y deseen buscar respuesta a las necesidades que dan origen a esta asociación gremial.
¿Quiénes pueden considerarse creadores?
Los creadores son perceptores anticipados del futuro, de lo que vendrá. Viven en la praxis de la libertad creadora. Creen en un mundo mejor posible. No se someten al autoritarismo y no se conforman ni con poco ni con lo establecido. Son abiertos al cambio, pertenecen al cambio. Aman a la humanidad. Les duele la injusticia, el desamor, la exclusión y la violencia. Gozan profundamente con lo que hacen. Tiene desapego con lo material. Pueden alcanzar altos grados de bienestar con lo inmaterial. No se rigen por la moda ni los convencionalismos. Tienen opinión propia. Superan con facilidad el miedo y el temor a fracasar. Son persistentes, lo intentan una y otra vez. No se dan por vencidos fácilmente.
Piensan con los dos hemisferios del cerebro; con la fantasía, la metáfora, la analogía, la intuición, y también con la lógica y la razón, sobre todo con el sentido común. Ven el vaso medio lleno, construyen desde lo que existe, la actitud creadora es una filosofía y una práctica de vida, no una postura o maquillaje para parecer.
Caminan por el borde de la incertidumbre, les aburre pronto lo seguro, lo confortable, lo que no tiene sorpresas. Son críticos, ácidos, altamente perceptivos, se mueven por emociones y por intuiciones generalmente muy asertivas..pero poco “científicas”. Son capaces de configurar una nueva realidad con pocos elementos, con asociaciones de cosas que a pocos se les ocurriría asociar. Aprenden, escuchan, miran, tocan, conversan, inventan, producen, desarrollan, rompen y vuelven a crear. Viven. Están en la experiencia.
Son autocríticos, exigentes, ven cosas que otros no ven, disfrutan en los procesos, pueden trabajar simultáneamente en varias dimensiones, tienen una natural habilidad para ampliar el estado de conciencia y ver las cosas desde diversos ámbitos.
Junto con todo eso, los creadores somos vistos como desordenados, ególatras, vanidosos, individualistas, informales, poco rigurosos, vagabundos, megalómanos, dispersos, irrespetuosos con la rutina, extravagantes. Andamos en las nubes. Somos poco prácticos. No vamos a lo concreto. Nos enamoramos de las ideas. No sabemos lo que cuestan las cosas…
Todo lo anterior puede ser verdad… o prejuicios que se usan por el orden establecido para desvalorizar las ideas. Somos calificados como geniales cuando la idea funciona. Y como lo peor cuando se trata de pagar el precio justo por esa misma idea.
Sabemos que todas las personas tienen la capacidad de soñar y crear. Pero el medio domestica a la mayoría y los convierte en rebaños adaptados a las leyes de la dependencia, el temor, el control y el conformismo.
Aquí radica nuestra potencia y nuestro aporte a la construcción de una sociedad mejor que necesita aprender a soñar y a construir su futuro con autonomía: una sociedad libre, fraterna, alegre, democrática, respetuosa de la diversidad y del medio ambiente, justa, solidaria, participativa, original, con personas más felices y realizadas.
Necesidades que dan origen a la Fábrica de Sueños: Industria Creativa A.G.
La invitación a los creadores, artistas y realizadores es a dar respuestas creativas a estas necesidades compartidas, a través de la A.G., de la Corporación Cultural y de la OTEC.
1.- La necesidad de conocernos, acercarnos y crear redes de confianza entre los creadores y realizadores chilenos, porque tenemos mucho en común dentro de nuestra natural diversidad, mucho más razones para estar juntos que fragmentados.
2.- La necesidad de potenciar nuestra propia capacidad de soñar, crear y realizar las ideas como una forma de autorealización, generación de recursos, salud social, desarrollo activo de la identidad y de la cultura.
3.- La necesidad de abrir espacios sociales y culturales múltiples a la imaginación para inventar un nuevo mundo posible: personas-familia- comunidad- barrio-ciudad- territorio-país-planeta.
4.- La necesidad de valoración real de la creación y producción de ideas en un entorno que bloquea, carente de imaginación, de sentido , frente a un país con necesidades inmediatas y futuras que exigen respuestas creativas, no convencionales, sostenibles e integradoras.
5.- La necesidad de gestión del conocimiento creativo, para generar nuevas ideas y realizaciones sostenibles y trascendentes. Sin tener que inventar la rueda cada vez.
6.- La necesidad de dar respuestas creativas, oportunas y efectivas frente a las dificultades, adversidades, problemas y barreras objetivas y subjetivas.
7.- La necesidad de intercambiar experiencias, saberes, habilidades y competencias creativas en cooperación, superando la desconfianza y la competencia infértil.
8.- La necesidad de actuar en conjunto, con voz propia, para proteger las ideas y proyectos y para relacionarnos con la comunidad y la institucionalidad.
9.- La necesidad de desarrollar una pedagogía del emprendizaje creador, con características propias, a partir de la experiencia acumulada por los creadores y realizadores.
10.- La necesidad de generar múltiples canales y medios de expresión creativa de los sueños ciudadanos como un factor determinante para el bienestar de las personas, para la cohesión social y para la trascendencia.
La industria creativa en el mundo desarrollado ha adquirido una gran importancia económica, social y cultural. Alcanza cerca del 10% del PIB. En Chile no alcanza al 2%. Pero se ha abierto en los últimos años la posibilidad de contar con recursos de fomento para esta industria, porque se advierte la importancia que puede tener en el desarrollo de valor agregado e identidad en todos los campos.
¿De dónde provienen los emprendedores creativos?
Las áreas que se incluyen en la Industria Creativa, entre otras son: La creación, gestión y producción cultural en sentido amplio, las artes visuales, audiovisuales, la música, el diseño, la arquitectura, las tecnologías de información, la moda, los medios de comunicación y servicios editoriales, la publicidad, el "márketing", la ingeniería social y cultural, la creación y gestión ambiental, la educación creativa, la innovación en productos y servicios, la creación y gestión territorial.
La asociatividad entre creadores y realizadores resulta esencial para participar activamente, con base en nuestra autonomía y capacidad de organización, en la generación de esta industria.
La mayoría de nosotros ha vivido —la mayoría de las veces individualmente— la experiencia de soñar, generar ideas, proyectos, propuestas y de estrellarse con un sistema que no comprende la esencia de la creatividad, que evalúa con parámetros destructivos la posibilidad de crear nuevos y mejores mundos a partir de una idea.
Todos hemos vivido la impotencia y la frustración frente a estas evaluaciones. Sin embargo, todos persistimos una y otra vez, no dejamos de soñar con un mundo más abierto a la creación. Estamos convencidos de lo que hacemos, no habríamos sobrevivido si esto no fuese así.
La Industria Creativa-Fábrica de Sueños de Chile tiene como misión descubrir y desarrollar juntos una experiencia nueva, significativa, pasando del creador aislado y fragmentado a la conexión, colaboración y apoyo mutuo.
Nuestro norte es el sur
Desde aquí, desde nosotros, desde lo que somos, con los recursos que tenemos, con la experiencia acumulada, con lo que no tenemos, con lo que somos capaces de visualizar, soñar, inventar, proponer, buscar, encontrar, relacionar, aprender, probar, intentar, intuir, imaginar, volar, subir y bajar, nos ponemos en acción transformadora constructiva para convertir lo ordinario del mundo que nos toca vivir en algo extraordinario.
La pregunta es ¿cómo convertir los sueños en una industria creativa próspera, sostenible y en cooperación? Nos vemos el 9 de abril
Más infomacion: industriacreativasantiago@gmail.com