La farsa hondureña: el episodio estadounidense
A veces el titiritero queda bajo la luz de los focos. Ante los sucesivos fracasos de los intentos de diálogo auspiciados por el Departamento de Estado, el país del norte resolvió involucrarse directamente en la "cuestión hondureña" y presionó este martes para que la dictadura y la constitucionalidad retomen el diálogo.
Para los analistas neutrales se trata, evidentemente, de la última maniobra tendiente a no romper la "impasse", llegar a las elecciones de noviembre y reconocer al nuevo gobierno: borrón y cuenta nueva. Las organizaciones sociales hondureñas, naturalmente, no son consultadas, al fin y al cabo sólo se juega su destino.